[Redacción]

Una playa limpia lo es desde su arena hasta su agua, libre de descargas

Ciudad de México.- Las playas constituyen ecosistemas costeros que abarcan una amplia gama de tipos de hábitat y una enorme riqueza de especies por lo que México cuenta con 38 playas certificadas y nueve que ostentan el distintivo Playa limpia sustentable que reconoce su excelencia ambiental.

Y es que en el portal de la SEMARNAT, da a conocer que desde el punto de vista ambiental, las playas en México se dividen en tres categorías: playas de anidación, es decir, aquellas que utilizan las tortugas marinas para desovar, playas prioritarias para la conservación, que son las ubicadas en los límites territoriales de las áreas naturales protegidas y las playas de uso recreativo, aquellas donde se realizan actividades de esparcimiento y que contribuyen de manera importante al desarrollo del potencial turístico de México.

Sea cual sea, todas las playas constituyen ecosistemas costeros que abarcan un amplia gama de tipos de hábitat y una enorme riqueza de especies. Albergan nutrientes y, en su ciclo, filtran contaminantes provenientes de los sistemas continentales de agua dulce. Además, ayudan a proteger la línea costera de la erosión y las tormentas.

Por si fuera poco, contiguo a la línea costera está el océano, que cumple un papel fundamental en la regulación hidrológica y el clima, además de constituir una importante fuente de carbono y oxígeno por su alta productividad de fitoplancton. Todas estas razones hacen que el uso, manejo y conservación de los ecosistemas costeros jueguen un papel primordial en la estrategia de desarrollo de un país.

La Norma Mexicana NMX-AA-120-SCFI-2016 permite a todas las personas físicas y morales interesadas evaluar la calidad de una playa en particular. La certificación de playas, que indica que se manejan con base en esta norma, constituye un instrumento útil que genera confianza en la sociedad.

Más que todo, es un reconocimiento para las autoridades municipales, estatales o federales que, en coordinación con organizaciones no gubernamentales, académicas o particulares trabajan para cumplir con los requisitos estipulados en materia de calidad de agua marina, residuos sólidos, infraestructura costera, biodiversidad, seguridad y servicios, educación ambiental y contaminación por ruido.

Una playa certificada tiene una bandera izada que indica el cumplimiento de la norma mexicana NMX-AA-120-SFCI-2016 que establece los requisitos y especificaciones de sustentabilidad de calidad de playas.

La bandera se debe bajar cuando se presenta un fenómeno natural tal como marea roja, huracán o tormenta tropical, indicando que en la playa no existen condiciones de seguridad. Así mismo, la bandera no debe izarse cuando no se ha dado cumplimiento a alguno de los requisitos referentes a seguridad, calidad de agua y limpieza de arena.

Actualmente se cuenta con 38 playas certificadas bajo la NMX-AA-120-SCFI-2006 en sus diferentes niveles, I, II y III, si bien cinco playas más están en proceso de certificación para el cierre de este año.

Desde 2006, año en que se publicó la norma, las playas sólo recibían un certificado y un reconocimiento del Instituto Mexicano de Normalización y Certificación, A.C. En junio de 2017, la Semarnat comenzó a entregar además el distintivo “Playa limpia sustentable” a fin de brindar ventajas competitivas a las playas que han logrado la excelencia en calidad ambiental, sanitaria, de seguridad y de servicios y posicionarlas frente a otros destinos turísticos.

Las nueve playas mexicanas que cuentan con este galardón son las siguientes: Nuevo Vallarta Norte, Nuevo Vallarta Sur y Bucerías. Las tres son playas recreativas y se ubican en Bahía de Banderas, Nayarit.

La cuarta es la playa recreativa Delfines, en Benito Juárez, Quintana Roo.

La quinta es Santa María Los Cabos, una playa recreativa en Baja California Sur.

La sexta está en Huatulco, Oaxaca, es una playa de conservación.

La séptima es la playa recreativa de Mismaloya, Puerto Vallarta, Jalisco

La octava es Sandy Beach, playa recreativa de Puerto Peñasco, Sonora, y la novena es la playa recreativa de Miramar de Cd. Madero, Tamaulipas.