[Mario Gómez y González]
chayogomezg@hotmail.com
Está en sus manos
Por todos es sabido el desgaste político que genera el ejercicio del poder. Conforme avanza el siglo XXI, la democracia, la transparencia y las redes sociales han hecho cada día más difícil la función de gobernar y mucho más fácil la función de la oposición.
La ideología de izquierda busca la eliminación de las clases sociales, el fortalecimiento del Estado y la distribución de la riqueza en proporciones equitativas, desarrollando los sectores populares e históricamente pobres y relegados.
En cambio, la ideología de derecha, aunque domina y convence a los pobres de dar su voto, no trabaja por ellos, sino que lucha por mantener el dominio de los poderosos económicamente (ricos) en el Estado y el Gobierno debilitando al Estado y su capacidad de generar riqueza pública, aperturar el libre mercado, reducir los impuestos y hacer a los ricos más ricos en desmedro de los pobres; fortalece a los sectores privados y acapara la riqueza pública en manos privadas.
Los resultados buenos de este gobierno no son suficientes para decir que estamos bien. Son buenos considerando las opciones que tuvimos a la hora de votar, pero los cambios deben ser más profundos. Ahí es cuando uno piensa en reforma del estado (4T-Cuarta Transformación), y en otro sinnúmero de términos que deberían revisarse con urgencia.
Pensemos urgentemente en hacer una legislación efectiva que cierre las puertas a la corrupción y castigue efectivamente a los culpables. Como tabasqueños debemos recuperar nuestros valores, amor por la patria y por Tabasco. Que los políticos, funcionarios públicos y legisladores, no tengan miedo de denunciar la corrupción y que nunca olviden que están para servir a su estado y no a ellos mismos.
Definitivamente en nuestra entidad no se puede hablar de un Congreso estatal desgastado, porque en términos reales, los diputados locales no han hecho nada o casi nada. Por el contrario, si se puede hablar de un congreso débil, desprestigiado y que no tiene credibilidad: todo ello a raíz, entre otras cosas, por la aprobación de la cuenta pública 2017 del gobierno de Arturo Núñez Jiménez y la aprobación de la ley de asignaciones que permite, sin licitar, las designaciones directas de la obra pública.
Cuando tiene en el congreso del estado el número suficiente de votos, escaños o curules para hacerle frente a todo y a todos (a como lo tiene Morena en la entidad), no se necesita de un líder que te genere consensos hacia el interior de la legislatura; ¿por qué?, porque todos ellos, los diputados, siguen al guía que es el poder Ejecutivo estatal.
Por lo anterior, cualquiera puede ser el encargado de la fracción parlamentaria que haga lo que determine y/o le dicte desde el palacio de gobierno, el ejecutivo en turno. Insistimos, en el caso de Morena, se han dado el lujo de mover o quitar a legisladores incómodos, siendo los casos más sonados en el ámbito de esta opción de la izquierda, Nelly Vargas López y Ariel Enrique Cetina Bertruy.
La revisión de la cuenta pública del Poder Ejecutivo 2018, a cargo de Arturo Núñez Jiménez, debe constituirse en sí misma, como una extraordinaria oportunidad de reindivicación de los diputados locales ante el cúmulo de irregularidades administrativas y cochineros financieros y programáticos que el Nuñismo, le heredó al sufrido pueblo de Tabasco y al gobierno que hoy encabeza Adán Augusto López Hernández.
En serio, los tabasqueños estarán muy pendientes del accionar de los legisladores locales por la calificación de las cuentas públicas de los tres poderes de la entidad y de los 17 ayuntamientos municipales. Por supuesto, esto no puede ni debe ser un “aquelarre” o puesta en escena de una escenografía o mala copia de la Santa Inquisición.
Que sea una revisión justa y apegada a derecho; podrán, por la mayoría imponer sus criterios, pero la sociedad tabasqueña sabe y muy bien, que el gobierno anterior les cambió oro por espejitos; los engañó e hizo poco por reencausar el desarrollo estatal a fin de generar condiciones de bienestar y paz social para todos. Lo hundió más en la pobreza y la desesperanza. Se burló de todo y de todos.
De esta manera, podría comenzar a cambiar la opinión general que los tabasqueños tienen de su congreso estatal; su poder legislativo y sus representantes populares, al considerar que el actual es un congreso sin capacidad, sin experiencia y altamente ineficaz.

Y Para Usted También

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