[Redacción]
Gaudiano Rovirosa saluda a don Octavio que le repite lo perjudicial del encharcamiento del agua cuando llueve tres horas y lo de la carencia del agua potable
Villahermosa, Tabasco.- “¡Ya se llevó la alcaldía de Centro!”, le dice don Tomás, al candidato del PRD-Panal, Gerardo Gaudiano Rovirosa, cuando lo recibe, en la calle Chiquiguao de la colonia La Manga II, este jueves 14.
A las diez de la mañana, empieza la caminata por el callejón Ixtacomitán. El sol deslumbra y quema, aunque en la sombra del viejo mango, una leve corriente de aire conforta un poco. Gaudiano Rovirosa platica, escucha a las familias.
En la espera para saludar al candidato perredista, don Mauricio va por un banco de madera, amarillo, y se lo ofrece a los gaudianistas para que alcancen a colgar una lona. –¡Vamos a ganar! –le dice don Mauricio a Gerardo Gaudiano–. Necesitamos que usted se siente en esa silla, viejitos ya no queremos.
Más adelante, Gaudiano Rovirosa saluda a don Octavio que le repite lo perjudicial del encharcamiento del agua cuando llueve tres horas y lo de la carencia del agua potable. De la casa de enfrente sale doña María a saludar de beso tronado al “chamaco” del gobernador Leandro Rovirosa.
–Recuerdo a su abuelo el gobernador Rovirosa porque él urbanizó a la colonia –dice—. Como no me voy a acordar, aunque estaba chamaca. En la otra vivienda, el señor ofrece seis votos de su familia para que Gaudiano Rovirosa llegue a la presidencia municipal.
–Vamos a llegar y cambiaremos la tubería –anuncia Gaudiano.
El candidato a la alcaldía de Centro, Gerardo Gaudiano Rovirosa explica que cuando llegue al Ayuntamiento resolverá los principales problemas. –Vamos a gestionar recursos, pero no endeudaremos al Ayuntamiento –puntualiza.
A la mitad de la calle se detienen los vehículos para que les peguen el cubresol; mientras terminan su tarea los gaudianistas, los conductores saludan con el piiit piiitl. Los vecinos están contentos, a la mitad de la campaña, corre la información de que Gerardo aventajaba en los sondeos y “eso es una realidad”. Gerardo Gaudiano tiene experiencia, es joven, no lo han acusado de que haya robado, dicen.
–Además –tercia doña Juanita que se apoya en una de las dos muletas para levantarse y saludar a Gerardo Gaudiano–. Viene de buena familia, de una familia que sabe trabajar. Los gaudianistas tienen un receso en su caminata de proselitismo, la familia Martínez los recibe en su casa, en la esquina de Chiquiguao y Acachapan y Colmena. Departen pozol y dulce, también una caja de mango.
Acompañando el pozol con dulce de coco, Gerardo Gaudiano hace un recuento de las demandas y demandas, “resolveré pero no, no, endeudaré al municipio, gestionaré recursos”, destaca.