[Jorge Jesús de la Cruz]
* Crisis interna en el PRI
Con los resultados electorales de la jornada dominical, donde se aprecia que ha sido el PRI el partido que tuvo un resultado adverso, al pasar de 7 alcaldías que gano en el 2012 a solo 5 en esta ocasión, empieza la inconformidad por el silencio que ha venido guardando el dirigente Erubiel Lorenzo Alonso Que, al mantenerse al margen de lo que ha sucedido, dejando solo a los candidatos, como el de Cárdenas o Centro, que reclaman sus triunfos, sin contarse con su presencia física.
Juan Molina Becerra a través de las redes sociales ha manifestado su inconformidad por esta actitud del dirigente, al igual que Robert Gender, aspirante en Jalpa a ser candidato. Son quizás los primeros en poner la advertencia de la necesidad de pedir cuentas claras, y tal vez de hacer una renovación de la dirigencia aunque el periodo por el cual fue electo tenga apenas año y medio de estar transcurriendo.
La crisis en el PRI es mayor a la que se tuvo en el 2012, en aquella elección se perdió la gubernatura pese a lograr más de 440 mil votos, ahora el nivel de votos bajo considerablemente y se perdieron más alcaldías, pese a que Erubiel manifestaba en sus discursos y entrevistas que tendrían carro completo.
Tal vez desde el mismo Comité Directivo Estatal salgan a defender la permanencia de Erubiel, porque si en la elección pasada se quedó Francisco Herrera, en el cargo hasta que concluyo su periodo, ahora las circunstancias son diferentes, debido a que se debe estar trabajando en cuadros jóvenes y femeniles rumbo al 2018, para no tener que improvisar candidatos o llegar a postular “juanitas”, situación que provocó demasiado rechazo,
Lo cierto es que se debe renovar la dirigencia, al margen de que se vayan a impugnar los resultados del proceso en municipios como Centro; se debe aprovechar que a nivel nacional se tendrá una renovación porque Cesar Camacho Quiroz junto a Ivonne Ortega Pacheco dejaran sus cargos al irse a ocupar diputaciones federales y posiblemente sean quienes coordinen la bancada en San Làzaro.
No hay mucho que pensarle, si de nombres se trata, se puede echar mano de cuadros experimentados con solvencia política para hacer mejor las cosas, dispuestos a ponerse a trabajar con miras a tener un papel más digno en el 2018, sin engañar a los aspirantes, como sucedió en esta ocasión. Podría ser Freddy Chablé, tal vez el alcalde Pedro Arguello, o incluso Memo Narvaéz. Aunque en este asunto, los priistas son los que tienen la palabra.
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