Para Usted

[Mario Gómez y González]

chayogomezg@hotmail.com

Bandera bajada de su asta

La principal bandera del actual régimen de la cuarta transformación en Tabasco para acceder al poder durante el pasado proceso electoral del 2018 y que, a decir de muchos analistas, fue la clave para ganar las simpatías, la confianza y los votos, fue “bajada de su asta”; puesta en tela de duda y de juicio, por quien, se supone, es el fedatario del gobierno estatal.

El secretario de gobierno local, Marcos Rosendo Medina Filigrana, prácticamente “tiró en el piso”, la mayor insignia de esta administración y elemento cohesionador de la voluntad popular en donde convergieron todos los tabasqueños a favor del partido en el poder: lograr el borrón y cuenta nueva y una nueva tarifa preferencial para Tabasco por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), todo en el marco de la firma de un convenio denominado “Adiós a tu deuda”.   

Pese a que horas después, el gobernador Adán Augusto López Hernández, tuvo que salir rápidamente a corregirle la plana a su jefe de gabinete; a su número “2”, y  pedirle a los benditos medios de comunicación, que difundieran el convenio en mención, el golpe ya había sido dado y la generación de más dudas y desconfianzas, matizaron aún más el sombrío panorama que los tabasqueños y Tabasco, vive con la CFE.

«Yo firmé pero no lo leí; lo reconozco», declaró el secretario de Gobierno, Marcos Rosendo Medina, al responder en torno a las inconformidades surgidas respecto al convenio “Adiós a tu deuda”; específicamente sobre la advertencia para los usuarios que se dieron de alta al programa pero que dejaron de pagar y que se les actualizará su adeudo histórico.

Aunque al término de la entrevista quiso componer o medio componer sus desafortunadas declaraciones, el responsable de la política interna de Tabasco, le tiró la papa caliente a su homólogo secretario de la SEDENER, José Antonio de la Vega Asmitia, dijo que las dudas e inquietudes se pueden resolver mediante el diálogo; “es una cuestión de dialogar y de encontrar solución al problema”, insistió con el dardo en clavado en el corazón, cuando el mal ya estaba hecho.

Un secretario de gobierno; el segundo en importancia dentro de la estructura de la administración pública estatal, firmó un documento de capital importancia para el gobierno que encabeza su jefe, el gobernador del estado, y resulta que no lo leyó; en otras palabras, dio fe con su firma, la legalidad de un documento, sin leerlo; vaya, sin que sus asesores o ayudantes lo hayan hecho. Así de fácil; qué chulada.

¿Qué tipos de funcionarios están al frente, en particular, de una institución (SEGOB), encargada de tender puentes; de armonizar la convivencia política y social de un conglomerado tan especial como el de los tabasqueños y su clase política; de garantizar las condiciones de gobernabilidad y paz social, a fin de que el régimen actual demuestre en los hechos que las cosas se están haciendo de una manera diferente?

Porque el secretario de gobierno es el que debe cubrir al mandatario estatal; es el dique de contención que detiene, regula, dosifica y amortigua, los impactos políticos, sociales y económicos; enderezando el barco y manteniendo la ruta con la mano firme en el timón, ante las fuertes oleadas de inconformidades y eventos que amenacen y atenten contra la viabilidad de esta nueva expresión de gobierno, bajo la cual viven los tabasqueños, al menos, por los cinco años siguientes.

Un destacado político tabasqueño dijo a este reportero, que con sus declaraciones, Marcos Rosendo Medina Filigrana, “le faltó al respeto al gobernador del estado”; por lo que tendrá que asumir el costo político personal de sus dichos; aunque otro, estudioso de la política tabasqueño, nos confió que en realidad, el oriundo de Jalpa de Méndez, está justificando su salida de la bien llamada “casita azul”.

A este respecto, no es nada descabellado, dado que Marcos Rosendo, no ha podido instalarse como verdadero interlocutor de los tabasqueños con su gobierno, debido a que no le han proporcionado las herramientas necesarias para hacer política; para lograr acuerdos y entendimientos, porque no puede cumplir compromisos, donde el principal aval es su palabra; si usted lo duda, pregúntele a los dirigentes políticos de la entidad (PRI, PRD, PAN, PVEM, et al). Su mano, no se siente en el Congreso estatal.

Los funcionarios no lo ven como jefe del gabinete; no lo consultan y no le tienen confianza, y eso le duele al preparado académicamente en la tierra de los Campos Elíseos; no en balde, algunos de sus allegados han balbuceado que Marcos Rosendo, ya se quiere ir de la SEGOB, pues pretende un escaño en el Congreso de la Unión o en el Congreso local; pero con todo esto que le acaba de ocurrir, ¿qué partido político lo pondría como su candidato o en los primeros lugares de las listas plurinominales?       

Y para redondear, uno de sus incondicionales, el coordinador de la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Congreso de Tabasco, Agustín Silva Vidal, lo justificó por haber declarado que no leyó el convenio ‘Adiós a tu deuda’, diciendo que pudo haber sido una “broma”, disque porque lo conoce bien. Qué clase de bromita, ¿eh?

Y Para Usted También

**El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), ordenó a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), entregar a un ciudadano la versión íntegra del convenio de colaboración que firmó con el estado de Tabasco, llamado “Adiós a tu deuda”, dio a conocer un portal informativo local, que destacó el hecho**La comisionada, Josefina Román Vergara, en sesión del Pleno el pasado 28 de noviembre, concluyó que la información contenida en el acuerdo, no corresponde a la naturaleza comercial e industrial que constituya una ventaja competitiva y económica, por lo que no se podría clasificar como secreto industrial y comercial, a como lo señaló la CFE** hasta mañana Dios mediante.

Deja un comentario

Cerrar menú