Sin Rodeos

[Por Fernando Hernández Gómez]
fdohernandezg@hotmail.com
¿‘Emergencia’ por agua?
Quizá ahora no lo veamos con la seriedad e importancia que amerita, pero el cuidado del agua debería comenzar a ser tema en nuestra agenda de prioridades cotidianas. Aunque por el territorio de Tabasco escurre la mayor cantidad de agua dulce del país, paradójicamente padece sequías extremas, que se enfrentan con dificultad por la carencia de infraestructura para manejo y aprovechamiento del agua fluvial y pluvial.
Balancán, un municipio bañado por el río Usumacinta e inundado por éste cuando se desborda en tiempos de lluvias, sufre hoy la falta del vital líquido para consumo humano y de su hato ganadero, e irrigar sus marchitos campos. Para que pueda operar la planta potabilizadora que abastece a su cabecera municipal habrán de removerse 700 mil metros cúbicos de arena, hasta quitar el tapón que obstruye el paso del agua hacia la fuente de captación, ubicada en su cauce.
El río Usumacinta enfrenta –como cada temporada de estiaje severo– uno de sus niveles más bajos, exhibiendo enormes playones a lo largo de su caprichosa trayectoria desde Guatemala hacia el Golfo de México.
Centro, el municipio de mayor importancia de la entidad es surcado por los ríos Grijalva y Carrizal. El primero escurre de manera libre; el segundo es regulado por el sistema de presas hidroeléctricas del Alto Grijalva y una estructura de control (El Macayo) sobre el Mezcalapa, antes de la bifurcación que lo convierten en Samaria y Carrizal. Controlados o no, los dos cauces que cruzan la capital tabasqueña, están hoy en sus niveles más bajos.
El estiaje golpea a los organismos públicos que proveen el vital elemento a la población: la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS) que con la planta El Mango, con capacidad de mil litros por segundo, cubre 121 comunidades de Nacajuca, Jalpa de Méndez, Comalcalco y Paraíso, y el Sistema de Agua y Saneamiento (SAS), que con cinco plantas (Gaviotas, La Isla I y II, de 250 litros por segundo cada una; Carrizal, de mil litros, y la Villahermosa, de dos mil litros por segundo), abastece al municipio de Centro y una parte de Cunduacán.
Por los recurrentes problemas en las fuentes de captación de sus cinco grandes plantas y otras de menor capacidad, en el SAS se ha estado considerando solicitar una declaratoria de emergencia que le permita obtener recursos adicionales para acciones de desazolve en las bocatomas.
“La declaratoria es para tener recursos y poder llevar acciones que nos aseguren que la gente va a tener agua”, expuso Luis Contreras Delgado, coordinador del organismo municipal (Telerreportaje, 10Abr.2019).
Empero, el coordinador del Instituto Estatal de Protección Civil, Jorge Mier y Terán, señaló que por el momento “no se cumplen los requisitos” en ninguno de los 17 municipios para solicitar la declaratoria de emergencia por problemas de desabasto de agua (Telerreportaje, 13Abr.2019).
El secretario de Gobierno, Marcos Rosendo Medina Filigrana, refirió que por indicaciones del gobernador Adán Augusto López Hernández, la CEAS trabaja de manera coordinada con el SAS en medidas preventivas y acciones para resolver el problema de azolvamiento de las fuentes de captación.
“No podemos quedarnos a esperar la declaratoria. La instrucción es que nos pongamos a trabajar con lo que tengamos, por si Dios no lo quiera hay una situación de emergencia de desabasto en la ciudad. El ciudadano no se va a poner a ver si es el ayuntamiento del Centro o el gobierno del Estado; nos va requerir del vital líquido y tenemos que trabajar de manera conjunta y expedita”, aseveró el responsable de la política interna estatal (Noticias TVT, 12Abr.2019).
El alcalde de Centro, Evaristo Hernández Cruz, expresó: “Estamos midiendo qué tan delicada puede ser la situación… en Balancán se hizo la declaratoria, tiene ya algunos días; nosotros hemos sido y hemos tenido prudencia y, bueno, hace la declaración el director de Protección Civil (Jorge Mier y Terán) y eso nos permite tener también tranquilidad, porque no se ve demasiado peligro” (Telerreportaje, 14Abr.2019).
Por lo pronto, personal de CEAS y SAS trabaja para quitar el tapón a la altura de la compuerta El Macayo, que obstruye el paso de agua del Carrizal hacia las fuentes de captación de tres de las plantas potabilizadoras más importantes de Villahermosa: La Isla I y II, y Carrizal. Es una medida emergente, provisional.
No es que exista ya en la capital tabasqueña un problema de desabasto grave; no es nada que no se pueda resolver con medidas preventivas y correctivas; sin embargo, será sensato que se vaya previendo qué acciones se requieren con visión de largo plazo y cómo habrán de concretarse, para dejar de sufrir estos eventos que se repiten año con año y que afectan el suministro del vital líquido en zonas altas de Villahermosa o localidades muy alejadas de las potabilizadoras. Se ha hablado de hacer una segunda planta Carrizal que supla a la obsoleta Villahermosa, pero si seguimos como estamos, al rato no serán tres sino cuatro potabilizadoras con problemas en sus puentes de captación.
Hay que pensar en pros y contra. No sólo por lo que toca a la capital del Estado sino también a la zona de Los Ríos. ¿Cómo retener toda esa agua que en una época le llega en exceso, para aprovecharla cuando haga falta? Comencemos por algo sencillo: no desperdiciar el agua que hoy llega a nuestros hogares.
AL GRANO
NO MERECIDO, PERO si necesario descanso… Sin Rodeos volverá a publicarse el lunes 22…

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