(Mario Gómez y González)

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Bandera Mancillada

Todas las naciones y los pueblos -aun los más primitivos, como nuestros indígenas- han creado estandartes o banderas que los distinguen y signifiquen y sean un elemento de su identidad.

El Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), iniciado y sostenido por su creador, el actual Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, enarbola diariamente la bandera de la honestidad valiente, de ahí sus principios de “no robar, no mentir, no traicionar”.

La bandera más grande que enarbola el propio Presidente de este país es la de la anticorrupción o la lucha frontal contra ella, (en varias ocasiones ha dicho que en el y los gobiernos de la 4T, ya no hay corrupción); sin embargo este principio no se ha cumplido a cabalidad, porque Morena, no está exento de ella…la corrupción.

Este pendón de la anticorrupción, fue mancillado, deshonrado, ultrajado y manchado en el municipio de Jalapa Tabasco, (tierra natal de Andrés Manuel López Obrador), mostrando que en materia de anticorrupción (honestidad, sería el concento antónimo), Morena y su Cuarta Transformación, no le han cumplido a los tabasqueños.

Lo ocurrido en el municipio de Jalapa, es solo un botón de lo que está aconteciendo en el resto de los municipios de la entidad y, hay voces que lo aseguran, en la gran mayoría de las instituciones oficiales que integran la Administración Pública Estatal; hay corrupción y, aunque no lo quieran reconocer, es innegable.

Hay tráfico de influencias, asignaciones directas, favoritismos, amiguismo, compadrazgo, conflicto de intereses, son “jueces y parte”, opacidad, complicidad, falta de transparencia y otras tantas cosas más.

En el caso del municipio de Jalapa y su depuesta alcaldesa maría Asunción Silván (“la chona”), se tomó la decisión porque según el criterio oficial, “era lo menos costoso”, ya que es más que evidente, que los estragos que la pandemia que trajo consigo el coronavirus o covid 19, mantiene ocupados a los tabasqueños más en lo que tiene que ver con la salud propia y de sus familias, que lo que sucede con los gobiernos y las personas que ostentan y ejercen el poder.

A chona Silván, no le van hacer absolutamente nada, porque tendrían que arremeter contra el resto de los ayuntamientos y, peor tantito, contra el gobierno anterior de Arturo Núñez Jiménez, que dejó a Tabasco, más mísero que como él lo recibió de manos de su antecesor.

Sí, hay corrupción en los gobiernos de aquellos que en campaña de captación del voto, dijeron que eran diferentes, que sabían gobernar, que sabían cómo hacer las cosas, que las harían bien, que no habría corrupción, que todo sería de cara a la gente, que no habría diezmos: la misma cantaleta de siempre y los mismos resultados de siempre…hasta peores, porque no reconocen que este cáncer los invade y carcome.

En Tabasco y en sus municipios hay “negocios por doquier” y al amparo de los cargos y del erario público, al cabo no tienen contrapesos, dijéramos, oficiales; “con singular alegría y marcial donaire”, como dijera el inmortal Pedro Luís Hernández Sánchez, la competencia por ver quién incrementa su cuenta bancaria más rápidamente, esta de pronósticos reservados; están cabrones. Si los anteriores fueron terribles, éstos, los actuales, te dicen quítate que ahí te voy.

Por eso, el caso Jalapa, le pega duro y en las entrañas al gobierno de la Cuarta Transformación en Tabasco; a las administraciones ostentadas en base a los principios de Morena; en algunos medios de comunicación (periódicos), pero sobre todo en las benditas redes sociales, con pelos y señales se dice y se señalan.

Les duele, porque la corrupción está en la tierra de origen del Presidente Andrés Manuel López Obrador y, si el diablo no mete la cola, en el municipio natal de AMLO, Macuspana, el alcalde Roberto Villalpando, “no canta mal las rancheras”, lo mismo que Tenosique (Raúl Gutiérrez, presume su nexo familiar con respetable hombre de negocios y que por eso no le harán nada), Centla, Nacajuca, Paraíso, Cárdenas, Huimanguillo, Cunduacán, Jalpa de Méndez, Tacotalpa, Teapa, et al.

En el tema de la transparencia y de la honestidad, los gobiernos morenistas en Tabasco no tienen nada que presumir y sí mucho que ocultar; obviamente de esto, partidos políticos de oposición ya han tomado nota y viene integrando expedientes para sacarlos a la luz pública en el momento preciso; los procesos electorales intermedios del año entrante (2021).

En lo dicho, llegaron al poder para hacer dinero y asegurar sus futuros y el de sus familias, amigos, compinches y cómplices, pero de la honestidad y la transparencia, nada de nada. Insistimos, los nombres ya se saben y paulatinamente habrán de aparecer en redes sociales; el nombre de Andrés Manuel López Obrador, ni cosquillas les hace; les vale madre; ellos están en lo suyo; el bisne y el dinero a manos llenas.

Y Para Usted
TambiénEvidentemente que el “chona-gate”, sirve para medio distraer la atención, aunque el paso demoledor de la pandemia del coronavirus o covid 19, sigue causando estragos en todas las estructuras sociales y económicas de la entidad y de los tabasqueños, por lo que no puede ser ignorado lo destructivo de este viruses tiempo de replantearse las estrategias para enfrentar los estragos del virus; especialmente la que tiene que ver con la actividad económica y los empleos**porque si le dejan el paquete a Mayra Elena Jacobo Priego, titular de la Secretaria de Desarrollo Económico (SEDEC), será mejor ponerse a llorar

Fue todo por hoyhasta mañana Dios mediante.