Para Usted

(Mario Gómez y González)

chayogomezg@hotmail.com

A menos política, más represión

Para los que se ha formado en el pensamiento de izquierdas, laico, republicano y federal, siguen pensado que la crítica abierta, libre e independiente es el mejor instrumento para la consolidación y el progreso de la democracia.

En su origen, allá por mediados del siglo XIX, la crítica política fue crucial para el progreso social y la ruptura del monolitismo ideológico conservador.

Por desgracia o por fortuna , los gobiernos federal, estatal y municipal emanados del Movimiento Nacional de Regeneración Nacional (MORENA), y que llevan como estandarte o bandera de lucha la dichosa Cuarta Transformación (4T), siguen transitando en la lógica de que, «no hay mejor política de comunicación que la que no existe».

O de otra manera, funcionan con medidas liberalizadoras orientadas a modificar las condiciones dinámicas del mercado con nuevas reglas de juego para favorecer, a quienes les profesan cierto grado de simpatía, intereses y/o complicidades; esto es, tienen sus medios favoritos y con ellos se la juegan, a pesar de que no les aporten los resultados esperados.

Es del todo válido y en términos religiosos, se puede decir que no es pecado tener preferencia por uno que otro medio y darles un trato especial o preferencial, obviamente en materia de publicidad y difusión de sus actividades y/o doctrinas, pero lo anterior no significa que, en ese mismo paquete, se vaya o incluya, la línea editorial del medio y/o la ética periodística de cada reportero, analista, columnista, fotógrafo etcétera.

Sin embargo, en el ejercicio del poder, el trato tiene y debe ser en términos más o menos de equidad, para de esta forma mandar un mensaje a la sociedad, a los gobernados, a las instituciones y a la vida política, social y económica de cada espacio, de que se gobierna para todos; que no hay los buenos y los malos; ni filias, ni fobias; que más que todo lo que se diga, el gobierno o autoridad es el eje articulador de todos los esfuerzos y visiones que conlleven al bien común; al desarrollo y al bienestar.

Desafortunadamente en el contexto nacional y en el local que le compete a Tabasco, donde usted y yo vivimos, la brecha entre los que gobiernan (Presidente de la República, gobernador, alcaldes, legisladores locales y federales), cada vez en más grande y profunda.

Aquí en nuestro solar nativo, el desprecio, rechazo, la burla y el ninguneo hacia la prensa y los medios de comunicación, es deporte y/o pasatiempo oficial.

Pero, ¿Hacia dónde ha llevado todo esto?, a ninguna parte; pero eso sí, ha escenarios de confrontación públicos, donde ya la sociedad tabasqueña participa con mayor ahínco, porque se ha dado cuenta que el gobierno, que dice tener todas las canicas consigo, en verdad no las tiene; ¿por qué?, porque no sabe ser gobierno; el concepto del ejercicio del poder, es unipersonal y vertical; “Lo que yo digo es la ley; el poder soy yo; se hace porque se hace; no tengo contrapesos; así que te chingas”.

Es mucho muchísimo lo que hubiera ganado el gobierno tabasqueño, en el marco de una relación seria y profesional con los medios de comunicación; especialmente para enfrentar los grandes retos que en todos los ámbitos tiene Tabasco.

Los tabasqueños tienen un gobierno distante, que no ve por ellos, porque el andamiaje y/o el vínculo para eso, son los medios de comunicación, a los que trata mal, insulta, se burla y se mofa de ellos, los ningunea y menosprecia.

No se entiende la nueva arremetida que el Presidente Andrés Manuel López Obrador, encabezo contra los medios de comunicación nacional; sus columnistas, analistas, reporteros y demás.

No lo llevará a ninguna parte; salvo a nuevos escenarios de confrontación con resultados catastróficos para todos; ¿eso es reconciliar a México y a los mexicanos?, ¿eso es reconciliar a Tabasco y a los tabasqueños?
La crisis a los que no tiene sometidos el coronavirus o covid 19, no es solamente la hospitalaria, por más que se diga que lo primero es salvar vidas; la pandemia, ya nos arrastra hacia escenarios desagradables en materia económica que causará verdaderos estragos a la frágil gobernabilidad tabasqueña.

Los tabasqueños están indefensos y de verdad, viene lo peor; claro está, a menos que sucedan verdaderos milagros y, entonces sí, tendremos que tragarnos nuestras palabras y reconocer lo que se tenga que reconocer.

No es alentando escenarios de confrontación; ni insistir en, “ni los veo, ni los oigo”, como vamos a poder superar los estragos presentas y futuros del coronavirus en Tabasco.

Los esquemas del ejercicio del poder tendrán que, sí o sí, cambiarse para garantizar la paz social y la gobernabilidad; de lo contrario, la autoridad estatal tendrá que invertir en más policías e instrumentos de sometimiento, para continuar con la represión simulada, a la que tiene a más del 90 por ciento de la población tabasqueña.

Y Para Usted También

**Personal del Hospital de la Mujer, denunciaron que ingresaron por urgencias a una paciente sospechosa de COVID19 o “Coronavirus”, sin aplicarle los filtros correspondientes, exponiendo al personal del área de parto

**Tras percatarse del riesgo fue colocada en una cápsula

Uff fue todo por hoy**hasta mañana Dios mediante.

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