(Mario Gómez y González)

chayogomezg@hotmail.com

Profundo Rencor

El líder comunista Mao Tse-Tung, acuñó una famosa frase; “Toda China está llena de leña seca, que arderá pronto en una gran llamarada”, (al parecer de su texto, “Una sola chispa puede incendiar la pradera” en 1930); este podría ser el caso de nuestro país y ni qué decir de Tabasco.
Los escenarios y los ánimos están muy difíciles y complicados; y eso que todavía se insiste en no querer ver lo que se viene en el tema económico, derivado de los estragos de la pandemia. Sin duda alguna, lo anterior será, dijéramos, el punto de quiebre.

La reciente visita que realizó a esta su tierra el presidente Andrés Manuel López Obrador, dejó un mal sabor de boca para todos pero, eso sí, una clara enseñanza: no quiere a los tabasqueños; les tiene un profundo rencor que es imposible disimular, porque hasta por los poros lo transpira; vaya, parece que goza y se extasía con todos los males que, como pesada carga, hacen largo y tortuoso el camino hacia el bienestar y el desarrollo.

No somos su prioridad y le tiene sin cuidado el cómo nos vaya; el cómo la estamos pasando y, sobre todo, que nos depara el destino cuando la pandemia pase y nos tengamos a enfrentar a otros escalofriantes escenarios, a los que si bien ya estamos acostumbrados, ahora vendrán a su máxima expresión: desempleo, pobreza, desesperanza, rabia, coraje, por citar algunos.

Tanto el Presidente de la República, como el gobernador del estado, hablaron para sí mismos; repitieron las mismas promesas del 2018 sin el menor recato; obras, acciones, inversiones que solo existen en sus mentes; en sus salivas, en sus discursos, pero en la realidad, no se ven, ni se tocan; ni se palpan, ni se sienten. Discursos áridos; insulsos, agrios, cuando los tabasqueños tienen otros datos; esos otros datos, que duelen, que lastiman.

La verdad, no se entiende entonces la disque “preocupación” que Andrés Manuel López Obrador, tiene para con los tabasqueños y para con Tabasco.

No se entiende la “felicitación y el reconocimiento” que hizo al gobernador Adán Augusto López Hernández, si es responsable de lo que está pasando en la entidad con el coronavirus; es responsable de que la entidad y sus habitantes se encuentren en el estado en que están.

Ese discursos distractor Lópezobradorista y Adancista, no tienen ninguna trascendencia: que quede claro, el coronavirus o covid 19 seguirán a la alza en Tabasco; el semáforo rojo va a continuar; luego entonces, ¿por qué la felicitación?; nuestro estado camina con pasos agigantados a escenarios de pandemia superiores a los de la ciudad de México (ya nos falta poquito).

El hecho de que la autoridad estatal haya dispuesto el retraso de una semana más para el inicio de la “nueva normalidad”, no significa nada cuando el semáforo continuará en color rojo o, ¿es que no quieren, más que informar, reconocer que la realidad no es como la pintan en sus boletines y comunicados? ¿Qué hay otros datos y son peores? ¿Qué es lo que no quieren que se enteren los tabasqueños?

Hay una terrible falta de liderazgo en Tabasco; un abandono de responsabilidades por parte de quienes se dicen autoridad estatal y miembros del círculo inmediato del poder. Queda de manifiesto su desinterés por dirigir y coordinar esfuerzos a favor del pueblo de Tabasco.

El covid19 o coronavirus, mostró su falta de ideas y acciones para detener esta pandemia que está lacerando a las familias tabasqueñas.

En una de nuestras anteriores entregas lo apuntamos; pasó el gobierno de la campaña de sana distancia al sálvese quien pueda, dejando toda la responsabilidad a la gente que en su mayoría es necia y testaruda.

Los primeros en salir huyendo y lavarse las manos fueron ellos mismos que se dicen autoridad estatal; dejaron a su suerte a todos los tabasqueños; ahora con los efectos de la tormenta tropical Cristóbal, su presencia física fue nula; todo lo hicieron de manera virtual, por miedo a todo y a todos; incluso a su propia sombra.

Qué lamentable falta de compromiso con la población, con sus electores, qué decepcionante actitud, ya no de un líder, porque demostró que está lejos de serlo; sino de un gobernante; de alguien que dice representar a la 4T (Cuarta Transformación), de la vida pública de México en Tabasco.

Y Para Usted También

Como ningún otro presidente en la historia reciente de nuestra nación, el Jefe de las instituciones, Andrés Manuel López Obrador enfrenta la oposición de varios gobernadores del país; y lo que es más evidente, es una crisis que se profundizó con la pandemia de coronavirus que azota lo largo y ancho del territorio nacional, al grado que todo está con el semáforo en color rojoLos gobernadores de Coahuila, Colima, Durango, Michoacán, Nuevo León, Tamaulipas, Guanajuato y Jalisco anunciaron su propio plan contra el COVID-19 «Los gobernadores aquí reunidos rechazamos el semáforo construido de manera unilateral, porque se ha violentado por segunda ocasión el acuerdo de construir un consenso con todas las entidades federativas y en particular en un diálogo abierto con el Consejo de Salubridad; cada entidad federativa tendrá su semáforo y será el que estará vigente”, dijo Enrique Alfaro Ramírez, gobernador de JaliscoPor su parte, el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, expuso que la ciudadanía está confundida con los mensajes contradictorios del Gobierno de la República, y eso se refleja en el incremento de la movilidad del país ¿sindicato de gobernadores?eso nos recuerda el mismo término que utilizó en 1995 López Obrador, cuando acusó al entonces presidente Ernesto Zedillo, de ceder ante lo que llamó un sindicato de gobernadores (entre ellos estaba Manuel Bartlett Díaz, gobernador de Puebla), que defendieron a su homólogo tabasqueño Roberto Madrazo Pintado, cuando junto a Esteban Moctezuma Barragán, pretendieron quitarlo del gobierno, solo logrando su objetivo con Eduardo Robledo Rincón, mandatario de Chiapas, que al final fue premiado con la embajada de Argentina¿lo recuerdan? ¿Similitud? O ¿se repite la historia?buen inicio de semana**hasta mañana Dios mediante.