Sin Rodeos

Fernando Hernandez G columna sin rodeos

[Por Fernando Hernández Gómez]

fdohernandezg@hotmail.com

Los hilos de la seguridad

¿Quién debe disponer de primera mano de la información obtenida por medios audiovisuales y tecnologías de comunicaciones de los sucesos relacionados con la seguridad pública, emergencias y situaciones de crisis en Tabasco?

¿Quién debe dar seguimiento y procesar dicha información para la implementación de estrategias y acciones que permitan actuar con oportunidad ante sucesos delictivos o situaciones que representen riesgo para la seguridad de la población?

En Tabasco esa información se concentra en el Centro de Comunicación, Control y Comando –conocido como C-4– y estuvo a cargo de la corporación policiaca estatal, desde que ésta tiene rango de secretaría.

¿Qué se hacía con esa información? ¿Qué uso se daba a lo que desde el C-4 se veía y escuchaba a través de sus equipos especializados de monitoreo de imágenes en vía pública e infraestructura de comunicaciones?

Nadie ajeno a esa corporación puede decirlo con certeza. Lo que sí fue evidente es que las medidas que presuntamente se implementaban para combatir a la delincuencia fueron un fiasco.

La inseguridad creció y quienes despojaban de su patrimonio, quienes atemorizaban a la población gozaban de impunidad. Eso no podía seguir así. Había que poner un alto y dar resultados.

Por ello, en el Ejecutivo estatal se tomó la determinación que el C-4 se transfiriera de la SSP a la Secretaría de Gobierno, que desde el arribo de Gustavo Rosario Torres a su titularidad (01/ julio/ 2016), se hizo cargo de manera directa de coordinar todos los esfuerzos y estrategias gubernamentales para devolverle la seguridad y tranquilidad a la población.

Se cambiaron mandos en todas las corporaciones e instancias relacionadas con la seguridad; se reactivaron las Bases de Operaciones Mixtas (BOM), y un área vital para la reacción eficaz de la autoridad y la toma de decisiones estratégicas contra el crimen como es el C-4, no podía quedar al margen.

El objetivo principal del C-4 –retomo definición de la empresa especializada Grupo Covix– es “mejorar la reacción entre elementos de seguridad y operadores de emergencias en situaciones de crisis, con un tiempo de respuesta eficiente, mediante la obtención de información oportuna”.

Eso no ocurría con el C-4 en Tabasco. No había resultados. No se actuaba con oportunidad, si es que se reaccionaba. La eficiencia, pues, estaba ausente. Y si había que mejorar, las cosas no podían seguir igual.

La decisión de transferir el C-4 a la Secretaría de Gobierno se hizo pública el 17 de agosto. Comenzó entonces un debate político que quiso enturbiar el proceso de traspaso, el cual culminó el martes 13 al aprobarse en el Congreso local la reforma a la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo y la del Sistema Estatal de Seguridad Pública.

Desde que envió la iniciativa al Legislativo (26/agosto/2016), el jefe del Ejecutivo, Arturo Núñez Jiménez, puntualizó que la adhesión de dicho centro a la Secretaría de Gobierno, le brindará mayor autonomía y agilidad en el desempeño de sus funciones, las cuales son operar y coordinar el Sistema Estatal de Información sobre Seguridad Pública.

Hoy que los hilos de la seguridad pública de Tabasco están en una sola mano que coordina a todas las instancias, comienzan a fluir resultados en el combate a la incidencia delictiva.

No se dejan de cometer ilícitos, pero muchos delincuentes ya no se salen con la suya tan fácilmente. Algunos son atrapados en plena fuga; otros caen tras un pertinente análisis de los materiales video-grabados durante sus fechorías.

A los delincuentes se les van cerrando las rutas para cometer sus fechorías, para fugarse y esconderse.

No quiere decir esto que la pesadilla de la inseguridad ya terminó. Lo que se aprecia es que las autoridades ya disponen de estrategias y herramientas para que, en lugar de excusas, aporten resultados. Éstos serán mayores en la medida que exista también una mayor coordinación de los tres órdenes de gobierno.

Falta estrechar esa coordinación y trabajo conjunto entre los gobiernos federal, estatal y municipales para hacer frente a la inseguridad.

Planteaba el gobernador Núñez el martes que si hay una política pública que requiera coordinación intergubernamental y armonía total, “es la que tiene que ver con el “grave reto que enfrentamos en materia de seguridad pública”.

Se espera que la coordinación interinstitucional que se dará al implementarse el Mando Único Policial –suscrito por el gobierno estatal y 16 ayuntamientos– abone pronto en lograr mejores resultados para tranquilidad de la población.

AL GRANO

 

Cuánta falta hace que en Tabasco se afirme y se confirme que “el que la hace, la paga”.

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