(Redacción)
Afirmó que es muy importante que su utilización se realice correctamente, cubriendo nariz y boca. Sin tocarlo mientras se utiliza, porque si se manipula, aumenta el riesgo de infectarse, por lo cual, al ponerse debe quedar bien ajustado a la cara, para evitar “estarlo acomodando”, porque se contamina
Ciudad de México a 26 de agosto de 2020.- Si la mayoría de la población incluye en las medidas de higiene y sana distancia, el uso cotidiano del cubrebocas -aún sin estar enferma-, se reducirá considerablemente el número de contagios y por tanto, se aceleraría el levantamiento de las medidas de restricción, señaló Miguel Betancourt, presidente de la Sociedad Mexicana de Salud Pública.
Afirmó que es muy importante que su utilización se realice correctamente, cubriendo nariz y boca. Sin tocarlo mientras se utiliza, porque si se manipula, aumenta el riesgo de infectarse, por lo cual, al ponerse debe quedar bien ajustado a la cara, para evitar “estarlo acomodando”, porque se contamina.
El especialista, indicó, que incluso los cubrebocas de tela que son hechos en casa y que solo brindan un 50 por ciento de protección, son muy útiles para evitar contagiarse, si se suman a todas las acciones preventivas.
La posibilidad de que una persona infecte a otra cuando está enferma y ninguna de las dos usa cubrebocas, es del 90 por ciento. En contraste, cuando una persona está infectada, usa cubrebocas e interactúa- a dos metros de distancia- con una persona sana, el riesgo de infectarse se reduce hasta 1.5 por ciento.
El cubrebocas no debe utilizarse como una medida única. Es muy importante, es muy útil, pero no es lo único que tenemos. Debe ser parte de una estrategia que vaya junto con la higiene y la sana distancia. Vemos que entre más gente use cubrebocas, su efecto preventivo va a ser mayor y cuando integramos todas las medidas vamos a poder regresar más rápido a nuestra vida cotidiana”, explicó.
Al participar en la conferencia “Cubrebocas: usarlo correctamente ayuda a salvar vidas” organizada por el Consejo de la Comunicación, el Presidente de la Sociedad Mexicana de Salud Pública, señaló que aunque el tiempo promedio de uso de un cubrebocas desechable o de tela, es de cuatro a seis horas, la recomendación para tirarlo o cambiarlo, es inmediatamente, cuando se humedece porque en ese momento ya no brinda protección.
Explicó que al poner y quitar el cubrebocas, se deben lavar las manos y desecharlo en un bote de basura con tapa. En caso que sea de tela, para volverlo a usar deberá lavarse con agua y jabón. (Fuente: Excelsior)