[Jorge Jesús de la Cruz]
* Intolerancia de la CFE
Desde hace 20 años Tabasco mantiene un conflicto con la CFE por el llamado que en aquella ocasión hizo Andrés Manuel López Obrador a la resistencia civil, en protesta porque perdió las elecciones de gobernador ante Roberto Madrazo; con el paso del tiempo, fue creciendo este movimiento social, por ser muy oneroso el consumo de energía eléctrica.
De entonces a la fecha se ha pretendido encontrar una solución, pero las partes en conflicto no ceden. Los promotores de la resistencia civil, piden tarifas preferencia, así como el borrón y cuenta nueva; mientras tanto el gobierno federal, a través de la Secretaria de Hacienda, no cede, al promover solamente facilidades para pagar los adeudos millonarios de miles de tabasqueños.
El gobernador Arturo Núñez Jiménez presento dentro de sus propuestas de campaña, trabajar en este tema con responsabilidad, así lo ha venido haciendo, incluso en su informe de labores en noviembre pasado expreso que hay un posible acuerdo, mismo que se encuentra en el escritorio de los ejecutivos de la CFE, una empresa que dejo de ser paraestatal del gobierno, sin que hayan avances en el tema.
Al parecer es a la CFE a quien no le interesa acordar una solución al tema, porque si desde hace tres meses ya existe un documento, evaluado previamente por autoridades de la Secretaria de Hacienda y no han firmado, eso demuestra el director general Enrique Ochoa Reza; no hay que perder de vista, que la solución no está en manos del Ejecutivo estatal, los reclamos deben ir directamente a los funcionarios de la Comisión Federal de Electricidad, porque lejos de buscar solución, propician un conflicto social al estar ordenando cortes masivos de luz en un acto de intolerancia.
En esta lucha social, los inconformes tienen mucha razón, el costo de la luz es muy elevado a pesar que se produce en esta región y no hay ningún tabasqueño que no reclame el alto costo que se cobra en los recibos bimestrales; sobre el adeudo, es un tema difícil de resolver, sin embargo, si hubiera voluntad política, se buscan puntos de coincidencia.
Lo grave del caso, es que al ser un año electoral, tanto los promotores de la resistencia civil, como las autoridades federales y estatales, deben cuidar que nadie lo tome como una bandera política con el propósito de ganar en las urnas; por eso, no debemos descartar que estas negociaciones puedan continuarse, si acaso existe voluntad de la CFE, hasta después del proceso electoral del domingo 7 de junio. Antes se ve difícil que haya acuerdos.
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