[Jorge Jesús de la Cruz]

* Desafortunado egoísmo ciudadano

El municipio de Centro ha ido mejorando, a casi un año de estar al frente de la alcaldía Gerardo Gaudiano, los resultados están a la vista y aunque aparecen algunos detractores que sin sustento quieren cuestionar el trabajo que se realiza, no hay peor ciego, que aquél que no quiera ver. Hay obras en diferentes localidades, colonias, rancherías, fraccionamientos, más las que seguirán realizándose, luego de encontrar respuesta en las gestiones emprendidas ante la Secretaria de Hacienda.

Gerardo Gaudiano llegó a trabajar al municipio de Centro, aunque lo han encartado muchos analistas en la sucesión gubernamental, no se distrae, sabe bien que la mejor recomendación que pueda tener, cuando sean los momentos decisivos, es los resultados, mientras tanto, no pierde el tiempo y mantiene firme su compromiso de cumplir con creces, lo lleva en la sangre.

Lo que es desafortunado, la actitud irresponsable de muchas personas, demuestran que no son buenos ciudadanos aquellos que en sus vehículos se suben a las jardineras de la Prolongación de Paseo Tabasco, para evadir un caos vehicular, o bien aquellas personas que se suben a las que se colocaron sobre la misma avenida, por no tener una convicción cívica, de cruzar en las zonas peatonales previamente establecidas.

Es penoso que a diario ocurran estas imágenes, no cuidan las obras que se realizan, y después vendrán las críticas de que se encuentran en malas condiciones. Pero si van a otras ciudades donde existen paso peatonales exclusivos, claro que los respetan, aquí no lo hacen, por esa actitud de no respetar los espacios que se asignan para cruzar.

Hay que tener cultura, eso viene de la casa materna, aunque se coloquen señalamientos pidiéndoles respeten los espacios de embellecimiento, a la gente le vale y de esa manera exhibe que somos una sociedad que ha ido dejando a un lado los valores. Como van a poder exigir obras, acciones, si las que se tienen, no las valoran.

Lo más grave, encontrar comentarios de quienes pareciera están de acuerdo con esas personas que no respetan las jardineras, ni los arriates. Es terrible que sucedan estas cosas, dando una mala imagen como sociedad. Pese a eso, seguirán las obras de embellecimiento en otras avenidas de la ciudad como Paseo Usumacinta, el esfuerzo vale la pena, aunque existan personas que no sepan valorar las obras que se hacen, en un evidente egoísmo ciudadano.

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