[Por Fernando Hernández Gómez]
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PRI: hace falta un líder
En fechas de posadas, el PRI Tabasco celebrará su esperado proceso interno para renovar la presidencia y secretaría general de su Comité Directivo Estatal (CDE) en medio de la más severa crisis de recursos económicos, de credibilidad y de liderazgos desde que debutó como partido opositor en 2013.
A siete años de que perdió el poder en Tabasco, el partido tricolor no tiene hoy una sola posición de mayoría en la entidad: ni en el Congreso local, ni en los 17 municipios.
De ser el partido aplanadora, el que ganaba de todas, todas, ha sido relegado como tercera fuerza electoral de la entidad, por debajo del mayoritario Morena y del PRD, que no supo retener la condición de predominio que logró en julio de 2012 y refrendada, de panzazo, en 2015, siendo partido en el gobierno.
Presume el PRI tabasqueño tener un voto duro leal y la mejor estructura territorial en todo el estado, pero ya no le dan para ganar posiciones en las urnas, por el desprestigio que representan sus siglas y porque sigue recurriendo a los vicios de siempre para designar candidatos a cargos de elección popular.
Hoy se ve entusiasmados a los priistas, pese a que carecen de liderazgos para conducirlos hacia condiciones de competitividad en los comicios intermedios del 2021. Detrás de las figuras que aspiran a la dirigencia se observa a ex candidatos a la gubernatura y a ex gobernadores.
Tan mal andan por el edificio de 16 de Septiembre, que quieren revivir como aspirante a la dirigencia estatal a un personaje que en 2005-2006 construyó un gran liderazgo que le permitió ganar la consulta a las bases y la elección para la gubernatura, pero que cerró su sexenio como el mandatario más corrupto.
En la ruta hacia la recuperación que quieren construir, los priistas han dado pasos acertados: primero, con abrumadora mayoría –157 votos a favor y 10 en contra– su Consejo Político Estatal definió el 19 de noviembre como método de elección de los dirigentes que sustituirán a Pedro Gutiérrez y Gloria Herrera, la ‘asamblea de consejeros’ en que podrán participar cinco mil 219 consejeros, entre nacionales, estatales y municipales, y segundo, se ha encomendado la organización de la contienda interna a Freddy Priego Priego, un abogado y catedrático universitario que goza de prestigio dentro y fuera del partido.
El 20 de noviembre se hizo pública la convocatoria emitida por el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) que fija las fechas para el proceso: 2 de diciembre, registro de fórmulas de candidaturas; días 3 y 4, periodo de garantía de audiencia sobre el registro de candidaturas; del 6 al 21, periodo de proselitismo interno, y día 22, asamblea de consejeros. El cómputo estatal, la declaración de validez de la elección y la entrega de la constancia de mayoría será el día 23.
En esta contienda no habrá obstáculos para los aspirantes que cumpliendo los requisitos deseen inscribirse, ni dados cargados para favorecer a algún candidato, garantizó el presidente de la Comisión Estatal de Procesos Internos, Freddy Priego.
De quienes a lo largo de los últimos meses han expresado su interés por la dirigencia, hay dos cuadros que parecen decididos a participar en el proceso: la diputada local Ingrid Rosas Pantoja, y el secretario de Organización del CDE, Dagoberto Lara Sedas. Pedro Gutiérrez no ha dejado claro si buscará seguir en el cargo, para lo que tendría que separarse de la presidencia.
Aunque ya hay método de selección, hay grupos que pugnan por construir una candidatura de unidad. Al menos en eso insiste Dagoberto Lara, que busca una aspirante para la secretaría general que le sirva como elemento aglutinador.
Si los priistas logran realizar un proceso interno sin trampas, pulcro, podrán no sólo dotar de legitimidad a su próxima dirigencia, sino también dejar un grato sabor de boca entre sus militantes, simpatizantes y los ciudadanos sin partido.
Si hacen lo mismo de siempre, sería tanto como echarse la última palada de tierra al ataúd que le compraron sus adversarios desde 2012.
No todo está perdido. Con todo lo mal que pueda estar hoy el PRI y aún con las pugnas internas por el control del partido en Tabasco, no está tan jodido como el PRD. Y hay que hacer insistir: al PRI le falta un liderazgo con capacidad para cohesionar a sus grupos internos en torno a propósitos mayores, con energía para recorrer hasta el último rincón de la geografía estatal para motivar a sus alicaídas bases, y con un discurso propositivo que sea atractivo para la sociedad.
AL GRANO
URGE QUE EL ayuntamiento de Centro emprenda un programa emergente de bacheo… Tanto hoyo por doquier, está arruinando muchos autos y le da muy mala imagen a Villahermosa en estos tiempos en que se celebran tantos eventos para atraer turismo… Y viene la Navidad.