Para Usted

[Mario Gómez y González]
chayogomezg@hotmail.com
Nepotismo jalapaneco
Dice en una de sus páginas el Diccionario de la Real Academia Española (RAE), que el nepotismo, es la “desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos”.
En el ámbito de la política, específicamente en la administración pública federal, estatal y municipal (lo mismos que en los organismos descentralizados), se habla de nepotismo para referirse a la tendencia existente en todas ellas, de ofrecer puestos de trabajo a miembros de la familia por el mero del parentesco, pero sin tener en cuenta la formación o la capacidad para desarrollar las tareas en el cargo.
El hecho se agrava cuando el nepotismo se aplica a los cargos de máxima responsabilidad, ya que la consecuencia del mal desempeño de los mismos, puede redundar en pérdidas; en una crisis de la dependencia o en problemas de las más diversas índoles.
El nepotismo practicado y de todos conocido, de manera generalizada crea un ambiente de desconfianza entre los trabajadores y puede impedir que las dependencias accedan al mejor talento disponible en el mercado laboral, para cubrir los diferentes cargos o puestos, ya que quienes legítimamente aspiran a ellos verán que, o bien tienen pocas posibilidades de crecer profesionalmente o van a estar dirigidos por personas que no necesariamente son tan competentes o profesionales como ellos.
El mejor antídoto para el nepotismo es entrar en una dinámica de profesionalización en las instituciones, de modo que todos los empleados, especialmente los de cargos ejecutivos o de mayor responsabilidad, sean contratados en base a criterios objetivos de formación, capacidad y experiencia.
El nepotismo, pues, es una práctica prohibida en la administración pública. Los funcionarios, directivos y servidores públicos, y/o personal de confianza de las entidades y reparticiones públicas conformantes del sector público, (poco más o menos así está establecido por la ley), así como de las empresas del Estado, que gozan de la facultad de nombramiento y contratación de personal, o tengan injerencia directa o indirecta en el proceso de selección se encuentran prohibidos de nombrar, contratar o inducir a otro a hacerlo en su entidad respecto a sus parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad, por razón de matrimonio, unión de hecho o convivencia.
La prohibición se extiende a la suscripción de contratos de locación de servicios, contratos de consultoría, y otros de naturaleza similar. El nepotismo lleva a la destitución de los funcionarios y contratados involucrados, y en el caso de las autoridades, si cometen nepotismo, serían candidatos a ser cesados en el cargo de alcalde o de regidor (ámbito municipal).
En el municipio serrano de Jalapa, donde finge como alcaldesa la morenista Asunción Silván Méndez (chona), porque el verdadero alcalde; el que toma las decisiones y manda no precisamente tras bambalinas, sino públicamente, es su esposo Héctor Cámara Priego, las cosas siguen de mal en peor y ahora la nota la dieron por recientes cambios en el gabinete.
Desde hace dos semanas, fue designado como el nuevo director de Protección Ambiental y Desarrollo Sustentable, Rafael Cornelio Priego; nada más y nada menos que sobrino de su marido Héctor Cámara Priego, hijo de una de sus primas, en sustitución de Fernanda Cruz Ramos, quien ahora despacha como nueva titular de la coordinación de asuntos religiosos del ayuntamiento de Jalapa. Imagínese usted de cómo están las cosas por allá, pues de Protección Ambiental a Asuntos Religiosos, y todo por quedarse calladita (flojita y cooperando), para seguir chupando de la ubre municipal.
Los sufridos jalapanecos, dicen por doquier que, a un año que va de la administración municipal de Chona y Héctor, han roto record en cambios y destitución de funcionarios de todos los niveles del ayuntamiento. Destituciones y cambios que se han dado, incluso para dar entrada a familiares y amigos tanto de la alcaldesa como de su marido el llamado “presidentito” de Jalapa.
En Jalapa, pues, se dio una rayita más a la tigresa, perdón a la alcaldesa, con decisiones de esta naturaleza; aunque a nadie debe extrañar en razón de que, al igual que en otras administraciones municipales morenistas, se siguen con los mismos vicios y, aseguran, ni por asomo se aprende, enseña o predica con las máximas partidistas-filosóficas del Presidente López Obrador, en el sentido de, “no mentir, no robar y no traicionar”; por el contrario, Chona Silván, en lugar de ‘no mentir’, miente; de ‘no robar’, roba; de ‘no traicionar’, traiciona.

Y Para Usted También

Un destacado profesor e investigador de la Universidad Juárez autónoma de Tabasco (UJAT), de los que sí acuden diariamente a dar clases y trabaja de verdad, me comentaba un hecho que es del dominio público entre la comunidad académica y estudiantil del bien llamado, “territorio juchimán”Para nadie de nosotros, nos dijo, es un secreto que el gobernador Adán Augusto López Hernández, marcó su distancia del actual rector José Manuel Piña Gutiérrez, a quien no se le da lugar en los presídiums en los diferentes eventos gubernamentalesdel mismo modo, me comentaba que si hoy se tuvieras que tomar la decisión para la Rectoría de la UJAT, la terna estaría integrada por Egla Cornelio Landero, Guillermo Narváez Osorio y Fernando Rabelo Hartmanle inquirimos, de inmediato; ¿y la doctora Miriam Carolina Martínez López? * “no se le ve; porque su carácter impositivo e intransigente, no le ayuda en nada”, fue su respuestabuen inicio de semana**hasta mañana Dios mediante.

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