[Mario Gómez y González]
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¿Hacia donde va el PRI, con “Alito”?
La historia política de nuestro país, nos habla de partidos políticos denominados “satélites” y que, el primero en usarlos y utilizarlos fue, precisamente, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), durante su periodo hegemónico en el poder, que gobernó México por más de siete décadas.
Los estudiosos y analistas nos comentan que el tricolor, creó los partidos satélites a fin de establecer una denominada “pantalla democrática” en las elecciones, para, de esta manera, en el ámbito nacional e internacional, tener el aval y el consentimiento, especialmente, de los Estados Unidos de Norteamérica.
Así las cosas, el otrora partidazo, el PRI, a lo largo de sus años de existencia, ha creado un sinfín de partidos, llamados o conocidos como “satélites”, tanto de derecha, izquierda y de centro. Por ejemplo, el PARM, PPS, PT, Convergencia, PVEM, Fuerza Ciudadana y el más reciente es el de Encuentro Social.
Hace poco más de un año, un conocido analista y articulista político de prestigiado medio de comunicación nacional, hacía constar que, durante la vida política moderna del país, aparecieron partidos satélites, que llenaron el espacio de organizaciones representativas de las minorías, pero especialmente para dar una imagen de democracia “representativa”.
Sus dirigentes, continuaba diciendo, amasaron fortunas espectaculares al amparo de una imagen opositora que no le hacía ni cosquillas a los entes en el poder. Institutos políticos, carentes de ideología y de una estructura que ofrezca soluciones a los problemas sociales, existen sólo de las participaciones presupuestales que, por ley, les corresponderían a las minorías que alcancen el 3 por ciento de los votos en la más reciente elección. Partidos van, partidos llegan. Todos con la bendición del presidente en turno. Ninguno con un fundamento que atraiga el verdadero interés del electorado.
Pues bien, fuertes son las voces dentro de las cúpulas del PRI nacional, que insisten en señalar que de llegar Alejandro Moreno Cárdenas (“amlito”), a como le llaman ahora, a la dirigencia nacional del tricolor, buscaría que el PRI se convierta en un satélite de Morena; partido que ostenta el poder en gran parte del país, siendo una de las “acusadoras”, Ivonne Ortega Pacheco, una de las aspirantes al liderazgo de este instituto político.
Hay un consenso nacional entre priistas y la sociedad mexicana en general, en el sentido de que Alejandro Moreno Cárdenas, ex gobernador de campeche, puede salir victorioso del proceso interno del tricolor, ya que todas las elecciones y procesos donde ha participado los ha ganado haciendo fraudes y comprando votos y, como le dijera tiempo atrás destacado personaje de la política nacional, “es un gran mapache electoral”.
Alito o amlito, tiene particular interés por ganar el proceso electoral interno en el estado de Tabasco, en razón, de que es el solar nativo del presidente Andrés Manuel López Obrador y, por lo pronto, ya consiguió enfrentar a los priistas tabasqueños; muchos de ellos, se fueron de bruces en reiterarle y refrendarle su apoyo incondicional, a pesar de los señalamientos que sobre su actividad partidista pesan.
En este sentido, no pasaron desapercibidas las advertencias formuladas por el ex gobernador de Oaxaca Ulises Ruiz Ortiz, a quien le negaron el registro para participar y que señalara que es grande la responsabilidad que tiene la Comisión Nacional de Procesos Internos, en virtud de que el tricolor, «no aguantará un fraude interno».
Ruiz Ortiz, dijo también que este proceso de renovación de la dirigencia nacional es definitorio para la vida del PRI, que se encuentra ante las opciones de reencontrarse, desaparecer o volverse «satélite» del gobierno de la República y criticó la «cargada» a favor de Alejandro Moreno Cárdenas.
Y añadió: “El PRI perdió el rumbo hace años por un grupo de neoliberales que lo apartaron de las causas populares, luego vinieron 12 años de gobiernos que no dejaron una estela de luz, sino de corrupción y sangre. Después hubo seis años de una Presidencia en que se incrementó la corrupción y no se detuvo la inseguridad”, aseveró. Por ello, señaló que ahora tienen la oportunidad de reencontrarse con el PRI para ser contrapeso a un gobierno, que él definió como de ocurrencias, pues subrayó que «un día a día saca sus cifras, aunque no estén acordes con la realidad».
Por lo anterior escrito, Alejandro Moreno Cárdenas, no las tendrá todas consigo, ya que corre el riesgo de que, si gana, la legitimidad no será un baluarte para su gestión como máximo jerarca del tricolor. Se prevén más divisiones y rupturas dentro de la clase priista nacional, lo cual acabaría con sepultar a un partido político creador y forjador de instituciones que hoy le dan vida y viabilidad a este país. Sus enfrentamientos con AMLO, cuando éste era abanderado presidencial, fueron evidentes, por lo que, ahora, ¿de que manera explicaría a los priistas su radical cambio de actitud, hacia el presidente de México? Tema que da para másfue todo por hoy**hasta mañana Dios mediante.