Festival del Queso: fusión de gastronomía, cultura y ecoturismo

[Redacción]
El evento que nació en 2013, se reinventa para generar movilidad, conectividad y nuevos negocios en el contexto de cuencas lecheras, el Tren y Ríos Mayas
Tenosique, Tabasco.- Una máscara de cojó, ese gran personaje de la tradicional Danza del Pochó que a causa de una maldición se transforma en un ser de madera, pero para encarnar al bien, marca la bienvenida a un mundo místico e invita a vivir una experiencia sensorial de colores, olores y sabores, en una fiesta única que sale de Tabasco para México y el mundo, desde uno de los últimos rincones de la frontera Sur.
Sobre su sombrero de paja lucen acomodadas diversas variedades del protagonista de todo el fin de semana: el queso, cuyo festival, en su séptima edición, lleva implícito un golpe de timón para relanzarlo como un producto turístico que permita atraer hacia esta región, la cuna de Los Ríos, la oleada de visitantes que en un futuro próximo inundará el circuito del Tren Maya.
La copa de la prenda está compuesta por quesos de hoja, ahumado, de hebra y de poro -único en el orbe-, aunque también está presente la vaca de donde se obtiene la leche que se cuaja para elaborar el alimento, además de vinos artesanales y turistas practicando puenting y remando en kayak.
Este es el nuevo rostro, de la renovada imagen del Festival del Queso: una nueva celebración de la tabasqueñeidad; una fusión de lo primario, de la agroindustria, de la naturaleza, con lo moderno.
Aquí, como en ninguna otra parte, gastronomía, cultura y ecoturismo conforman una simbiosis que involucra tradiciones, ritos, religiosidad y biodiversidad.
Los tambores retumban; el silbato de carrizo impregna el ambiente de magia; las pochoveras, que visten faldas largas y amplias de colores brillantes, con blusas con tiras a la usanza maya, deambulan por todo el recinto sede, el Centro de Convenciones. Mientras los ‘tigritos’ emergen del inframundo, personificados por niños, muchachos y hombres, que elevan el rugido con sus rostros pintados con barro amarillo y manchas negras para simular que son de esa especie, en la eterna lucha del bien contra el mal.
Es viernes 02 de agosto y la algarabía está a todo lo que da en Tenosique. El recinto de convenciones está a reventar y apenas es el primero de tres días de actividades.
La jornada inaugural es encabezada por el gobernador Adán Augusto López Hernández y el director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons.
A ellos, además de alcaldes, productores y dirigentes empresariales, los acompañan la presidenta del Sistema DIF estatal, Dea Isabel Estrada de López; el director general del Instituto de Competitividad Turística, Ramón Martínez Gasca, y los secretarios de Turismo de Tabasco, José Antonio Nieves Rodríguez y de Colima, María Luisa Íñiguez Méndez.
Contenido agroalimentario
La apertura está aderezada por sendos anuncios. El Tren Maya, el ambicioso proyecto impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, establecerá en Tabasco dos de sus 19 estaciones. En el trayecto estaba previsto Boca del Cerro, Tenosique. La novedad es otra terminal en Balancán, ya sea en El Triunfo o en Reforma, anuncia Rogelio Jiménez. Los aplausos estallan.
Pero el tren, que atravesará una ruta de más de mil 400 kilómetros, no es solo turismo, también tiene un contenido agroalimentario que permitirá cadenas de frío asociadas a vagones refrigerados que podrían ayudar a llevar queso desde esta región que además integra a productores de Balancán, Emiliano Zapata y Jonuta, con destino a la Península de Yucatán y la Riviera Maya, describe el titular del Fonatur.
El mandatario Adán Augusto recibe con beneplácito estos nuevos compromisos del Gobierno Federal con Tabasco y cuando toca su turno de tomar la palabra no desentona y suma más buenas noticias: “también estamos encampanando al director de Fonatur para ver si corremos la línea hasta Comalcalco para completar todo el circuito”, adelanta, entre risas.
Desde esta tierra, donde a como dice el poeta, con tanto azul y verde se llenan de esperanzas las pupilas, la jornada se completa y el Gobernador añade dos cuencas lecheras que reactivarán toda la industria, y pone la cereza con la firma de dos convenios de colaboración con el Fonatur e instituciones de educación superior y una carta de intención con el Centro Universitario de El Petén de la Universidad de San Carlos, Guatemala.
Los tres mecanismos persiguen un mismo objetivo: “gestionar conocimiento para el desarrollo integral del sector turístico”; entre otros aspectos, para detonar el proyecto Ríos Mayas y aprovechar la llegada del Tren Maya, que bien describe el mandatario fue un transporte que a diferencia de los años 40 del siglo pasado cuando significó en este punto de la geografía el desuso de las rutas fluviales, hoy representa la oportunidad para reactivarlas con un enfoque que genere movilidad, conectividad y negocios.

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