[Jorge Jesús de la Cruz]
* El fracaso del Transbus
El pasado uno de agosto se cumplieron 10 años de haber iniciado el sistema de transporte público Transbus con la promesa de que esta vez sí se otorgaría un servicio moderno, seguro, confiable a la población, sacando de circulación las combis que a diario protagonizaban accidentes; los primeros meses todo iba bien, el proyecto se consolidó en poco tiempo con 4 corredores urbanos y 220 unidades en 30 rutas.
Hoy en día es una empresa en ruinas, hay menos de 50 autobuses dando servicio, muchas rutas ya no se atienden, perjudicando a los usuarios teniendo que movilizarse con otras alternativas, generándoles más gastos. De las unidades que hay en circulación, a ninguna le sirve el timbre, tampoco los climas, los choferes ya no tienen la amabilidad con la cual se destacaban, hacen paradas donde se les da la gana, en fin, es un caos total.
Desde sus inicios, se intentó que el Transbus fuera una empresa privada, el problema surgió por las ambiciones de muchos líderes, acostumbrados a recibir dinero todos los días, por las tarifas que cobran a sus choferes con el uso de las combis; como empresa, era diferente el mecanismo, necesitaban incentivar una cultura empresarial, pero fueron más las ambiciones.
Poco a poco la empresa empezó venir a menos, luego de que fue calificado el Transbus como una de las mejores políticas públicas al servicio de la población, porque la movilidad se hacía con estándares de calidad. Hoy con el regreso a clases será un caos total, porque existen rutas que ya no se atienden, la frecuencia con la que circulan los autobuses es de hasta 40 minutos, sin que la SCT pueda intervenir para darle a la población las garantías suficientes para su traslado a sus centros de trabajo y escuelas.
Quien vino a terminar de enterrar el proyecto del Transbus fue Agustín Silva, quien nunca entendió, que su función al frente de la SCT era estar atento a las necesidades de la población en su movilidad; muchas veces anunció que daría a conocer un plan de modernización, ya se fue, tiene hasta fuero, y nunca hubo tal programa, se dice que haría una alianza con Grupo ADO, pero algo sucedió que la empresa transportista decidió no participar.
Cuando se incendiaron 43 unidades, ofreció que se tendría unidades emergentes para atender las rutas afectadas, solamente lo hizo unas semanas, demostrando Agustín Silva ser un inepto para desempeñar el cargo, pero ya se fue de la dependencia con el premio de una diputación local, como si hubiera hecho las cosas bien.
Por lo visto será la próxima administración la que atienda la problemática del transporte urbano, ya sea renovando el Transbus o conformando otra empresa, porque las actuales autoridades ya se van y están ocupados en la entrega – recepción, antes que atender la movilidad de la gente.
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