[Jorge Jesús de la Cruz]

* El activismo en la Profeco

En los meses recientes se ha venido conociendo de un activismo inusitado en la delegación estatal de la Profeco con su titular Máximo Moscoso Pintado, ya que de manera personal encabeza algunos operativos contra denuncias que hace la población, respondiendo casi de inmediato, porque en los foros donde asiste, anuncia su número telefónico, para que le llamen directamente y acudir en defensa de un consumidor.

Este hecho fuera normal, si así ocurriera con quienes han estado en la delegación de la Profeco, aunque nos comentan que recientemente se modificaron las facultades legales para tener una actividad más directa ante los reclamos de la población por los abusos del cual son objeto, ya sea en centros comerciales, restaurantes, gasolineras, tiendas departamentales, etc.

Lo que viene haciendo Máximo Moscoso está bien, la gente se lo reconoce, ya que antes interponían queja en la Profeco y no sucedía nada; solamente que ahora se generan suspicacias, porque ha manifestado su interés por estar en las boletas electorales, le interesa buscar la alcaldía de Centro, entonces se considera que esa es la razón por la cual encabeza las actividades de la dependencia, pretendiendo tomar ventaja sobre los demás contendientes.

Tal parece que las actividades de Máximo Moscoso tienen sustento legal, no obstante, vemos que podría estarlo haciendo por el interés personal de ir en pos de una candidatura, lo cual no es políticamente correcto, ya que aplica una estrategia poco ortodoxa para querer ganar adeptos a su muy legítima aspiración, misma que no debe mezclar con su desempeño en la Profeco.

En lo personal no tenemos nada con Máximo Moscoso, me parece que es una persona bien intencionada, pero debería tener mayor cuidado en su activismo político, porque pretender aprovechar el cargo que tiene para catapultarse a una candidatura, no es ético, mucho menos honesto.

Está bien que mantenga una estrategia firme contra CFE, Telmex, gasolineras, ahora parece que va contra los ambulantes de los alrededores de los mercados, porque 9 de cada 10 no venden los kilos completos. Que ejerza mano firme en todas las estrategias que realiza a favor de los consumidores, pero de eso, a que pretenda aprovechar estas acciones para buscar simpatías electorales, es lo que a muchos, incluyendo sus adversarios políticos, les parece ilegitimo.

No debe hacer cosas buenas que parezcan malas.

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