[Redacción]
En las acciones emprendidas para salvar a la vaquita marina de la extinción se da prioridad al componente social, y se apoya económicamente a las comunidades pesqueras del Alto Golfo de California
Ciudad de México.- Las acciones que se llevan a cabo de forma coordinada con otras dependencias, para proteger a este cetáceo endémico y de gran valor para el ecosistema marino del mar de Cortés, no tienen precedentes, además, al mismo tiempo se combate una actividad perjudicial: el furtivismo.
Los apoyos económicos que, como compensación, se destinan a los trabajadores del mar en la zona, beneficia a más de dos mil 500, y la entrega de incentivos también se destina a quienes participan en la cadena productiva, como limpiadores de pescado, a quienes alimentan a los pescadores y a los que transportan el producto.
Esta erogación por concepto de compensación representa un apoyo de 42 millones de pesos en promedio al mes por no pescar y respetar el hábitat de la vaquita marina y, en forma paralela, se buscan otras alternativas productivas como la acuacultura, el turismo y la pesca deportiva.
El polígono de protección a la vaquita marina es un área natural protegida donde esta especie está bajo la tutela de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), al igual que la totoaba.
La CONAPESCA coadyuva en esta tarea, así como la Secretaría de Marina-Armada de México (SEMAR), Gendarmería, la Procuraduría General de la República (PGR), y los gobiernos estatales.
Mediante la revisión carretera y dispositivos de seguimiento a las embarcaciones que operan en el Alto Golfo, se ubica en tiempo real el movimiento de las lanchas registradas, lo que contribuye a definir con mayor precisión el foco de atención, con esto se puede decir que es la zona más vigilada del país, y salvar a la vaquita marina bien lo vale.