Para Usted

[Mario Gómez y González]
chayogomezg@hotmail.com
Limpieza en el personal de confianza
Existe un fenómeno que, aunque usted lo no lo crea, nadie quiere reconocer o aceptar al menos públicamente y/o de cara a la sociedad, aquí en Tabasco; las personas que se incorporan a las campañas políticas para apoyar a determinado candidato o partido, lo hacen bajo la premisa que, si el triunfo se da, ellos tendrán seguro un empleo en la administración pública estatal, municipal y federal (esto último cuando participan en las campañas federales en todo el país).
Podemos decir, que siempre ha sido así y que no es pecado, vaya, no admite “rasgadura de vestiduras”, porque hasta los mismos candidatos o abanderados lo prometen y lo ofertan, especialmente con la frase bastante conocida de “amor con amor se paga”. De la misma manera, durante el desarrollo de las campañas, en los recorridos, los abanderados reciben miles de solicitudes de empleo, siendo la respuesta un “cuando lleguemos”. Tampoco es pecado, ni como para “darse contra el suelo”; estas cosas suceden, queramos aceptarlo o no.
Pues bien, en la administración pública estatal, municipal y federal, aquí en Tabasco, como en todo el país, existe el personal del servicio público mejor conocido como “burócratas”; los hay de base o sindicalizados (se han ganado su cargo por permanecer a determinado sindicato oficial reconocido y legitimado y, tras una serie de requisitos que han tenido que cubrir para obtener la tan anhelada y ansiada “plaza”, que les da certeza y seguridad laboral, vengan las nuevas autoridades que vengan.
Pero también los hay, y éstos en mayor cantidad, el personal de confianza; aquellos que son contratados para hacer trabajos más, dijéramos, profesionales: y que por ende devengan un mayor salario y los que por esas y otras razones, no tienen seguridad laboral; vaya, al término de cada gobierno o administración, tienen la obligación de presentar sus respectivas renuncias y marcharse, si es que quienes llegan los ratifican en sus cargos. Para el personal de confianza no hay sindicatos; no los pueden constituir, porque los nuevos jefes tienen la libertad de “llevar o traer”, al personal que ellos así lo determinen.
¿Cómo puede una autoridad electa, negarse a dar la chamba a quien los apoyó en su campaña? ¿cómo puede decirles, ya sentados en las sillas del poder, “fíjate que te tienes que esperar o ten paciencia”, porque todavía no hay nada? Simple y sencillamente si se niegan, estarían faltando a su palabra; no cumpliendo con sus compromisos o acuerdos.
Porque aquí les va una gran verdad; las personas que trabajaron en las campañas del partido y candidato triunfador en las pasadas elecciones en Tabasco, no fueron las que ya están en la burocracia, especialmente en cargos de confianza; no señor, fueron quienes aspiran con toda justicia, llenar los espacios que los cambios de gobierno o administración traen forzosamente consigo, traduciéndose esto en que debe ocupar las plazas o cargos, de quienes no tienen plaza sindical, tienen que dejarlos para que el o los nuevos jefes ubiquen s “su” personal de confianza, cumpliendo así acuerdos y compromisos.
De acuerdo a los lineamientos hechos públicos por quien ganó la presidencia de México, mismos que “bajarán” a los nuevos gobernantes y alcaldes emanados de las siglas de MORENA, por lo menos el 70 por ciento del personal de CONFIANZA, tendrá que dejar sus lugares o espacios laborales; esto, para adelgazar a la burocracia que en primera instancia permitan que el dinero pagado en salarios, se vaya a gastos de inversión (canalizarlos a obras y programas sociales), en vez que a gasto corriente; porque no sabemos si usted sabe, que el 90 por ciento del presupuesto gubernamental y de los municipios se van a gasto corriente (pagar a los burócratas), quedando un mínimo para la inversión social, por lo que no hay dinero para las obras del desarrollo y bienestar social y colectivo.
Aunque el personal de confianza grite o patalee; amenace con manifestarse públicamente o hacer cierres o plantones; la razón jurídica no les asiste y no les asistirá. Tampoco podrán espantar conque tienen un sindicato de personal de confianza, porque hasta donde tenemos entendido, la ley no lo permite. El personal de base o sindicalizados, a ellos sí les pueden respetar su espacio laboral, susceptible a ser cambiados de dependencia o dentro de la misma, pero siempre tendrán su plaza.
De modo, que el proceso de entrega recepción de cada dependencia, incluye, a como ha sido siempre, poner a disposición de los nuevos jefes o titulares, las renuncias del personal de confianza, para que pueden ellos ubicar al personal que traigan para trabajar; es lo lógico y lo justo; que los nuevos jefes traigan o lleven a su personal de confianza, con los que se sientan más a gusto para trabajar porque, precisamente, les tienen confianza, porque a últimas, ni los que ahora están le tienen confianza a los jefes que van a llegar, ni los nuevos jefes, les tienen confianza a los que ahora están; así de fácil y sencillo. El tema da para más, pero en otra entrega.
Y Para Usted También
**La Secretaría de Educación en la entidad (SETAB), cumple la normatividad al garantizar el derecho a la educación, pues se tienen espacios disponibles para los estudiantes de este nivel (bachillerato/preparatoria), en todos los municipios**En Tabasco está garantizado el espacio para los casi 40 mil estudiantes que solicitan su ingreso a los planteles públicos de nivel medio superior, ya que una de las prioridades es que todos los jóvenes que egresan de secundaria tengan acceso y oportunidades para continuar su formación académica**hasta mañana dios mediante.

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