[Jorge Jesús de la Cruz]

* Las mentiras de Martín Palacios 

Manejar en estado de ebriedad es una infracción de tránsito, y si además de eso, provoca un choque donde hayan lesionados, la sanción es mayor, al menos en el papel así se encuentra establecido, en los hechos no ocurrió así cuando la noche del lunes pasado el dirigente del PT, Martín Palacios evitó la detención al tener un percance en su camioneta contra un autobús de pasajeros, porque agentes de la PEC lo protegieron.

Existen videos y el testimonio de las personas que iban a bordo de la unidad de transporte de las condiciones como se encontraba esa noche Martín Palacios, pese a que el dirigente del PT estaba cometiendo varias infracciones al reglamento de tránsito, pudo más el influyentismo, porque lo dejaron ir, quedando detenido el chofer del Transmetropolitano.

Por estos hechos, en vez de dar la cara Martín Palacios, se sintió ofendido por la publicación de que se encontraba borracho, incluso advirtió que demandaría a quienes lo estaban exhibiendo; de hecho en rueda de prensa del PT, tuvieron el cinismo de defenderlo, nada más falto que dijeran que es abstemio y que los videos donde se le exhibe la condición en que se encontraba están editados.

Tendrá todo el derecho de defenderse Martín Palacios, pero que no pretenda mentir, porque los testigos del accidente insisten que andaba bien borracho, llevaba la camioneta sin luces y el golpe se dio por circular a exceso de velocidad. Por cierto, de todas estas anomalías, en aras de la transparencia, la PEC debería informar cuanto de multa debe pagar por todas esas infracciones.

Tampoco ha querido hacerse cargo de los lesionados, entre ellos una mujer embarazada y dos menores de edad; es una pena que Martín Palacios ejerza el influyentismo para evadir una responsabilidad, y luego pretendiendo victimizarse mienta diciendo que lo golpearon, cuando las lesiones que tiene, es producto de lo fuerte que estuvo el choque.

Apenas ayer jueves dio la cara, los efectos de la parranda le duraron tres días más, porque si tuviera la vergüenza de asumir las consecuencias de sus actos, desde el primer momento del accidente hubiera respondido, evitando que al chofer del autobús de pasajeros se lo llevaran preso, cuando era a él a quien debieron encarcelar, porque el reglamento de tránsito establece con claridad las sanciones a quien maneja borracho y provoca accidente con heridos.

Es una pena que no de la cara a los problemas y muy fanfarrón amenace con demandas por difamación. Los hechos lo exhiben, aunque lo niegue.

E-mail: jorjes99@hotmail.com

Síganme en twitter @jorgedelacruz99