[Jorge Jesús de la Cruz]
* La misión para Rosalinda López
El Sistema de Administración Tributaria parece ser es la encomienda que le va a dar Andrés Manuel López Obrador a Rosalinda López Hernández, un área donde seguramente se pondrá orden debido a que es de todos conocidos que el deporte favorito de los mexicanos es la evasión del pago de impuestos. No pudo pensar el presidente electo en una mejor persona para ese cargo, porque si algo le caracteriza a ella es su convicción con el proyecto alternativo de Nación, su honradez, transparencia y verticalidad.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) es un órgano desconcentrado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de México, que tiene la responsabilidad de aplicar la legislación fiscal y aduanera, con el fin de que las personas físicas y morales contribuyan proporcional y equitativamente al gasto público, de fiscalizar a los contribuyentes para que cumplan con las disposiciones tributarias y aduaneras, de facilitar e incentivar el cumplimiento voluntario y de generar y proporcionar la información necesaria para el diseño y la evaluación de la política tributaria.
De acuerdo a la ley orgánica, el SAT está integrado por una Junta de Gobierno, que constituye su órgano principal de dirección, por un Jefe que es nombrado y removido por el Presidente de la República con la ratificación del Senado, y por unidades administrativas. El jefe del SAT es el enlace entre la institución y las demás entidades gubernamentales tanto de carácter federal y estatal como municipal, y de los sectores social y privado en las funciones encomendadas al propio Servicio de Administración Tributaria.
Rosalinda López Hernández cumple a cabalidad con el perfil para estar al frente de ese organismo, llegará a poner orden, porque para nadie es un secreto que muchos grandes empresarios tenían muchos privilegios en el pago de impuestos, causando quebranto a la hacienda pública.
Con firmeza va a recaudar los impuestos, contribuciones de mejoras, derechos, productos, aprovechamientos federales y sus accesorios de acuerdo a la legislación aplicable; Representar el interés de la Federación en controversias fiscales; en suma, evitar la evasión fiscal, porque en el gobierno de AMLO se acabaron los privilegios de esa magnitud a empresarios.
Es una encomienda delicada la que tendrá Rosalinda, aunado a que López Obrador ha señalado que no tiene interés en subir los impuestos, ni en crear nuevos; sus resultados se verán de inmediato, es algo que le caracteriza, es mujer de resultados, sin medias tintas, comprometida con la honestidad, la transparencia, por eso la evasión de impuestos se castigará con rigor a quienes se atrevan a querer seguir en esa práctica ilegal. La misión que le van a otorgar es una distinción a su desempeño personal y profesional. Enhorabuena.
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