[Por Fernando Hernández Gómez]
fdohernandezg@hotmail.com
‘Uber’, ¿pirata?
No sé si exista en el país un sistema de transporte urbano –de autobuses, camionetas tipo urban y taxis– que sea eficiente, que dé satisfacción total al usuario.
Cuando el régimen anterior estableció en la entidad la modalidad del Transbús y taxis de servicio especial sectorizado, climatizados ambos, creímos que Tabasco ya estaba del otro lado.
No se había ido Andrés Granier Melo de la Quinta Grijalva, y los taxistas volvieron a sus usos y costumbres: el servicio colectivo por los rumbos en que ellos se desplazan. El servicio especial se le dejó a los radio-taxis.
Se pensó después que, al menos, el régimen granierista legaba una novedosa y vanguardista modalidad de transporte con las empresas Transbús y Transmetropolitano.
Hoy que ambas empresas están en bancarrota, se corrobora que la herencia de Ganier no fue más que un aparato de corrupción, en el que utilidades y subsidios millonarios fueron a parar a manos de unos cuantos de sus directivos y altos funcionarios de la SCT estatal.
Y justo cuando estábamos a la espera que la SCT del actual régimen dé a conocer su plan para devolverle a los villahermosinos un transporte urbano eficiente, irrumpe en el escenario lo que, para unos, es una solución a los requerimientos de un transporte de calidad y, para otros, una competencia desleal que pondría en riesgo los empleos de quienes viven de los taxis.
Se trata de la nueva modalidad de transporte denominada Uber, que opera mediante plataformas electrónicas, que ha sido exitosa en muchas ciudades del mundo, y que con vehículos de lujo, de modelo reciente, pretende entrar a la competencia del pasaje en Villahermosa.
Esta posibilidad ha desatado un gran debate que ha involucrado –haciendo a un lado a políticos– lo mismo a prestadores del servicio de transporte colectivo, que a autoridades y empresarios del ramo turístico. Los primeros lo ven como amenaza, el gobierno como servicio no autorizado y los otros, como una alternativa de más calidad a lo que ya existe.
El titular de la SCT, Agustín Silva Vidal, indicó hace una semana que su dependencia no ha recibido ninguna solicitud para brindar tal servicio. Y es que de acuerdo al funcionario, para “los permisos y concesiones, el único facultado de acuerdo al artículo 70 de nuestra ley es el Poder Ejecutivo, y estos señores en ningún momento se han acercado a la Secretaría”.
El caso es que el director de comunicación para México, Centroamérica y el Caribe de esta empresa, Luis de Uriarte, adelantó ayer que el 5 de septiembre el servicio de taxis Uber entrará en operaciones en Tabasco.
Pretenden dar –aseguró– una mejor opción de transporte, eficiente, seguro y a precios accesibles, a usuarios de Villahermosa.
Y estimó que, al cabo de un año, alrededor de cuatro mil personas podrían estar empleándose en taxis Uber.
Para la empresa no hay conflicto con la ley. “No existe ninguna legislación de transporte que contemple una nueva tecnología; aquí no se trata de un debate de la legalidad”, señaló. Tampoco vienen a desafiar a la autoridad, acotó.
Ayer mismo, el gobernador Arturo Núñez Jiménez refrendó la postura de su gobierno. “Uber y cualquier otra empresa será bienvenida a Tabasco en la medida que cumplan con nuestros ordenamientos jurídicos”.
Y subrayó el mandatario: “Lo que no puede ser es que, a pretexto de crear empleos, se pretenda pasar por encima del orden jurídico, porque Tabasco no es una selva en donde no hay ley o autoridad. Aquí hay ley y hay autoridad”.
La cuestión aquí no es tanto si se requiere o no el servicio de Uber, si estamos de acuerdo o no en que se implemente esta modalidad, si la empresa entrará por sus fueros o si el gobierno la frena…, la cuestión es el respeto a la ley.
El punto es que Uber ofrece –eso pretende aquí– un servicio tipo de automóviles de alquiler en la zona urbana de Villahermosa, y hay una ley que lo norma y una autoridad que lo regula.
El que la empresa Uber utilice una aplicación móvil para contactar usuarios y establecer rutas y tarifas, o que cobre con dinero plástico, eso sólo es un plus que no la exime de conducirse por la vía de la ley local, así pague impuestos.
Eso se les hizo ver ayer a los representantes de la empresa, atendidos en audiencia por el titular de la SCT y su área jurídica, que les remarcaron que en Tabasco el servicio público de transporte “no está liberado”.
Así es que, señores, en Tabasco no debe haber Uber piratas. Tampoco taxis, ni pochimóviles.
Ojalá sea parejo en esto la SCT de Agustín Silva, que ya no sabemos si está más interesado en convertirse en dirigente (¿pirata?) del PRD o en autoridad que se emplee a fondo en remediar la crisis del transporte urbano en Tabasco.
AL GRANO
AH, Y ESTAREMOS atentos a que el señor Silva presente su proyecto de servicio de transporte público integrado, más confortable y seguro, con taxímetros y dispositivos para cobro con tarjetas de débito y crédito –como Uber– para evitar el uso de efectivo y hasta cámaras de videograbación.