Para Usted

(Mario Gómez y González)

chayogomezg@hotmail.com

Mensaje Político vs Mensaje Sanitario

En medio de señales y mensajes totalmente cruzados, los mexicanos y especialmente los tabasqueños nos disponemos regresar a la nueva normalidad, haciendo a un lado los escenarios evidentes que nos proporcionan el coronavirus o covid 19. El mensaje político del Presidente López Obrador, que nos alienta a salir a la calle, en contra del mensaje sanitario de López Gatell, que nos indica que la pandemia sigue en pie.
“Si quieres salir a caminar, sal”, dice AMLO, ante el insistente “quédate en casa”, de López Gatell. López Obrador, nos invita a salir a la calle a jugarnos la vida; claro, ¿a él qué le puede preocupar?, si está protegido en Palacio Nacional con un ejército de servidores y aplaudidores que todo le hacen. Vaya, si Andrés Manuel, no tiene miedo, entonces, ¿Por qué no sale a enfrentar a los encapuchados que causan destrozos en las calles de la ciudad de México? Que salga sólo, sin guaruras ni ayudantes, para que veamos que no tiene miedo.
Aquí en Tabasco, ¿cómo es posible que regresemos a la nueva normalidad en semáforo naranja, cuando desde las últimas tres semanas, el promedio de tabasqueños contagiados es de 200 diarios y de 15 fallecidos? ¿Cuál es el apuro de sacar a la gente a las calles? En Tabasco hay más contagios, en el ámbito nacional, que en otros estados mucho más grandes en extensión territorial que el nuestro y con muchísima más población. Que conste.
Pero, el doble discurso; tenemos camas y ventiladores suficientes, cuando se ignora si el personal médico que los opera está debidamente capacitado para ello porque no habido tiempo para hacerlo. Un dato, dicho por la misma autoridad de salud; nueve de cada 10 personas que se entuban, fallecen; entonces, ¿quién los entiende? O ¿es que lo que quieren es que muera más gente y así justificar las acciones de gobierno?
¿No será que tanto la autoridad presidencial como la estatal, invitan a la gente a salir a las calles, para de esta manera evadir sus respectivas responsabilidades institucionales y lavarse las manos en caso de que los muertos y contagiados aumenten? ¿De antemano, se lavan las manos? En lo dicho, los mexicanos y tabasqueños confundidos ante tantos mensajes contradictorios e incoherentes; esto último ya reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
López Obrador, pone a la política por encima de la salud. Pone en riesgo a la población más pobre (económicamente hablando) y a la más desprotegida; a la que no tiene ingresos fijos como la burocracia y tiene que salir diario a buscar el pan para sus familias. Aunque claro, es muy fácil y cómodo, desde la seguridad del palacio nacional y rodeado de servidumbre que a todo le dice “sí señor”, emitir tu dichoso decálogo; si todo lo tienes; si nada te preocupa; si tu familia está bien y segura; que se chinguen los otros.

S Salud: infestada de covid, la cueva del “Virrey”

Manuel Marcué Díaz, mejor conocido como “el virrey” (a él así le gusta que lo llamen e identifiquen), coordinador administrativo y de finanzas (director administrativo pues, para que me entienda, en la Secretaría de Salud estatal), está que no lo calienta ni el sol; vaya, ni el negrito del WhatsApp, tan solo para que usted se dé una idea.
Y es que el arrecio de los contagios de la pandemia del coronavirus o covid 19, no respetó los espacios de la sacrosanta secretaría de Salud estatal, especialmente los de las oficinas de los servicios administrativos de la institución encargada de velar, cuidar y proteger la salud de los tabasqueños; demostrando, de paso, que los diques o barreras de contención, de muy poco han servido.
Resulta que en las direcciones de Recursos Humanos y Planeación así como en la Subdirección de Servicios Generales, existen personal con el virus de Covid 19, según los últimos estudios realizados, se habla de más de 15 empleados afectados en esas áreas; obviamente, más los que se puedan sumar en el trascurso de los próximos días.
Lo anterior, tiene al Virrey emulando a don Pedro Ferríz Santa Cruz (QEPD), quien en su recordado programa de, “Un mundo nos vigila”, repetía constantemente su frase célebre que le hizo famoso y que ahora, es el vivo retrato de Manuel Marcué Díaz, porque no sabe, “si ponerse a reír, a llorar o a rezar”, ante el desolador escenario.
Sobre todo porque, gandalla como es el mismísimo virrey, dispuso que se sanitizaran y desinfectaran a conciencia sus oficinas donde llega a laborar, pero no contaba con la astucia de la pandemia que, aun así y con estas medidas, contagió a más personal de las áreas administrativas.
Lo anterior, lo deja muy mal parado ante la titular de la dependencia Silvia Guillermina Roldán Fernández y, también, ante la autoridad estatal; aunque, claro, esto le vale madre al virrey (así se lo dice a sus allegados y a quienes quieren escucharlo), pues él no le rinde cuentas a ellos, sino a un familiar cercano a “ya saben quién”, quien fue el que lo puso al frente de la dirección administrativa de la Secretaría de Salud tabasqueña, no obstante su tormentoso pasado en los servicios de salud en el estado de México, donde aún hay cuentas y expedientes que no cuadran y que ponen en duda su honestidad valiente, misma que presume a más no poder.

Y Para Usted También

Tres mil dólares mensuales, entre 63 y 65 mil pesos mexicanos, es lo que el gobierno de México paga a cada uno de los doctores cubanos que están en nuestro país sin hacer nada y disque ayudando, orientando, aconsejando y auxiliado al personal médico y de salud mexicanos (los que están en la línea de batalla del combate al coronavirus; los que sí se rompen la madre 24 horas al día), pese a que para éstos connacionales, no hay incentivos o estímulos; puros halagos de saliva y jarabe de picofue todo por hoybuen inicio de semanahasta mañana Dios mediante.

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