Sin Rodeos

Fernando Hernandez G columna sin rodeos

[Por Fernando Hernández Gómez]

fdohernandezg@hotmail.com

¿La esposa o la querida?

De los legisladores de Morena hemos aprendido frases memorables.

“A mí me gustaría que no existieran los gay, pero qué le voy a hacer. Eso no se puede”, expresó la coordinadora de Morena en el Congreso local, Candelaria Pérez Jiménez, y aseveró que no busca estar en contra de los derechos humanos de estas personas, “pero no comparto esa situación, no es posible”. (La Jornada, 18/febrero/2016)

Apagar los ojos cuando uno está cansado de tanto trabajo no es un delito”, replicó la misma legisladora, Candelaria Pérez, luego que fue evidenciada el 6 de julio a través de un video en YouTube durmiendo en plena sesión de la Comisión Permanente del Congreso estatal. (Excélsior, 11/julio/2016)

“Si tu mujer te golpea y menosprecia y la querida te quiere más, te quedas con la querida”, expresó el diputado José Atila Morales, ante la salida de su compañero Juan Pablo de la Fuente, de Morena. (Noticias en Flash, 23/agosto/2017)

Lo dicho por José Atila Morales explica, en un lenguaje muy rupestre, lo que sucede hoy en el partido de Andrés Manuel López Obrador en Tabasco: la confrontación de algunos de sus representantes populares con la dirigencia estatal, las posiciones irreconciliables y la inevitable ruptura, como sucedió ayer con el diputado De la Fuente Utrilla.

La referencia a las frases, un tanto chuscas de los legisladores de Morena –que evidencian su falta preparación para el debate de altura– fue solamente un preámbulo para abordar lo que sucede en la izquierda tabasqueña, fracturada en dos partes que parecen no tener la mínima intención de cohesionarse, sino que están decididas a descalificarse, a embestirse, a aniquilarse ante un electorado que podría caer en el dilema de no saber ni a cuál irle.

Lo que sucedió con Juan Pablo de la Fuente y la cúpula de Morena –porque la confrontación no fue sólo con Adán Augusto López Hernández, dirigente en la entidad sino también con José Eduardo Beltrán, presidente del Consejo Estatal– no tenía vuelta de hoja: el diputado local iba a separarse del partido más temprano que tarde.

Él sabía que a los legisladores de Morena se les tiene vetado hacer pactos con sus similares del PRD, a los que llaman ‘miembros de la mafia del poder’. Y lo vieron, desde que era diputado electo, corresponder a los coqueteos del perredismo.

Nadie que no lo pruebe puede asegurar que hubo dinero de por medio, pero él se dejó agarrar la pierna, como acusaba López Obrador –cuando dirigió el partido del sol azteca en el estado– a correligionarios suyos que se acercaban o pactaban con el entonces gobernador Roberto Madrazo Pintado.

En Morena no gustó que De la Fuente pactara con la fracción del PRD hacerse cargo de la presidencia del Congreso local al iniciar el primer año de la actual Legislatura. Lo sometieron a proceso para suspenderle sus derechos y aquel se defendió ante los órganos jurisdiccionales.

Ese desenlace ya no lo veremos porque ayer el diputado de Morena –hijo de un antiguo aliado de López Obrador y suplente de Adán López en la 61 Legislatura federal, Alejandro de la Fuente Godínez, director general del CEAS– decidió renunciar a su militancia en Morena.

Adujo que fue víctima del dolo y mala fe de parte de López Hernández; negó que su renuncia confirme que el PRD está comprando legisladores para seguir controlando el Congreso local, y en virtud de que no ha definido una nueva bandería partidista, se declaró diputado independiente.

Le respondió Adán López. “No me sorprende. Dijimos que (el diputado De la Fuente) se había dejado llevar por el canto de las sirenas; seguramente le endulzaron muy bien el oído”, sentenció. Y acusó que su salida de Morena es para que el PRD tenga mayoría y siga al frente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo). “Sabemos dónde está la mano que mece la cuna”, remató.

Señalado como esa mano que mece la cuna, el presidente de la Jucopo, José Antonio de la Vega Asmitia saltó a la palestra: “Ay mojo chamaquito; no hermano, aquí no se cuida a nadie. Cada quien se cuida solo, cada quien tiene responsabilidades”, declaró.

Aunque indicó que será decisión personal del diputado su nueva militancia (ya fue perredista), recalcó que “a nosotros nos gustaría que un cuadro valioso decidiera estar en el Partido de la Revolución Democrática”.

La dimisión de Juan Pablo de la Fuente va más allá de la pretensión de José Antonio de la Vega de retener la Jucopo por encima del acuerdo con las demás fracciones al iniciar la actual Legislatura; hay que ubicarla en el juego sucesorio gubernamental, donde Adán Augusto López como precandidato de Morena insiste en que no quiere nada con el PRD.

Y José Antonio de la Vega, como prospecto perredista, quiere dejar bien claro que pondrá todo de su parte para desmantelar la estructura y minar la fuerza de Morena, como partido que disputará al PRD el poder que ganó en 2012.

AL GRANO

Habrá más renuncias en Morena. Pero la coordinadora de esa fracción en el Congreso local, Candelaria Pérez Jiménez, no se irá pese a que “conmigo se han ensañado todos”… Ella se queda, aunque la maltraten pues.

Deja un comentario

Cerrar menú