[Jorge Jesús de la Cruz]
* El dilema del PRI
A casi un mes de la derrota electoral del PRI en la elección extraordinaria, hemos escuchado voces diciendo que ya no tiene remedio ese partido, con miras a la elección del 2018 donde se renovará la gubernatura del estado, y tienen razón quienes lo menciona, siempre y cuando mantengan a Miguel Ángel Valdivia al frente del tricolor, pero si deciden sacarlo, posiblemente puedan lograr emprender el camino cuesta arriba.
Valdivia dice desde hace un mes que le dieron en el CEN un plazo más de 90 días, ya agotó los primeros 30, sin embargo no ha mostrado documento alguno que lo avale para seguir medrando en el tricolor estatal. Al margen de que sea verdad o no, está obligado a convocar en los próximos días al Consejo Político Estatal para que se revise precisamente el futuro de la dirigencia.
Por cierto que anda en activismo por el cargo, Miguel Moheno de Cárdenas, no obstante que viene de perder una elección de alcalde, lo relevante es el interés de entrarle al tema de la dirigencia, confiando que podrá sacar “al buey de la barranca”, pero hay que ver lo que digan todos los grupos que siempre meten mano al interior del PRI.
Miguel Moheno es gente joven, pero hay que ver cuáles son sus méritos que le permitan alcanzar la dirigencia. Si lo que busca es reflectores porque quiere la revancha en Cárdenas, de antemano ya está mal. Quien deba ir al PRI estatal, no debe tener como prioridad estar en las boletas electorales, eso se dará de manera automática, quizás en alguna candidatura plurinominal.
Liderazgos fuertes al interior del PRI los tienen, solo hay que buscarle bien, con objetividad y sin mezquindades, gente joven como Moheno, Cesar Rojas Rabelo, y mujeres con gran calidad moral y política, como Ady García López. Nada más hay que preguntarles si están dispuestos a participar, y si los grupos los van a respaldar, si sumaran todos en la misma dirección, si están decididos a dejar de una vez por todas a un lado los intereses personales y de grupo para hacer desde ahora del PRI un partido que pueda resurgir.
De cuatro alcaldías, 4 diputaciones locales de mayoría, dos diputaciones federales de mayoría y las pluris, que tiene el PRI actualmente, si en verdad quieren recuperar el poder, deben ponerse a trabajar con seriedad. Quizás en el 2018 no les alcance para recuperar el gobierno, pero al menos podrían ir avanzando en las demás posiciones para poner el objetivo en el 2024.
El PRI si tiene remedio, los que no lo tienen, son los actuales dirigentes, y los grupos que prefieren anteponer sus intereses a los del partido. Y en esa actitud, seguirán perdiendo, venga quien venga a la dirigencia.
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