[Redacción]
En la Mesa “Derecho” de los “Diálogos interdisciplinarios por la paz” participaron Jaqueline Jongitud, Ana Gamboa y Lucy Velasco
Xalapa, Veracruz.- En la tercera jornada de los “Diálogos interdisciplinarios por la paz”, organizados por la Universidad Veracruzana (UV), se llevó a cabo la Mesa “Derecho”, en la cual especialistas compartieron reflexiones provenientes de los derechos penales, humanos y estudiantiles respecto de problemáticas legislativas que preocupan a la sociedad actual y a esta casa de estudios.
Y es que en ella participaron Jaqueline Jongitud Zamora y Ana Gamboa, investigadoras del Centro de Estudios Sobre Derecho, Globalización y Seguridad (Cedegs) de la UV, y Lucy Velasco Hernández, defensora adjunta de la Defensoría de los Derechos Universitarios, en representación de Edith Valdez Ponce.
Jaqueline Jongitud habló de la corrupción y dijo que México presenta uno de los índices más elevados. “A lo largo de la historia, el Derecho ha sido tanto un instrumento para poner límites al poder, como un medio para legitimar barbaridades e injusticias”, expresó.
Tras revisar los ejemplos más habituales de corrupción en México, comentó: “Diversas construcciones teóricas e históricas han demostrado cómo el derecho ha funcionado de herramienta a quienes detentan el poder y que ha servido para la exclusión e intimidación de sus adversarios políticos”.
La corrupción tiene una naturaleza persistente, sistemática y descentralizada, no es una cuestión novedosa, ha estado presente en todos los niveles de la historia de la legislatura, siempre representando un frecuente obstáculo para los derechos humanos. “Cobra sentido la estadística de que México se encuentre en segundo lugar de impunidad en una lista de 57 países estudiados”, expuso Jongitud.
Por su parte, Ana Gamboa condenó la falta de garantías de seguridad ante la situación que se vive en la actualidad y aseguró que en gran medida esto se debe a la incorrecta interpretación de las sanciones en esta materia: “Combatir los delitos con represión ha generado una guerra, que es legítimamente la defensa de la seguridad de quienes no estamos enfrente” a pesar de una situación que nos involucra en el conflicto evolvente de la inseguridad.
“Debemos reconocer que falta cultura, que entendamos que cada uno de nosotros juega un papel importante en el desarrollo de ésta”, afirmó. El derecho penal tiene dos aristas: una prevención general y una prevención especial. El gobernante hace uso de la prevención especial, en este caso la prisión; “nosotros como catedráticos debemos enfocarnos en la transformación de los alumnos desde la institución”.
Gamboa también expresó que son diversos los factores que agobian a la Universidad. Por ejemplo, existen alumnos que carecen de recursos para satisfacer necesidades básicas y por quienes ninguna institución se ha preocupado. Enseguida, cuestionó: “¿cómo podemos hablar de paz desde nuestro interior, si no procuramos la paz del personal que estamos formando?”.
La mesa cerró con la participación de Lucy Velasco Hernández, quien expresó que todos los integrantes de la sociedad tienen una responsabilidad compartida de crear un futuro mejor, mediante la consolidación de la paz. “Es así como la Defensoría de los Derechos Universitarios se vuelve partícipe y sujeto activo responsable de crear un futuro en nuestra máxima casa de estudios, cuyos cimientos sean la paz entre los miembros de la comunidad universitaria.
”De tal modo, se dispone que nuestro estatuto principal sea procurar el respeto de los derechos que la legislación universitaria otorga a los miembros de la comunidad, encontrando sustento jurídico de su actividad en pro de la paz “, comentó.
Para concluir, expuso las acciones y sanciones a las que la Defensoría apela ante las acusaciones y agravios contra alumnos y académicos: “Siempre se busca evitar el procedimiento formal, conciliar con la autoridad o el sujeto que acusa con el ánimo de evitar una situación de riña”. (José Agustín Castellanos Rodríguez)