[Jorge Jesús de la Cruz]
* Austeridad, entre el decir y el hacer
Hoy el gobernador Arturo Núñez Jiménez dará a conocer el programa de austeridad que reclaman los nuevos tiempos derivado de los vaivenes de la economía mundial, los bajos precios del petróleo, y el incremento desproporcionado a la gasolina; de hecho, se aplica un programa de esta naturaleza desde que inicio la administración, para hacer frente al desorden encontrado del gobernó anterior.
Gobernadores de Jalisco, Nuevo León, Sonora, Campeche, han anunciado medidas importantes para superar los problemas de liquidez, incluso en la Cámara de Senadores y San Lázaro se anunciaron algunas acciones, la coincidencia, por encima de cualquier criterio político o partidista, es que se deben entrar en austeridad, apretarse el cinturón, a como ya lo hace, la población en general, porque no deben existir privilegios a quienes se encuentran en el ejercicio del poder público.
El programa de austeridad debe ser aplicado en su totalidad, que la población realmente encuentre congruencia entre el decir y el hacer. No vaya a ser que se continúe viendo a choferes de funcionarios, en el interior de los vehículos, con motor encendido, enclimados, gastando gasolina, porque así se les observa aunque tarden horas esperando al jefe.
El gasto público debe reducirse considerablemente, deberían eliminarse los gastos que generan con comidas, uso de telefonía celular, incluso no darles vehículos oficiales, que usen propios; hace dos días la dirigencia el PAN presentó una propuesta para procurar austeridad; también el PVEM ha mencionado a través de su dirigente Federico Madrazo que desde el año pasado presentó una iniciativa en el Congreso para que se aplique con rigor.
El anuncio que hoy dé a conocer el gobernador Arturo Núñez debe ser alentador, de hecho no ha habido dispendio, pero se debe implementar recortes en gastos superfluos y como dijera Jaime Rodríguez, mandatario de Nuevo León, a quien no le guste, que se vaya.
Lo que se anuncie en materia de austeridad, tendrá que aplicarse al pie de la letra, y aquellos servidores públicos que incurran en excesos, deberán ser sancionados sin miramientos. Son tiempos de vacas flacas, y como tal, apretarse el cinturón es corresponsabilidad de todos, desde el gobierno, pasando por legisladores, empresarios, población en general.
Sería lamentable que se anuncie austeridad y haya quienes solamente lo digan en el discurso y se dediquen al derroche.
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