Sin Rodeos

Fernando Hernandez G columna sin rodeos

[Por Fernando Hernández Gómez]

fdohernandezg@hotmail.com

¿Qué le duele a Tabasco?

A diferencia de aquellos aciagos días de 2012 –en las postrimerías del régimen granierista– cuando los servicios hospitalarios de Tabasco se colapsaron por la carencia de medicamentos, el mal estado de equipos especializados y el paro de médicos que reclamaban el pago de salarios, hoy el sector salud no sale aún de crisis pero, pese a las dificultades económicas, se sortean las necesidades más apremiantes y se garantiza la atención de la población en nosocomios de alta especialidad y en unidades médicas.

No ha sido tarea sencilla, porque los problemas derivados del desorden financiero y la corrupción del anterior gobierno, no se resolvieron de la noche a la mañana con el solo cambio de un régimen priista por uno perredista.

Tan graves eran los problemas en el sector que hubo la necesidad de remover a dos secretarios de Salud. A Ezequiel Toledo Ocampo, el primer titular, los problemas lo agobiaron tanto, que tuvo que tirar la toalla antes de cerrar el primer año en el cargo.

El 30 de diciembre del 2013, el gobernador Arturo Núñez Jiménez designó al entonces director del Instituto de Vivienda de Tabasco, el abogado Juan Antonio Filigrana Castro, como nuevo secretario de Salud. Al doctor Toledo lo envió de titular del Hospital del Niño.

Desde el primer momento Filigrana Castro hizo sentir su mano dura en oficinas centrales y en los nosocomios adscritos a su dependencia. Las cosas no mejoraron y la población se seguía quejando de la mala atención.

Los conflictos se le complicaban cada vez por su falta de tacto y de experiencia, y justo a dos años de su designación –el 31 de diciembre de 2015–, el jefe del Ejecutivo lo nombró su coordinador de asesores y puso en su lugar al galeno Rafael Gerardo Arroyo Yabur.

El nuevo secretario de Salud ha realizado una labor discreta y, por lo visto, más afectiva que sus dos predecesores; tanto, que ha salido airoso de visitas sorpresas que diputados integrantes de la comisión legislativa del ramo han realizado por instalaciones hospitalarias.

Un punto a favor de este funcionario es la honestidad con que expone el panorama del sector, donde sin duda hay un cuadro complejo de muchos padecimientos que repercuten en la calidad de los servicios que se brinda a la población; algunos por añejas dolencias, otros tienen que ver con los limitados recursos que envía la Federación.

A diferencia de muchos compañeros del gabinete nuñista, Arroyo Yabur no hace cuentas alegres, ni oculta las deficiencias sin superar.

A tres años y medio de aquel colapso en el sector y del cambio de gobierno, “la crisis hospitalaria en Tabasco no ha sido superada”, reconoce el facultativo que hizo carrera en el IMSS, y afirma que se sigue trabajando en eficientar tanto la infraestructura como los servicios a la población.

Y adelanta que las remodelaciones proyectadas en los hospitales de tercer nivel del estado “están próximas a terminar”. (Telerreportaje, 22/junio/2016).

Para cualquier gobierno resulta muy costoso y por tanto difícil mantener en condiciones dignas la infraestructura hospitalaria y que todos sus equipos de especialidades estén funcionando adecuadamente.

Los hospitales de alta especialidad (Juan Graham, Gustavo Rovirosa, del Niño y de la Mujer, por citar los más emblemáticos) eran motivo de orgullo para Tabasco; por la calidad y nivel de sus servicios, eran únicos en el sureste.

No cabe duda que son muchas cosas que todavía le duelen a Tabasco. Pero los achaques en salud parecen estar bajo control y en fase de recuperación. Ojalá se recupere esa condición vanguardista del en la entidad.

Otra cosa es la inconformidad que han expresado médicos de hospitales públicos por la iniciativa presidencial de reforma a la Ley General de Salud que, según denuncian, busca ‘criminalizar’ su actuación.

El secretario Arroyo expresa su respaldo a la propuesta peñista que –remarca– no criminaliza más de lo que ya está previsto en la actual normatividad, puesto que “uno como profesionista no puede ser negligente ni actuar con impericia”.

Y señala que no habrá paro generalizado en nosocomios, sino que las protestas serán ‘focalizadas’ en algunas instituciones, como ocurrió ayer en el hospital Rovirosa por dos horas. Ojalá. No sea que los médicos repliquen a los maestros disidentes que se oponen a la reforma educativa.

AL GRANO

AUNQUE USTED NO lo crea, una foto de Andrés Manuel López Obrador luce en uno de los despachos del Palacio Municipal, en Tabasco 2000… Y no es en la oficina del coordinador de Servicios Municipales, Nicolás Mollinedo Bastar, Nico, quien fuera por muchos años guarura, chofer y… (no sean mal pensados) colaborador inseparable del ex jefe de Gobierno del DF…

No, la fotografía está en la oficina del regidor de Morena, Luis Andrés Pampillón Ponce, quien no oculta su admiración por el jerarca nacional de su partido y decidió colocar detrás de su escritorio una imagen en la que aparece junto al oriundo de Tepetitán… Esa foto no la tiene ni Nico… ¡No puede jer…!

Deja un comentario

Cerrar menú