[Por Juan Carlos Castillejos Castillejos]
CUMBRE DE SAN JULIAN
Cada Estado y cada político tienen su propio estilo para seleccionar a un candidato a sucederlo. Pero los tiempos, sus circunstancias y los intereses del poder cambian las reglas del juego
En Tabasco me tocó la experiencia, ocupando la Secretaria de Gobierno durante el último año de la administración de Manuel Andrade Díaz (actual Delegado del CEN del PRI en Colima para ayudar a ganar a Ignacio Peralta), teníamos un candidato que además era nuestro amigo y que también había sido mi superior en el gobierno de Roberto Madrazo, Florisel Medina Pérez Nieto; sin embargo, en los momentos de la definición de la candidatura del PRI, el que aparecía ganador en todas las encuestas y los escenarios posibles que conocí era Andrés Granier Melo, pues había hecho una auténtica labor populista para ganarse la simpatía de todo mundo.
Manuel Andrade Díaz no le quedó de otra, tomar la decisión más salomónica, si quería que su sucesor fuera priista, otorgar su apoyo a Andrés Granier, sobre todo porque este ya había enviado la señal de que si no le daban la candidatura del PRI se convertiría en candidato de otro partido y el PRD estaba listo para recibirlo. De los resultados de su gobierno ya todo mundo está enterado, un candidato muy popular no siempre es un buen gobernante.
Todo lo anterior viene a colación por la Cumbre (nada que ver con la Cumbre Tajín), realizada el viernes pasado en el rancho San Julián, propiedad del senador Pepe Yunes Zorrilla, quien mostrando su disposición a la unidad del PRI fue anfitrión de una comida con invitados como el Jefe del PRI Nacional, Manlio Fabio Beltrones; el primer priista del Estado el gobernador veracruzano, Javier Duarte de Ochoa; el Presidente del CDE del PRI, Alberto Silva Ramos; así como todos los aspirantes priistas a la mini gubernatura de 2 años y la mayoría de los que de alguna manera forman parte de las fuerzas vivas que son tomados en cuenta para respaldar la unidad y los apoyos, ya que se haya decidido el nombre del candidato, para contribuir a ganar la elección.
Antes de la celebración de la Cumbre de los priistas, quienes están interesados de la cosa pública veracruzana especularon con la posibilidad de que habría «humo blanco», pero a decir del Senador Héctor Yunes a su llegada a la comida, sólo hubo neblina. Declaración que se supo desde el momento que llegó, porque no se trataba de una reunión privada sino un cónclave que se necesitaba para mandar la señal de unidad a los priístas, tratando de darle la vuelta a la página a las diferencias entre el gobernador Duarte y los dos senadores priístas. Por eso la prensa tuvo acceso a la reunión.
Sí lograron el objetivo trazado, lo sabremos hasta los minutos y horas después de que el PRI designe en Enero del 2016 a su candidato para suceder a Javier Duarte. Lo que sí es conocido por todos los interesados es el nombre de los que estuvieron presentes; quiénes llegaron tarde y quiénes muy temprano; a quiénes saludó mejor el gobernador y quién sintió el frío de su saludo o su mirada y muchos otros detalles, que los asistentes tratan de interpretar y tener una señal que los ayude a identificar al bueno, para que inmediatamente se pongan a sus órdenes.
De lo que también nos enteramos, casi en tiempo real por las redes sociales, es que antes de la llegada del gobernador y Manlio Fabio Beltrones, los dos senadores priistas sostuvieron una plática privada; que el saludo de los senadores al gobernador que llegó acompañado de Manlio Fabio, fue tenso y con miradas no muy afables; que en la mesa principal, Manlio Fabio estuvo rodeado del gobernador y su gente, Alberto Silva y Tomás Ruiz González (otro de los aspirantes), el diputado Juan Nicolás Calleja y del otro lado de la mesa, frente a Manlio Fabio, Héctor Yunes y Pepe Yunes; que el Presidente del PRI, a su llegada se acercó, saludo y platicó con Tomas Ruiz; que al momento de brindar con un caballito de tequila, Manlio Fabio brindó de manera significativa con los que estaban frente a él.
Pero lo que más ruido «provocó» en los medios de comunicación fue la palabra «felicidades» emitida por Beltrones a Héctor Yunes, asegurando incluso, varios de esos medios, que la balanza ya se inclinó por el Senador Choleño y Héctor aunque seguramente ese manejo mediático le gusto, ayer domingo aclaró que sólo será el seguro candidato hasta que tome protesta oficial y que su partido elegirá al bueno hasta el mes de Enero.
Por su parte, Pepe Yunes y Tomas Ruiz siguieron moviendo sus cuentas en las redes sociales, para decir aquí seguimos en la lucha, porque como se dice en el béisbol, esto no acaba hasta que no se acaba y aún no ha caído el último out.
Ya falta poco para saber, por lo pronto a disfrutar diciembre y sus fiestas, para que Enero no nos agarre fuera de la jugada, parecieran decir todos los equipos de los aspirantes y seguir la chamba para estar presente en las últimas encuestas que seguramente se aplicarán en cualquier momento, pues aunque ya se han hecho varias, siempre es importante tener una actualizada, para lo que se tenga que decidir. Veracruz y sus políticos tienen sus tiempos y sus circunstancias, pero es un hecho que al tener el PRI la presidencia de la República la decisión ha vuelto a pasar por el escritorio del Ejecutivo federal y no solo por la del Ejecutivo estatal como sucedió durante los gobiernos panistas. Al Tiempo.
Nota de Fondo. El spot donde el Presidente del PRI estatal, Alberto Silva, sale diciendo que “la gente tendrá el poder para decidir si en dos años un gobernador puede hacer grandes cosas para el estado”, seguramente es porque los Veracruzanos serán convocados a participar en la elaboración de la plataforma que el Partido tricolor presentará a los electores en la próxima contienda, porque así lo exige Manlio Fabio. Como dijo Reyes Heroles, primero el programa y después el hombre. Por cierto Beto Silva fue uno de los más contentos con la celebración de la Cumbre porque le facilita su trabajo.
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