[Jorge Jesús de la Cruz]
* Dejen que hablen los votos
* Las encuestas no son definitivas
Con la publicación de una encuesta en la que se ubica a Gerardo Gaudiano en el primer lugar de las preferencias con el 50% de los votos, dejando en un lejanísimo segundo lugar a Liliana Madrigal Méndez con 22%, y muy cerca de ella Octavio Romero Oropeza, con la posibilidad de que alcance a la priista, se desataron en redes sociales las descalificaciones, como una estrategia desesperada de quienes no ven al frente a su candidata.
Se ha mencionado hasta el cansando que las encuestas son como una especie de fotografía, es la acción de un momento, y que el resultado definitivo, el que le debe importar a todos, será el del domingo 13 de marzo, cuando se pueda confirmar si la gente saldrá a votar en esta elección extraordinaria, por lo tanto, deben dejar las conjeturas a un lado y esperar que hablen los votos.
La encuesta difundida tiene metodología, dos connotados priistas me comentaron que tiene mucha lógica, es más, ese es el mejor escenario que existe actualmente, porque en el peor, podría caer el PRI al tercer lugar, por la diferencia tan escasa que existe entre Liliana Madrigal y Octavio Romero, quien con el respaldo de Andrés López Obrador y Evaristo Hernández, puede lograr subir otros puntos más en las dos semanas que restan de la campaña.
No entendemos porque se apresuran a descalificar la encuesta publicada aquellos que quisieran ver al frente a Liliana Madrigal, mejor que se pongan a seguir trabajando para evitar que la diferencia porcentual no sea tan escandalosa, porque esto refleja que no era la idónea para ser postulada candidata, ya que estaba haciendo las cosas bien en el Congreso de la Unión.
Tenemos entendido que cuando a inicios de enero se discutía al interior del PRI las opciones de candidaturas, se puso sobre la mesa los nombres de Evaristo Hernández y Adrián Hernández Balboa, y cuando el INE emite las reglas para presentar candidato, tomando en cuentas las alianzas o candidaturas comunes, y había que ir con una mujer, hubo una propuesta seria y sólida para respaldar a Rosalinda López Hernández, pero no quisieron, ya que de pronto les propusieron a la diputada federal con licencia.
Por ese motivo es que han pretendido hacer creer a la población que la diferencia es muy poca, cuando arrancó la campaña dijeron que estaba a cuatro puntos de diferencia; hace una semana dieron a conocer que la distancia se redujo a dos puntos, pero nunca presentaron un trabajo serio, con metodología que pudiera sustentar esas cifras.
Ahora que se presenta una encuesta con rigor metodológico y se exhibe cual es la tendencia electoral, se molestan, descalifican, inventan historias urbanas sobre quien ordeno difundirla, cuando en realidad, lo que deben aceptar es que las cosas les están saliendo mal, al grado que sería desastroso terminen en el tercer lugar de las preferencias, tomando en cuenta el abstencionismo podría llevarse el segundo lugar, porque el triunfo no se lo gana nadie a Gerardo Gaudiano, quien apuesta a la propuesta, rechazando la burda guerra sucia en su contra que le han puesto, como la ridícula acción del domingo de quemar tres camisetas, sin que nadie presentará sus credenciales como perredistas.
Las encuestas no son definitivas, pueden variar las cifras, puntos más, puntos menos, entre los contendientes, pero la ventaja es irreversible, suficiente para que esta vez no vayan a apostar por una nueva anulación, seria inédito se pudiera dar.
Al arrancar las campañas en el PRI apostaron por fincar la difusión de la misma en redes sociales, la estrategia les falló, porque ha sido ahí donde más se han acentuado las críticas por las diversas declaraciones un tanto desafortunadas, así como la difusión de videos donde unos jóvenes están orinando en la vía pública, o donde la candidata recibe una oración en la vía pública, mezclando asuntos religiosos con su candidatura.
Lo que no pudieron avanzar en 15 días, no se podrá recuperar en los otros 15 días que restan de las campañas. Lo que debe prevalecer es la sensatez de todos los contendientes, hacer las cosas bien, no apostar a la guerra sucia, y que hablen los votos en las urnas, que es ahí donde se tendrá la verdadera encuesta, y luego cuando se den los resultados, lo acaten todos.
Y que en el PRI tampoco aprovechen las tragedias para andar incidiendo al voto del miedo, como último recurso para pretender revertir la desventaja tan considerable que se tiene. Al iniciar las campañas, la diferencia real era de 20 puntos, ahora es de 28, y puede crecer un poco más, porque la percepción ciudadana es que la población saldrá a votar por Gerardo Gaudiano.
DE LA BITACORA.- Por cierto, a cómo van las cosas en el PRI, y las derrotas son huérfanas, son capaces de echarle la culpa del fracaso a Erubiel Alonso, pero lo cierto es que hoy en día el voto está definido y decidido. Los responsables de la debacle tricolor, tendrán que afrontar con seriedad las cosas y tal vez esta sea la oportunidad para sanear la dirigencia y pugnar por liderazgos auténticos que encabecen al PRI rumbo al 2018. *** Pero si en esta elección quedan en tercer lugar, será difícil piensen en la victoria en dos años.
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