Sin Rodeos

[Por Fernando Hernández Gómez]
fdohernandezg@hotmail.com
El impacto de la refinería
No cabe duda que la refinería que construirá en Paraíso el nuevo gobierno de la República que encabezará desde el 1° de diciembre Andrés Manuel López Obrador tendrá un gran impacto en Tabasco que transformará las condiciones socio-económicas y ambientales, sobre todo, en el municipio costero y en otras demarcaciones aledañas de la región Chontalpa.
De las previsiones que se tomen en lo inmediato dependerá que las repercusiones a mediano y largo plazos no sean negativas para los municipios de Paraíso y Comalcalco, que son los que más resentirán los efectos de la que será la mayor obra anunciada –hasta ahora– por el próximo Presidente de México.
¿De qué estamos hablando? Principalmente, de la protección al entorno ecológico, por lo que la mega-obra deberá contar desde antes que se coloque la primera piedra –lo que está previsto para enero del 2019– con los estudios de impacto ambiental, y del adecuado ordenamiento territorial, para que las obras de construcción de la refinería no afecten la funcionalidad de los servicios públicos, ni saturen la infraestructura de comunicaciones de la zona.
Habrá que actuar de la manera más inteligente, con visión de largo alcance para dimensionar el tamaño de lo que viene con esta refinería y cómo aprovechar las inversiones anunciadas –mencionaba el Presidente electo en su visita del domingo 14, que en tres años se invertirán 160 mil millones de pesos; esto es más de tres veces el presupuesto anual de la entidad– para beneficio de los tabasqueños.
Es importante ir viendo desde ahora cómo los empresarios locales que quieren y pueden hacer negocios productivos pueden participar en las inversiones que se moverán en las diversas etapas de construcción, y también cómo los tabasqueños que cuentan con la preparación podrán ser contratados en la edificación y en la operación de la planta… no vaya a ser que se repita la historia de lo que ha sido Pemex: que fuereños sean los gananciosos.
“Estamos programando una inversión de alrededor de ocho mil millones de dólares para la construcción de la refinería en tres años; el año próximo (se invertirán) dos mil 500 millones de dólares… así, hasta 2021 en que tenemos que terminarla, para que a mediados del próximo sexenio ya no se compre gasolina en el extranjero”, expuso López Obrador al apuntar que el plan de construir la planta de refinación de crudo va acompañado de la modernización de las seis refinerías existentes que hoy trabajan al 30 por ciento de su capacidad.
Junto a esto, se desplegarán otras grandes inversiones en Tabasco y Campeche para que el país aumente la producción de crudo, de un millón 800 mil barriles diarios que se obtienen actualmente, a dos millones 600 mil barriles, que serán únicamente para el consumo interno, según lo expuesto por el Presidente electo, quien sostuvo que México ya no venderá petróleo crudo al extranjero.
¿Qué tanto beneficiará todo esto a Tabasco y a sus habitantes? La respuesta todavía no la he percibido de un modo claro, puntual. El gobernador electo Adán Augusto López Hernández declaró en una reunión con legisladores federales por Tabasco, que con la construcción de la refinería en 540 hectáreas propiedad de Pemex en el puerto de Dos Bocas, se generarán entre ocho mil y 10 mil empleos para los próximos cuatro años. (Proceso, 11Sep.2018)
No cabe duda que habrá muchas fuentes de trabajo con la refinería y las obras de infraestructura colateral que habrán de realizarse (modernización de carreteras, distribuidores viales, red ferroviaria Estación Chontalpa-Dos Bocas, etc.), pero ¿cuántos de los empleos que generará su construcción serán para tabasqueños? ¿Cuántas de las plazas que creará Pemex para la operación de la refinería serán para profesionistas, técnicos y obreros con residencia en la entidad? ¿Cuántas empresas tabasqueñas tienen la capacidad para participar en las licitaciones? ¿Estamos listos para competir?
Hemos visto que en todas las ciudades en que Pemex ha construido refinerías y plantas procesadoras de hidrocarburos –como los grandes complejos petroquímicos del sur de Veracruz, hoy en ruinas– lo que más se percibe es una gran disparidad entre la modernidad que tuvieron estas factorías en sus inicios y el subdesarrollo en las ciudades que impactaron, donde proliferan cinturones de miseria. Eso es lo que no queremos para Tabasco, sus municipios y sus habitantes. ¿Qué están haciendo en este momento los ayuntamientos de Paraíso y Comalcalco al respecto?
AL GRANO
DESDE EL PRIMER día de gestión, el alcalde capitalino Evaristo Hernández Cruz ha dado muestras que no regresó al cargo a ver qué podía hacer, sino a poner manos a la obra para que el municipio avance en su desarrollo… Y ayer, anunció el inicio de la construcción de 300 aulas y 100 baños, así como techados de plazas cívicas en planteles educativos, el otorgamiento de becas mensuales de 500 pesos para los mejores estudiantes del nivel básico del municipio y el regreso del exitoso programa Niños de 10 –que en el trienio 2007-2009 llevó a infantes a la capital del país–, así como revisiones médicas de la vista y oídos a toda la niñez del municipio…

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