Sin Rodeos

[Por Fernando Hernández Gómez]
fdohernandezg@hotmail.com
Tabasco: crisis, síntomas y esperanza
Los bloqueos de vialidades en la capital tabasqueña –que ya son práctica recurrente para reclamar cualquier cosa– parecieran hablarnos de una crisis de gobernabilidad en la entidad, cuando se trata de expresiones de inconformidad, principalmente de grupos de la burocracia estatal que exigen pagos de salarios o prestaciones no cubiertas en los plazos habituales, que tienen su origen en serios problemas de liquidez que enfrenta la actual administración estatal en la recta final del periodo sexenal.
Los focos de protesta que ayer desquiciaron algunos puntos de la ciudad –empleados administrativos de la Secretaría de Educación bloquearon las avenidas Gregorio Méndez y Paseo Usumacinta, y ex trabajadores del ayuntamiento de Cunduacán, marcharon por calles céntricas en protesta por despidos injustificados–, más el paro de brazos caídos de maestros de la UJAT que dejaron sin clases a 20 mil alumnos, exigiendo garantías de que les pagarán a tiempos salarios y prestaciones de fin de año, son un reflejo de una imagen cotidiana en la ciudad de Villahermosa, de los problemas que causa en Tabasco la insuficiencia de recursos públicos.
El Comité de Derechos Humanos de Tabasco (Codehutab) ha documentado las protestas sociales que han ido a parar a la vía pública, y precisó que en los últimos tres años y nueve meses se registraron en la entidad mil 152 manifestaciones de inconformidad –la cifra más alta de la historia– traducidas en marchas, plantones y tomas de diversas instalaciones, y en su mayoría son contra dependencias del gobierno estatal. (Tabasco Hoy, 02Oct.2018)
Puede decirse que así como han ido aflorando estas muestras de inconformidad se les ha ido atendiendo y desactivando mediante compromisos de solución o la realización de los pagos reclamados. Pero no deja de ser preocupante que hoy se apaga una protesta y mañana aparecen dos. Y todos piden, exigen se les otorgue un dinero que en la tesorería estatal no se dispone porque se cayó la recaudación y se han reducido los ingresos que se obtienen vía participaciones federales.
El índice de desempleo que sube y baja pero se ha mantenido casi todo el sexenio como la tasa más alta del país, es reflejo de esta crisis económica que golpea a Tabasco. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo que elabora el INEGI, reportó que de agosto a septiembre la tasa de desocupación creció de 6.7 a 7.3 por ciento (Telerreportaje, 25Oct.2018). No es, sin embargo, el indicador más grave en este rubro, pues en febrero de este año la tasa llegó a 8.2 puntos porcentuales (El Heraldo de Tabasco, 28Mar.2018), que no se registraba desde 2010.
Por donde se le busque, no hay un dato estadístico positivo o que resulte halagüeño y nos permita avizorar la luz al final del túnel. Lea esto: Tabasco se mantiene en ‘rojo’ en seis de los ocho indicadores que evalúa la organización México, ¿Cómo Vamos?, a través del Semáforo Económico. La entidad no ha cumplido su meta de generación de empleos, ha decrecido en su economía y su pobreza laboral sigue siendo muy alta, lo mismo que la informalidad, la desigualdad laboral y la desocupación en el gobierno. (XEVA Noticias, 27Oct.2018)
El mismo INEGI reveló que durante el segundo trimestre de 2018, Tabasco registró la peor caída del país en su actividad económica, respecto del mismo periodo de 2017. El Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) para el trimestre abril-junio de 2018, registra que nuestro estado decreció tres por ciento respecto del primer trimestre del año y 6.8 por ciento en comparación con 2017, siendo este último el peor resultado nacional. (XEVA Noticias, 27Oct.2018)
El panorama ahora es negro, gris o rojo, como se le quiera ver. Pero, ¿existe si no la certidumbre, sí la esperanza de que habrá alguna recuperación, de que la economía estatal volverá a ser pujante y que las finanzas gubernamentales no padecerán de liquidez?
Si nos atenemos a una nota difundida ayer por la agencia Proceso –que corrobora todo lo que nos han dicho el Presidente electo Andrés Manuel López Obrador, y el gobernador electo Adán Augusto López Hernández–, existen augurios alentadores de que habrá no sólo un alivio a los males económicos sino nuevos buenos tiempos para Tabasco.
El presidente de la Comisión de Energía en la Cámara de Diputados federal, Manuel Rodríguez González –citado por Proceso– adelantó que en 2019 Tabasco recibirá inversión pública federal por más de 120 mil millones de pesos, tan solo en el sector energético. De este monto, 70 mil millones se aplicarán en la perforación y extracción de hidrocarburos, y los otros 50 mil millones para iniciar la construcción de la refinería en Dos Bocas, en Paraíso.
Estas inversiones reactivarán la economía tabasqueña y se recuperarán empleos perdidos por la severa crisis que enfrenta la entidad por el desplome de los precios del petróleo y la caída en los niveles de producción, vaticinó Rodríguez González. Además habrá otras acciones federales que impactarán positivamente en el estado, como el traslado de la Secretaría de Energía a Villahermosa; el programa Sembrando Vida, y las inversiones estatales en obras de infraestructura. “Vienen tiempos de gran bonanza económica para Tabasco”, enfatizó el legislador federal por Morena.
AL GRANO
NO SE HAGAN… PATOS… Ahora nos dicen que fue el estiércol de las aves migratorias que llegan a los cuerpos de agua tabasqueños, lo que activó algas tóxicas que mataron a los manatíes en Los Bitzales… Válgame…

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