[Mario Gómez y González]
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Co-responsable y cómplice
La responsabilidad compartida se conoce como corresponsabilidad. Esto quiere decir que dicha responsabilidad es común a dos o más personas, quienes comparten una obligación o compromiso. Para entender la noción de corresponsabilidad, primero debemos conocer el concepto de responsabilidad. Este término refiere a una obligación o al cargo moral resultante de un posible error cometido en un cierto asunto; luego entonces, cuando se entiende que la obligación compete a más de un individuo, se habla de corresponsabilidad.
Fuentes consultadas en materia de Derecho penal, indican que cómplice es una persona que es responsable penal de un delito o falta pero no por haber sido el autor directo del mismo, sino por haber cooperado a la ejecución del hecho con actos anteriores o simultáneos. La figura del cómplice aparece en todos los ordenamientos jurídicos, si bien puede tener un tratamiento diferente y pueden existir matices con respecto a distintas formas de complicidad. En este sentido, en ocasiones se distingue entre: cooperador necesario: El que cooperan a la ejecución del delito con un acto sin el cual no se habría efectuado. Cómplice propiamente dicho: Aquel que coopera en la ejecución del delito, aunque sin su cooperación el delito podría haberse llevado a cabo en cualquier caso (el cómplice no domina el hecho).
Definitivamente la fuerza y el empuje de los benditos medios de comunicación en la entidad, dieron al traste con la supuesta intensión de que se olvidaran los actos de corrupción que se cometieron en el gobierno de Arturo Núñez Jiménez, rodeándolo de un manto protector de impunidad, tras ser públicos el terrible desfalco de las arcas estatales durante su administración y cuya cuenta pública fue reprobada por el congreso de Tabasco.
Sin la constancia de los medios de comunicación y las redes sociales, la sociedad tabasqueña no habría contado con los instrumentos y espacios necesarios donde externar el repudio ante tanto saqueo, desviación de recursos y malversación de dinero propiedad del gobierno estatal, supuestamente para canalizarlo en obras y acciones en favor del bienestar de la población y el desarrollo de la entidad.
Sin embargo, el hecho no concluye con la reprobación o no aprobación de la cuenta pública del Poder Ejecutivo, sino que habrá que esperar entre 30 y 60 días, para que el Órgano Superior de Fiscalización (OSFE), organismo que depende del Congreso del Estado, presente las demandas penales correspondientes y se proceda contra quienes hicieron mal uso de los recursos; vaya, que los devuelvan y que reciban la sanción correspondiente.
Este periodo de espera, corresponde a que, de acuerdo a la ley, los exfuncionarios tienen ese lapso de tiempo para solventar las irregularidades que fueron encontradas en las respectivas revisiones; sin embargo, hasta el momento y durante las revisiones correspondientes, nadie se presentó a solventar o explicar lo conducente, por lo que resultaría ilógico que lo hicieran ahora, que ya todo es oficial y que la sociedad y los medios de comunicación estarán muy pendientes del desarrollo de estas cuestiones.
En los círculos políticos de la entidad, hay coincidencia plena de que José Antonio de la Vega Azmitia, es responsable y cómplice de todo lo que sucedió en el sexenio anterior, por lo tanto, no se puede ir liso del desgarriate financiero del Nuñismo en perjuicio de Tabasco y de los tabasqueños ya que, tanto fue funcionario público, como Presidente del Congreso del Estado y Presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), así como jefe de la bancada del PRD en el poder legislativo estatal.
Por el lugar donde estaba, Pepe Toño de la Vega, conoció perfectamente todo lo negativo que se hizo con los recursos del pueblo de Tabasco; tuvo y tenía acceso a toda la información financiera del Nuñismo, precisamente por el lugar donde estaba y la misma función del Congreso estatal y del OSFE, al grado de que empujó a los legisladores del PRD a aprobar las cuentas públicas, aún, se insiste, cuando habían serias irregularidades.
No puede presumirse de inocente, porque más ahora, se le señaló y conoce como tapadera de Arturo Núñez Jiménez, al grado de que el exmandatario lo quiso imponer como su sucesor, pero en realidad no ganaba ni la cuadra donde se ubica su domicilio, pero eso sí, dispuso de muchísimo dinero para construir su candidatura y no más no le alcanzó; vaya, ni cosquillas le hizo a Gerardo Gaudiano.
Por ello, la sociedad de Tabasco le exige a Pepe Toño, asuma su responsabilidad tal cual, ya que formó parte del peor gobierno que ha tenido Tabasco durante los últimos años. Si argumentara que no supo nada; que no se enteró de nada o que ni se dio cuenta de todo, entonces es responsable y culpable del delito de omisión, ya que, se insiste, en el congreso estatal todo se sabía y ni que decir en el OSFE, de modo que tendrá que asumir su responsabilidad ante el pueblo de Tabasco.
Aún y cuando extrañamente la cuenta pública del Poder Legislativo fue aprobada (raro, nos dicen los estudiosos), que a los otros dos poderes a ellos sí se las reprobaron (al Ejecutivo y al Judicial), además de presumir protección y blindaje al ser funcionario de primer nivel del actual gobierno, De la vega Azmitia, no está libre de cien azotes. Aunque de todos modos, luego de esto, su carrera política en la entidad concluyó.
Y Para Usted También
Ya es oficial; El pleno del Congreso del estado de Tabasco reprobó la Cuenta Pública 2018 del ex gobernador Arturo Núñez; del poder judicial y de los ayuntamientos de Balancán, Cárdenas, Centla, Centro, Huimanguillo, Jalapa, Macuspana, Nacajuca, Paraíso, Tacotalpa, Teapa y Tenosique; mientras que la Cuenta Pública del municipio de Jonuta fue regresado a la Comisión dictaminadoralos diputados perredistas, Agustín Silva Vidal, Ricardo Fitz Mendoza y Patricia Hernández Calderón votaron en contra de la reprobación de la cuenta pública 2018 de Núñez, en tanto Dolores Gutiérrez Zurita y Lydia Izquierdo se abstuvieron**hasta mañana Dios mediante.