Sin Rodeos

Fernando Hernandez G columna sin rodeos

[Por Fernando Hernández Gómez]

fdohernandezg@hotmail.com

Ochoa Reza y el pozol agrio

En un par de dos semanas, el nuevo jefe del priismo Enrique Ochoa Reza vendrá a reunirse con sus correligionarios de Tabasco –como lo está haciendo con los de todas las entidades del país– para tener el pulso exacto de lo que sucede en su partido y para marcar línea de cómo encarar a los adversarios con miras a la gran contienda electoral que en 2018 se disputará simultáneamente en los ámbitos federal y estatal.

¿Qué encontrará? Exponer lo que sucede con el priismo tabasqueño no requiere un análisis muy sesudo. El PRI está igual –o peor– que como estaba luego de las derrotas de 2012, 2015 y la extraordinaria en Centro de 2016. Un partido dividido, confrontado, descompuesto. La descripción no es mía. La hizo el 29 de abril último Miguel Ángel Valdivia, presidente estatal de ese instituto político, en una entrevista de radio.

Encontrará un partido a la espera de que lo arrope su dirigencia nacional, que no ha sido capaz siquiera de enviarle a los priistas locales un delegado general que meta orden en temas de disciplina que debe atender el CEN y que conduzca, como le corresponde a ese comité, el proceso interno para nombrar un presidente sustituto.

Antes que cualquier cosa, Enrique Ochoa deberá decirle al priismo tabasqueño cuándo emitirá la convocatoria para renovar la presidencia del CDE y anunciarles quién será el delegado del CEN.

Postergar demasiado esto no hará más que seguir desgastando a su dirigente estatal –acosado por grupos– y retrasar más un trabajo de reorganización interna a fondo, aun cuando ya haya dado su anuencia para que Miguel Valdivia termine el periodo que cubre interinamente.

Y marcarle directrices a los priistas suena como una tarea complicada, sobre todo porque el dirigente nacional del tricolor trae un discurso muy previsible, que no logra encender a sus audiencias y que tal vez es más difícil de vender aquí que un jorongo de lana en pleno mayo.

Ubicamos cuatro líneas discursivas en los mensajes del dirigente partidista que hace apenas unas semanas despachaba en las oficinas centrales de la CFE sin tantos inconvenientes, más que cobrarnos más cara la luz:

La primera tiene que ver con cómo defender a su jefe político y convencer a quienes le escuchan que Enrique Peña Nieto está haciendo lo correcto, su mejor papel a favor de los mexicanos.

Por toda la geografía del país y en cuanto escenario se para, Ochoa Reza anda vendiendo los logros del régimen peñista que no son, precisamente, el principal gancho para atraer electores, en virtud de la baja popularidad del mandatario nacional.

Se hace acompañar de secretarios del gabinete presidencial para que le hablen a sus partidarios de las reformas estructurales de Peña Nieto. Tal vez esté inaugurando una pasarela de presidenciables. Al Estado de México llevó al titular de la SEP, Aurelio Nuño Mayer. ¿Con quién vendrá a Tabasco?

Difícil que convenza de que las reformas, llámese fiscal o energética, son favorables para la población, ya que no se ven resultados en el corto plazo; al contrario, han subido de precio las tarifas eléctricas y los combustibles, y por lo que hace a las inversiones en el sector de hidrocarburos lo único que ronda por Tabasco es el desempleo a raíz de la caída de los precios del petróleo.

La segunda línea es más difícil de creer: la del PRI que rechaza y combate la corrupción e impunidad, aún en su mismo seno. Diga lo que diga Ochoa Reza, nadie aceptará que hay una nueva mentalidad, una genuina actitud de moralidad cuando los gobernadores vecinos, Javier Duarte y Roberto Borge, que han saqueado a Veracruz y Quintana Roo, siguen burlándose de la ley.

La tercer línea, la de comparar los logros a la mitad de la gestión de Enrique Peña con los de su antecesor, el panista Felipe Calderón Hinojosa –para menguar la figura de la esposa de éste, Margarita Zavala, como aspirante presidencial– asegurando, por ejemplo, que el presidente emanado del PRI ya generó dos millones de empleos en tanto que en el mismo periodo el presidente surgido del PAN llevaba apenas 500 mil, acá no le servirá de nada por dos cosas: una, aquí no hay PAN, y la otra, por el desempleo incesante tampoco hay pan en la mesa de muchos tabasqueños.

La cuarta línea, de que Andrés Manuel López Obrador es un mentiroso, aquí no es novedad, pero a ver qué trae de nuevo en su discurso acerca del paisano que ya se ha anotado como candidato presidencial de su partido Morena. El tema de que mintió en su declaración 3 de 3 ya está muy trillado y aquí la mayoría no sabe ni con qué se come eso.

Ojalá sus correligionarios chocos atiendan bien y le den a probar pozol agrio al debutante líder priista, para que vaya sabiendo de una vez que en política no todo –y menos en estos tiempos– es miel sobre hojuelas.

AL GRANO

LAS REAPARICIONES están de moda… Guardados por mucho tiempo, a los ex dirigentes estatales del tricolor Francisco Herrera León y Erubiel Alonso Qué se les ha visto salir a los municipios encabezando reuniones que, dicen, son para recoger el sentir del priismo con miras a la 22 Asamblea Nacional de su partido… Hay quienes aseguran que lo que hacen es adelantar sus aspiraciones políticas, pero la verdad que ni al CDE del PRI ni a otros aspirantes a diversos grupos preocupa su inesperado activismo… EL DIPUTADO LOCAL Adrián Hernández Balboa que también aspira a la alcaldía de Centro ni se inmutó; hasta les dio la bienvenida, y los conminó a que “caminen más”, pues “lo que necesita el PRI es movilidad”… Y acotó: “lo importante es pensar en el partido, pensar en la militancia, pensar en reorganizarnos, en reestructurarnos… Ojalá que no sea un tema solamente de proyectos individuales”… Ése es el detalle.

Deja un comentario

Cerrar menú