Mercurio pasa por delante del sol y la Tierra generando un “microeclipse”

Mercurio su paso[Redacción/Agencias]

El tránsito del planeta frente al sol será transmitido en directo, desde las 10:00 a.m., a través del canal web de la Universidad Nacional de Colombia. Gregorio Portilla, Santiago Vargas y Benjamín Calvo son los tres científicos que comentarán y explicarán el raro fenómeno

Ciudad de México.- Este lunes 9 de mayo Mercurio se interpondrá entre el Sol y la Tierra. Se trata de un raro fenómeno astronómico que ocurre tan sólo 13 o 14 veces cada siglo. Profesores e investigadores del Observatorio Astronómico de la Universidad Nacional ya se preparan para ofrecer a los colombianos una detallada explicación del evento.

Y es que el tránsito del planeta frente al sol será transmitido en directo, desde las 10:00 a.m., a través del canal web de la Universidad Nacional de Colombia. Gregorio Portilla, Santiago Vargas y Benjamín Calvo son los tres científicos que comentarán y explicarán el raro fenómeno.

Asimismo, en el Claustro de San Agustín, anunció la agencia de noticias de la U. Nacional, también se instalará un telescopio de nueve pulgadas con un filtro, dispuesto al público que desee observar el evento. El diámetro de Mercurio es 158 veces menor comparado con el del Sol, por lo que se hace difícil observar el disco del planeta a simple vista.

Por lo que se espera que Mercurio tarde más de siete horas desde el momento en que toca la parte externa del disco solar, hasta que lo abandone por completo.

Mercurio, el planeta más pequeño del Sistema Solar, pasará hoy entre la Tierra y el Sol, un fenómeno raro que será visible en Argentina.

Por ello, hoy los focos de la astronomía mundial apuntarán a Mercurio, el planeta más chico del Sistema Solar. Entre las 8.12 y las 15.42 de Argentina, el planeta más pequeño del sistema solar pasará por delante del sol, lo que se conoce como “el tránsito de Mercurio”.

“Así se lo denomina astronómicamente, pero también podríamos hablar de un microeclipse”, señala Mariano Ribas, coordinador del área de Astronomía del Planetario de Buenos Aires. En efecto, el fenómeno es similar al clásico eclipse solar, en el que la luna se interpone entre nuestro planeta y el sol, pero con una sombra minúscula debido a la mayor distancia y sus reducidas dimensiones.

Mercurio es sólo un poco más grande que nuestra luna (su superficie es de 74.800.000 km² frente a los 510.100.000 km² de la Tierra), aunque está hecho de materiales más pesados, como el hierro. Debido a su gran cercanía con el sol, tiene una amplitud térmica insoportable: en un día normal, la temperatura oscila entre los 350 ° del día y los -170 ° nocturnos.

Gira alrededor del sol una vez cada 88 días terrestres y justamente a esa velocidad de traslación debe el nombre con el que lo bautizaron los romanos, ya que podía viajar muy rápidamente de un lugar a otro como Mercurio, el mensajero de los dioses. Su superficie está plagada de miles de cráteres, marcas imborrables de las legiones de asteroides que lo maltrataron en su larga existencia.

¿Cuál será el mejor momento para observar el fenómeno?

“La alineación perfecta entre la Tierra y Mercurio se mantendrá durante unas siete horas. En torno al mediodía, el microeclipse se encontrará bastante centrado en el disco solar. Veremos un lunar en el sol, un pequeño lunar negro que cambiará de posición, pero hay que hacerlo con telescopios y acompañados por personas especializadas, de otro modo es muy peligroso para la vista”, advierte Ribas en diálogo con Ámbito Financiero.

Las sugerencias son las mismas que para los eclipses tradicionales: no mirar en forma directa ni utilizar viejas radiografías como protección, ya que, pese al mito popular, carecen de efectividad.

La última vez que se pudo disfrutar un tránsito mercuriano fue hace casi una década, en noviembre de 2006. “Es una oportunidad para aprovechar”, sugiere, “es un fenómeno poco frecuente, que se produce sólo unas 13 veces por siglo”.

Atención a los ojos

Hay que ser prudentes y respetar las normas de seguridad, pues observar el sol directamente sin medidas de protección puede provocar lesiones oculares irremediables.

Las gafas especiales para ver eclipses no servirán de nada, pues el planeta es demasiado pequeño.

“Es necesario un instrumento astronómico para agrandar la imagen del sol”, explicó Pascal Descamps, del Observatorio de París.

Los aficionados a la astronomía podrán utilizar gafas y telescopios si los protegen con los filtros solares adecuados.

Según Descamps, “el medio más simple para ver Mercurio sin riesgo será utilizando un solarscope”, una especie de caja de cartón con un objetivo equipado con una lentilla y un pequeño espejo convexo. Este permite observar sin peligro el Sol a través de la proyección de su imagen invertida en una pantalla.

Mercurio, cuya temperatura en superficie varía entre los -173ºC y los 427ºC, ha sido observado por dos sondas espaciales estadounidenses, la Mariner 10 en 1974 y la Messenger en 1975, cuya misión finalizó en 2015.

Europa y Japón lanzarán dos sondas en 2018 en el marco de la misión BepiColombo, que alcanzará Mercurio en 2024.

Pasara Mercurio por la Tierra

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