[Redacción]
Se aplicó la técnica Dormido-despierto-dormido, en una paciente de 53 años de edad, sin desarrollar secuelas
Ciudad de México.- El Hospital Regional de Alta Especialidad de Ixtapaluca (HRAEI) practicó con éxito su primera cirugía para tratar tumores cerebrales, cuya técnica utilizada se denomina Dormido-despierto-dormido, con la cual mejora en gran medida la calidad de vida del enfermo al reducir los daños severos que ocasiona este tipo de neoplasia.
Así lo informó el jefe del Servicio de Neurocirugía del HRAEI, doctor Juan Manuel Salgado Camacho, quien puntualizó que la mayoría de los tumores cerebrales no son curables, sin embargo, actualmente el avance de la ciencia permite disminuir o controlar las lesiones que ocasionan y que limitan las funciones esenciales del paciente como: lenguaje, movimiento, audición y sensibilidad, así como eliminar las crisis compulsivas, síntoma característico de esta patología.
Explicó que la intervención quirúrgica se realizó en una mujer de 53 años, con un tumor cerebral conocido como glioma, ubicado en el área motora del lado izquierdo, lo que provocó que la paciente disminuyera la movilidad del lado derecho de su cuerpo.
Dio a conocer que el resultado de la intervención fue exitosa al lograr una resección amplia del tumor sin ninguna secuela, además de eliminar las crisis convulsivas que presentaba. Es así como la enferma recuperó la movilidad y en la actualidad realiza sus actividades normales.
El especialista detalló que no todas las personas con un tumor cerebral son candidatos a ser tratados con esta técnica, debido a que sus condiciones neuropsicológicas tienen un papel fundamental. Por ello, primero deben ser valoradas por un neuropsicólogo para saber si tienen la capacidad de soportar el estrés de estar despiertos durante la operación.
En el caso de la mujer recién intervenida, señaló, los estudios previos determinaron que contaba con el carácter y la serenidad suficientes para operarla con la técnica de resección de glioma del área funcional.
El doctor Salgado Camacho subrayó que para desarrollar este procedimiento el neurocirujano y el anestesiólogo deben tener una excelente coordinación, ya que se requiere la dosis exacta de anestesia que permita llevar a cabo la craneotomía, es decir, abrir la piel, los músculos y retirar hueso del cráneo.
Una vez que se tiene expuesto al cerebro, la paciente debe despertar y mantenerse con una sedación ligera, para que el neuropsicólogo tenga la posibilidad de monitorear si durante la cirugía pierde alguna capacidad.
Para ello, se requiere de registro cerebral, que solo se puede efectuar cuando la enferma está consciente. Se le colocan pequeños electrodos que transmiten leves descargas eléctricas para saber cuáles son las zonas que controlan el movimiento, con el fin de no dañarlas durante la cirugía. Posteriormente la vuelven a sedar para concluir la intervención.
Reiteró que como los gliomas cerebrales son incurables, después de la operación se requiere llevar control médico, porque estos tumores pueden volverse más agresivos, acortándose la sobrevida del paciente.
Finalmente, recomendó a aquellas personas que sufran de dolor de cabeza crónico o crisis convulsivas después de los 18 años de edad a que consulten a un neurólogo, pues son los principales síntomas que ocasiona los gliomas.