Columna Cúspide

[Por Carlos Alberto Merodio]

 “Liliana Madrigal, Vocación al Servicio De La Gente”

A escala mundial las mujeres ocupan todavía el 16 por ciento de los escaños en parlamentos nacionales, y solo 19 países han alcanzado la meta del 30 por ciento establecido por las Naciones Unidas; todavía en pleno siglo XXI existen algunas regiones en el mundo, en que las mujeres ni siquiera pueden ejercer su derecho al voto; pese a ser supuestos países democráticos, ellas no pueden participar en la vida política; como representantes populares o en gobiernos.

A finales del año 2005 las mujeres Jefas de Estado solo representaban el 5 por ciento a nivel mundial, ninguna de ellas además; se prestó para dirigir UN SISTEMA DICTATORIAL, incluso cuando escuchamos el término jamás lo relacionaríamos con el género femenino, en un espectro generalizado las mujeres al frente de una responsabilidad pública; han sido elegidas por sus electores en absolutos regímenes democráticos.

Combatir las brechas de género desde la edad escolar es el paso inicial, debemos sin pretensiones procurar una educación inclusiva, participativa y generadora de conciencia social, tanto en el hogar como en los centros de estudio; al asegurar un proceso de formación de adultos responsables, equilibrados y libres de prejuicios se llega sin menoscabo a un sistema de valoración individual lejano a caracterizaciones discriminatorias como los que nos afectan en la actualidad; como el machismo, la explotación sexual, el sometimiento conyugal y la falta de oportunidades equitativas en los procesos de desarrollo humano.

El descomunal reto como sociedad contemporánea, nos sitúa en la necesidad prioritaria de reducir las brechas existentes entre la interrelación de hombres y mujeres, al promover la capacitación política a mujeres e impulsar su participación en las actividades comunales y partidarias.

Un personaje comprometido con formular y establecer parámetros de inclusión no solo de la mujer sino de los grupos vulnerables dentro de los que se encuentran Adultos Mayores, Discapacitados, Niños, Madres Solteras y Jóvenes de toda índole; es la Diputada Federal Liliana Madrigal; quien tras de sí, ha conformado una estela incesante de trabajo útil, en favor de la sociedad en general, que permanentemente reclama su injerencia y gestión.

En esta dinámica de abanderar las necesidades prioritarias de los núcleos sociales que lo requieren, en pasados días la joven parlamentaria organizó en Tabasco, el Conversatorio para la Dignificación Laboral de los Cuerpos Policiales y Ministeriales en México, evento que se llevó a cabo de manera conjunta con Universidades de la Región, Diputados Federales, así como representantes de las distintas corporaciones de seguridad con injerencia en el tema, entre ellos el Comisionado Nacional de Seguridad Renato Sales Heredia.

La coincidencia fundamental del evento se centró en la necesidad de fortalecer los derechos laborales y sociales de policías; bajo la premisa que individuos (policías) fortalecidos, capacitados adecuadamente y bien retribuidos, propician instituciones de seguridad, eficientes para la sociedad a la que se deben, estableciéndose como punto focal de acuerdo; impulsar desde la máxima tribuna de los mexicanos; la reforma al artículo 123 Constitucional, a fin que los policías a nivel nacional, cuenten con los mismos derechos laborales que cualquier otro trabajador, situación que hoy día no ocurre por múltiples razones.

No está por demás mencionar que Liliana Ivette Madrigal Méndez es una mujer muy bien preparada, cuenta con Maestría en Administración Pública y es Abogada por la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco; ha sido diputada local, Funcionaria de la Fiscalía General de Tabasco, actualmente es una tenaz y dinámica Diputada Federal del PRI; y seguramente una de las cartas fuertes del longevo partido tricolor para las próximas elecciones del 2018 en Tabasco, producto de su vocación al servicio de la gente.

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