Este día, las agrupaciones musicales, coros y orquestas la celebran como patrona el 22 de noviembre
Mérida, Yucatán.- La marimba Lira de Pichucalco, fue la encargada de abrir las participaciones musicales con las tradicionales mañanitas en la Catedral, seguidas de temas alusivos a la Virgen, piezas yucatecas y de su natal Chiapas.
Y es que la agrupación tiene presencia en estas tierras maya desde 1981 y forma parte de los programas culturales de la ciudad, por lo que con música en vivo en el atrio de la Catedral, músicos de diversas agrupaciones celebraron un año más de vida y trabajo bajo la bendición de su patrona, Santa Cecilia, a quien le dedicaron su talento y pidieron prosperidad para su gremio.
Asimismo, la Banda de Música del Estado de Yucatán, hizo lo propio bajo la batuta del maestro Carlos Uicab Chalé, por lo que al término de la participación de ambas agrupaciones, los músicos entraron al recinto religioso para participar en la misa.
Luego de la celebración eucarística, los músicos continuaron la jornada en el Local del Sindicado de Molineros para una fiesta infantil dedicada a los hijos de los integrantes del gremio, quienes caminaron en procesión hacia la sede del festejo acompañados por una charanga que tocó piezas en honor a Santa Cecilia.
Por su parte, el secretario general del Sindicato de Filarmónicos de Yucatán “Víctor Cervera Pacheco”, Miguel Ángel Martínez Ancona, afiliado a la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), aseguró que actualmente la agrupación está conformada por 800 personas.
El representante del sindicato, afirmo: “Pedimos más salud para poder trabajar, por el reto de la seguridad social y de exigir mejores condiciones para laborar, creemos que es justo que cuando vengan conjuntos de otros lugares alternen con grupos de Yucatán, creo que en ningún lugar del país se puede llegar impunemente a instalarse en otro estado y querer imponerse ante los que ya están, eso nos está pasando, aquí nos desplazan con la complacencia del Sindicato Único de Filarmónicos de Yucatán, y se supone que están para protegernos.
Dijo que cada año aunque agradecen las bendiciones, en la vida diaria la lucha es constante por mantener a los grupos activos y en los escenarios disponibles en la entidad.
Por su parte Guadalupe Pérez Jiménez integrante de la Marimba Lira de Pichucalco, señaló que se siente afortunada de poder ejercer una de las profesiones más enriquecedoras tanto para quien interpreta como para quien escucha.
Agregó que se siente complacida de compartir su música con los yucatecos que abrieron las puertas a la banda desde hace 34 años.
Santa Cecilia
El culto a Santa Cecilia, bajo cuyo nombre fue construida en Roma una Basílica en el Siglo V, se difundió ampliamente a causa del relato de su martirio, en el que es ensalzada como ejemplo perfectísimo de la mujer cristiana, que abrazó la virginidad y sufrió el martirio por amor a Cristo.
Y es que la historia narra que durante más de mil años, Santa Cecilia ha sido una de las mártires de la primitiva Iglesia, más venerada por los cristianos. Su nombre figura en el canon de la misa.
Las «actas» de la santa afirman que pertenecía a una familia patricia de Roma y que fue educada en el cristianismo. Solía llevar un vestido de tela muy áspera bajo la túnica propia de su dignidad, ayunaba varios días por semana y había consagrado a Dios su virginidad. Pero su padre, que veía las cosas de un modo diferente, la casó con un joven patricio llamado Valeriano.
El día de la celebración del matrimonio, en tanto que los músicos tocaban y los invitados se divertían, Cecilia se sentó en un rincón a cantar a Dios en su corazón y a pedirle que la ayudase. Cuando los jóvenes esposos se retiraron a sus habitaciones, Cecilia, armada de todo su valor, dijo dulcemente a su esposo:
«Tengo que comunicarte un secreto. Has de saber que un ángel del Señor vela por mí. Si me tocas como si fuera yo tu esposa, el ángel se enfurecerá y tú sufrirás las consecuencias; en cambio, si me respetas, el ángel te amará como me ama a mí.»
Cecilia logró que su marido respetara su virginidad y se convirtiera al cristianismo. Valerio fue bautizado por el papa Urbano, y, junto con su hermano Tiburcio, también convertido, dio sepelio a los mártires de la persecución de Turco Almaquio. Denunciados por esta práctica, ambos hermanos fueron decapitados.
Asimismo, también fue denunciada y condenada a ser arrojada al fuego de las termas de su propia casa, pero salió ilesa. Turco Almaquio ordenó que fuese degollada. Cecilia, herida tres veces con el hacha, expiró tras tres días de agonía.
El papa Urbano, ayudado por sus diáconos, enterró a la mártir y consagró su casa como basílica.
Por ello, el culto de Santa Cecilia se difundió ampliamente a causa del relato de su martirio, que la ensalza como ejemplo de la mujer cristiana.
Una frase del acta de su martirio, según la cual cantó durante el tormento, le valió ser patrona de los músicos, por ello, las agrupaciones musicales, coros y orquestas la celebran como patrona el 22 de noviembre.