[Jorge Jesús de la Cruz]

* Valdivia, espurio

El 10 de marzo venció el periodo de dos meses que el CEN del PRI autorizó para que Miguel Angel Valvidia de Dios se hiciera cargo de la dirigencia estatal, y lejos de dar a conocer si es verdad que le ratificaron por 90 días más, se ha escondido, por lo que deja entrever que no hay tal ampliación del plazo, y el cargo que ostente como presidente del CDE del tricolor no tiene validez.

Lo que llama la atención es el hecho de que los mismos priistas no alcen la voz para reclamar por esta ilegalidad que tienen en la dirigencia, no saben a quien proponer para el cargo, luego de la derrota del 13 de marzo, que los mando al tercer lugar de las preferencias electorales, ya que en estos momentos son nulas las posibilidades de poder recuperarse en las elecciones del 2018, vaya, es una misión imposible creer que pueda ganar la gubernatura.

Valdivia de Dios dijo que asumía el cargo con responsabilidad, enfocándose de tiempo completo a la elección extraordinaria, por eso hizo a un lado los reclamos de muchos priistas, de auditar a su antecesor, justificando que no había tiempo que perder; sin embargo al autonombrarse como comandante en jefe de la campaña pasada, fue un fracaso, no supo mandar correctamente las estrategias, por eso quedaron en el tercer lugar.

Un dirigente con las características de Miguel Angel Valdivia, sin ambición por unificar a todo el priismo, lo demostró en la campaña reciente al no tomar en cuenta al senador Humberto Mayans por las diferencias personales que ambos tienen, no puede ser considerado como el salvador del partido. Y si no tiene tampoco el aval de la dirigencia nacional para quedarse tres meses más, quiere decir que los priistas desde ahora se dan por vencidos en la siguiente elección, porque no tienen a nadie que pueda sacarlos adelante.

Es una obligación de Valdivia, mostrar el documento donde dice fue ratificado 90 días más, porque sin ese salvoconducto es un espurio, no tiene legalidad su permanencia en la dirigencia, al usurpar un cargo que nadie le ha otorgado y posiblemente nadie quisiera que continúe, por el resultado tan desastroso obtenido en la reciente elección extraordinaria.

Seguramente seguirán de agachones los priistas, no se puede pedir mucho, si nadie fue capaz de defender a Tila Hernández para que asumiera la curul en San Lázaro, ya que sus derechos políticos fueron pisoteados sin que nadie, mucho menos las mujeres, alzaran la voz para exigir legalidad en este asunto.

De seguir en la ilegalidad con su actual dirigente, así van a perder los pocos espacios que les quedan. Ya vieron que al CEN muy poco les importa.

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