[Jorge Jesús de la Cruz]
* Ingratitud del PRI con Tito Villegas
La muerte de Tito Villegas sorprendió a todos, era un tipazo; desde hace unos 25 años me distinguió con su amistad, todo un caballero, gente honesta, decente, y además uno de los files lectores de mi columna, recibiendo siempre encomiables expresiones de afecto. Su partida claro que duele, pero parece que a quienes tienen en estos momentos el manejo de los destinos del PRI, no les conmovió, ni siquiera porque su deceso fue en el cumplimiento de su deber, como representante del tricolor en el IEPCT.
Cuando se dio a conocer que Tito Villegas sufrió un infarto, era una de esas noticias que nadie quisiera creer fuera cierta, pero el destino es así. Lástima que el PRI, partido por el que literalmente dio la vida, no sea congruente con la manera cómo defendía los colores, podría decirse que lo llevaba en las venas, porque aunque se corrió la versión de que le harían un homenaje de cuerpo presente, al final de cuentas no hubo nada.
Esa no es la manera de corresponder con un priista de cepa, el martes en un escueto comunicado desde el CDE lamentan su deceso y anuncian que le realizaran un homenaje póstumo como reconocimiento a su trayectoria y lealtad en la sede del PRI, pero no quisieron hacerlo de cuerpo presente; ya después no tiene sentido.
Nadie de la dirigencia estatal quiso organizar algo, la excusa o el pretexto fue decir que se encuentran en campaña; ni Gina Trujillo fue capaz de suspender sus actividades por lo menos mientras lo enterraban, no se trataba de cualquier priista, sino de quien la estuvo representando, defendiendo, ante la autoridad electoral. Pero no lo hizo, eso es ingratitud, porque el 15 de mayo, hasta video difundió llorando por la muerte de Juan Carlos Huerta, ahora no hizo el mismo despliegue de difusión, para lamentar la partida de Tito Villegas.
Dicen que los amigos se ven desde la cama de un hospital, y hasta en la hora de su muerte, pero con Tito Villegas muchos priistas, que en redes sociales lo llenaron de elogios, no estuvieron en el velorio, contados con la mano los que fueron al sepelio. Lo que si vale resaltar, es la disposición de Gabriela López, candidata a alcaldesa en Centla, hasta un rezo dirigió en la madrugada, así era el cariño y afecto que sentía.
No se vale el desprecio del PRI con Tito Villegas, el homenaje era de cuerpo presente, porque todo lo que hizo por el tricolor, muy pocos son capaces de llevarlo a cabo con la convicción como siempre lo hizo. La excusa es una burda forma de regatearle un justo reconocimiento a su trayectoria, es una pena que se hayan comportado así, no fueron recíprocos con todo lo que aporto. Lamento su partida, además he perdido un ferviente lector. Descansa en paz querido amigo.
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