Sin Rodeos

Fernando Hernandez G columna sin rodeos

[Por Fernando Hernández Gómez]

fdohernandezg@hotmail.com

‘Apretarse el cinturón’

Todavía resuenan las palabras del Presidente Enrique Peña Nieto, en Huimanguillo, el viernes 23. A la petición del gobernador Arturo Núñez Jiménez, que se diera “cierto trato diferenciado” a Tabasco y Campeche –dos de las tres economías estatales más golpeadas por la crisis del petróleo; la otra es Veracruz– en el presupuesto federal del 2017, no sólo no dio esperanzas sino que subrayó que habría un “recorte agresivo al gasto” y conminó a los demás órdenes de gobierno a actuar en reciprocidad.

Los ingresos del país se desplomaron por razón de los precios del petróleo, “y eso ha llevado a que el gobierno, con sentido de responsabilidad, haga un ajuste en el gasto presupuestal, como ocurriría en el seno de cualquier familia que actuara con responsabilidad: no le puede usted seguir metiendo a la tarjeta si los ingresos se caen”, justificó el mandatario del país.

Enseguida recalcó: “Hay que hacer más bien un ajuste y hay que apretarse el cinturón. Y lo he señalado: le corresponde al gobierno apretarse el cinturón y actuar con sentido de responsabilidad”.

Esa ‘familia’ de que habló el Presidente Peña es sin duda la República Mexicana y sus miembros, las entidades federativas. A todas les recomendó ‘apretarse el cinturón’. Esto implica reducir gastos, eliminar lo innecesario y ahorrar en lugar de caer en dispendios. No ajustar el gasto en este momento sería tanto como actuar con irresponsabilidad, en cualquier orden de gobierno.

Desde luego, no todo está perdido. Nos queda –como anotó el propio Peña Nieto– una carta por jugar: el Congreso de la Unión, donde se discutirá y se harán modificaciones al paquete fiscal propuesto por el Ejecutivo federal.

El proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2017 –que desglosan especialistas en finanzas– prevé que el gasto federalizado tendrá una reducción real de 3.1 por ciento. Éste se compone de participaciones, aportaciones, subsidios y transferencias a estados y municipios.

Arturo Núñez está en la pelea por las partidas federales que le corresponden a Tabasco. Demanda un trato diferenciado no en razón de que busque preferencias sino porque su estado es de los más golpeados por la convulsión petrolera, y no sólo no se repone con la ayuda emergente que llega a cuentagotas sino que ocasiona que el desempleo siga en aumento y se mantenga con la tasa más alta del país (7.7 por ciento).

Los legisladores federales también sacan cuentas. Los gobernadores de sus entidades les han pedido apoyo para defender sus presupuestos y aprovechar cualquier margen de maniobra en las negociaciones.

Al dirigente estatal del PRD, Candelario Pérez Alvarado ya no le alcanzaron los dedos de las manos para sumar lo que restarán a Tabasco en el presupuesto federal. Estimó que el recorte ascenderá a mil 200 millones de pesos.

A raíz de la comparecencia del secretario de Hacienda, José Antonio Meade, en el Congreso de la Unión el jueves 22, aparecieron más afectaciones al gasto federal para la entidad. Y, a decir de Candelario Pérez, el impacto puede ser mayor, lo que se verá cuando se entre al detalle, al análisis rubro por rubro.

Estimó el diputado federal que a Tabasco y Campeche les pegará mucho el recorte a inversiones para infraestructura del Ramo 33. Y llamó su atención que el único que no sufre baja de recursos “es el Estado de México”.

Seguramente en ese recorte se irán inversiones para la continuación del Libramiento de Villahermosa y la edificación del único distribuidor vial que preveía la SCT en esta capital.

No descartemos incluso que se afectarán inversiones pendientes para proteger a la entidad de inundaciones. Si de por sí, de 2015 a 2016 al Proyecto Hidrológico de Tabasco (Prohtab) le mocharon 500 millones de pesos, al pasar de mil 100 millones a solo 600 millones, ¿cuándo quedará en 2017?

El recorte al gasto de Conagua en Tabasco ya afectó la partida para agua y saneamiento. Según el diputado federal perredista Óscar Ferrer Ávalos pasará de 500 millones de pesos en el PEF 2016, a 120 millones en 2017.

Con este panorama sombrío no quedará otra que, como señaló Peña Nieto, apretarse el cinturón. ¿Cómo hacerlo? Habrá que suprimir gastos todavía innecesarios en partidas estatales y municipales, y darle una revisada, o mejor dicho una verdadera sacudida a los presupuestos que ejercen los llamados organismos desconcentrados, como el IEPCT, TET, CEDH e ITAIP.

Tan sólo el IEPCT ha representado un costo excesivo para los tabasqueños, por el despilfarro, de ahora y de antes. Tiene sin utilizar un edificio por el que se pagó el doble de su costo y paga casi 100 mil pesos mensuales por el alquiler de su sede, cuando las rentas se han devaluado en Tabasco, más los altos sueldos, prestaciones, bonificaciones y gastos personales de que gozan consejeros y altos funcionarios electorales sin hacer prácticamente nada.

AL GRANO

TRAS SU DESTITUCIÓN como delegado de Profeco, Máximo Moscoso Pintado salió con la misma excusa del conductor ebrio que colisionó su vehículo con otro: ‘No choqué… me chocaron’… El ahora ex funcionario federal alega que a él lo ‘grillaron’… Bueno, al menos ahora tendrá tiempo de sobra para dedicarse a sus aspiraciones personales y a demostrar que es un político de peso completo…

Y EL QUE no se midió fue el dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, al asegurar que la filtración del pago de más de 1.7 millones de pesos que recibió al salir de la CFE, es parte de una estrategia para frenar las acciones que emprendió contra los corruptos de su partido… Alega que fue una liquidación legal, sólo que el señor no aclara que a él no lo despidieron sino renunció de manera voluntaria… ¿Cómo ve?

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