La Navidad es para contemplar lo que Dios ha hecho por nosotros: Arzobispo de Yucatán

Arzobispo Emilio Carlos Berline Belauzaran

[Redacción]

* El Señor Jesús es nuestra esperanza, es la luz que disipa las tinieblas, el Señor es nuestra paz

Mérida, Yucatán.- El arzobispo, Emilio Carlos Berlie Belauzarán, afirmo que la Navidad es la oportunidad que tenemos de hacer un alto en el camino y contemplar lo que Dios ha hecho por nosotros.

Y es que con motivo de la Navidad, envió un mensaje a las familias de la Arquidiócesis de Yucatán, pidiendo que la presencia del Señor que nace haga germinar en nuestros corazones el deseo de vivir como hombres y mujeres de fe.

Aquí, el mensaje íntegro del Arzobispo:

Es para mí un gusto dirigir estas líneas con motivo de la celebración del Nacimiento de Jesucristo Nuestro Señor y de la fiesta de la Sagrada familia de Nazaret.

El tiempo de Adviento nos brinda elementos importantes para prepararnos a la celebración de la Navidad. Por un lado nos anuncia el cumplimiento de la promesa de salvación y, por otro, despertó nuestra esperanza, ya que Dios Padre, con la presencia de su Hijo, hace realidad lo que la fe nos anuncia: El Señor Jesús es nuestra esperanza, es la luz que disipa las tinieblas, el Señor, es nuestra paz.

Navidad es la oportunidad que tenemos de hacer un alto en el camino y contemplar lo que Dios ha hecho por nosotros.

En la humildad y sencillez del pesebre hay una invitación de Dios a no poner nuestros afanes, trabajos y vida en causas que no tienen trascendencia y, por tanto, dejan vacío el corazón del hombre, como lo son el placer, la vanidad, el afán de bienes promovido por el consumismo y el poder, y en cambio, nos invita a seguir el camino del amor que se convierte en servicio, entrega, paz y donación de sí a otros. Dios, porque ama, salva, perdona y brinda una vida nueva. El creyente que cree y ama, aporta lo mejor de sí a los demás, no los perjudica.

Queridas familias, que la presencia del Señor que nace haga germinar en nuestros corazones el deseo de vivir como hombres y mujeres de fe, y que la situación que vivimos hoy, en la que se privilegia la desilusión, la violencia y el mal de la impunidad, no nos quite la esperanza de que Dios, con nuestra colaboración, puede hacer maravillas por nosotros. Es hora de que, desde los hogares, fomentemos la presencia del príncipe de la paz.

La celebración de la Navidad suele estar asociada a la fiesta, a veces ruidosa, que nos impide escuchar la voz del Señor. Permítanme, queridos hermanos, reproducir en este mensaje las palabras que el papa Francisco nos ha dirigido con motivo de las fiestas navideñas de 2014, para contribuir a la reflexión que nos ayude a vivir la experiencia gozosa de encuentro personal con Jesús:

Navidad eres tú, cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu alma. El pino de Navidad eres tú, cuando resistes vigoroso a los vientos y dificultades de la vida. Los adornos de Navidad eres tú, cuando tus virtudes son colores que adornan tu vida. La campana de Navidad eres tú, cuando llamas, congregas y buscas unir. Eres también luz de Navidad, cuando iluminas con tu vida el camino de los demás con la bondad, la paciencia, alegría y la generosidad.

“Los ángeles de Navidad eres tú, cuando cantas al mundo un mensaje de paz, de justicia y de amor. La estrella de Navidad eres tú, cuando conduces a alguien al encuentro con el Señor.

Eres también los reyes Magos, cuando das lo mejor que tienes sin importar a quien. La música de Navidad eres tú cuando conquistas la armonía dentro de ti. El regalo de Navidad eres tú, cuando eres de verdad amigo y hermano de todo ser humano.

La tarjeta de Navidad eres tú, cuando la bondad está escrita en tus manos. La felicitación de Navidad eres tú, cuando perdonas y reestableces la paz, aun cuando sufras.

La cena de Navidad eres tú, cuando sacias de pan y de esperanza al pobre que está a tu lado.

Tú eres, sí, la noche de Navidad, cuando humilde y consciente, recibes en el silencio de la noche al Salvador del mundo sin ruidos ni grandes celebraciones; tú eres sonrisa de confianza y de ternura, en la paz interior de una Navidad perenne que establece el Reino dentro de ti. Una muy Feliz Navidad para todos los que se parecen a la Navidad.

Que Dios Padre derrame abundantemente sus bendiciones sobre todos ustedes y que el año 2015 sea en la historia personal, familiar y comunitaria, un año de gracia mediante la profundización y vivencia de la fe.

Que la sagrada familia de Nazaret les acompañe. Les imparto mi bendición con afecto.

+ Emilio Carlos Berlie Belaunzarán

IV Arzobispo de Yucatán

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