(Redacción)

La respuesta radica en una hazaña de ingeniería subterránea

Ciudad de México 19 de septiembre del 2023.-La Torre Latinoamericana, conocida como «la Latino,» es una joya arquitectónica que ha marcado la línea del horizonte de la Ciudad de México desde su inauguración en 1956. Sin embargo, más allá de sus 66 años de existencia, lo que verdaderamente asombra es su resistencia a tres de los sismos más intensos en la historia de México, sin sufrir daños estructurales significativos. ¿Cuál es su secreto?

Este emblemático rascacielos, que se eleva en el corazón de la Ciudad de México, ha enfrentado la furia de la madre naturaleza en forma de terremotos, y su daño más grave ha sido un par de vidrios rotos. Entonces, ¿cómo ha logrado mantenerse en pie a pesar de los desafíos sísmicos?

La respuesta radica en una hazaña de ingeniería subterránea. La Torre Latinoamericana no se apoya en gatos hidráulicos, como algunos podrían imaginar.

En su lugar, cuenta con 361 pilotes de hormigón en forma de punta que fueron estratégicamente instalados debajo de la estructura, a una profundidad de más de 30 metros.

El proceso de excavación hasta esa profundidad permitió evitar por completo las zonas inestables del subsuelo, caracterizadas por la presencia de agua y arena. Los pilotes se anclan en la primera capa de tierra dura y estable que se encuentra en esa profundidad.

José María Nava, un destacado arquitecto, explicó en una entrevista con el diario El País que esta ingeniosa estrategia permitió a la Torre Latinoamericana resistir terremotos sin precedentes, como el devastador sismo de 1985, que dejó una profunda huella en la memoria de la ciudad.(Fuente: Reporte Índigo/Xeva)