(Por Carlos Alberto Merodio)
El Instituto Nacional Electoral destinará un presupuesto de 27 mil 689 millones de pesos para la realización de las elecciones 2021, mismas que se llevarán a cabo con un listado de 94 millones 980 mil ciudadanos en edad de votar, es decir; cada voto costará a los contribuyentes con todo y la gran crisis que ha dejado la pandemia de coronavirus, algo así como 291.5 pesos por votante.
El fenómeno del abstencionismo es recurrente en las elecciones intermedias en México por lo menos en los últimos 30 años, y se ha incrementado en las elecciones recientes, por ejemplo: en la pasada contienda electoral 2019, en la que se eligieron cargos en seis Estados (dos de ellos para gubernaturas), sólo 60% de los ciudadanos acudió a las urnas, mientras que, en las elecciones de octubre pasado de Coahuila e Hidalgo, la votación fue entre 50% y 59 por ciento.
En lo concerniente al protocolo de actuación del proceso electoral 2020-2021, en el que se elegirán 15 mil cargos públicos en todo el país, este se verá trastocado por la contingencia sanitaria por el COVID-19 y los escenarios de incertidumbre que la epidemia implica, por lógica serán las autoridades sanitarias las encargadas de emitir las recomendaciones correspondientes a los involucrados; tanto para hacer campaña en el caso de los candidatos, como de los ciudadanos a la hora de acudir a emitir su sufragio: No habrán mítines masivos, ni acarreos y prácticamente la emisión de ideas y propuestas de los aspirantes se concretará vía medios electrónicos tradicionales, internet y redes sociales.
Se hará evidente la ausencia multiplicada de playeras, gorras y demás souvenirs propios de la temporada de pesca para los cazadores del tan anhelado hueso, y ya ni que decir (con el ejército en las calles) del posible robo y el embarazo de urnas.
En política no avanzar significa retroceder, en el caso específico de Tabasco el escenario se antoja raquítico y des motivante; no hay candidatos frescos con propuestas concretas, la ciudadanía vislumbra a los mismos de siempre, tratando de conservar sus cotos de poder y sus canonjías pasadas.
La partidocracia choca no ha movido un ápice para renovar a sus cuadros, dos ex gobernadores Manuel Andrade (PRD) y Andrés Rafael Granier (PRI) se disputarán a muerte el municipio más importante de la comarca presupuestalmente hablando; ¿Dónde están los miles de jóvenes talentosos que permanentemente se preparan en la entidad y fuera de ella; con licenciaturas, maestrías y doctorados para servir a la nación?, simplemente vetados, abolidos y confinados por la falta de acceso y oportunidades en el espectro del siglo XXI, por un sistema político, rebasado, caduco, retrograda y estéril, que solo busca forma fácil hacerse de prerrogativas, poder, fortuna y reflector público.
Por su parte el partido en el poder (MORENA) se prepara con su arsenal de dadivas motivacionales llámese becas Benito Juárez, créditos a la palabra, apoyos económicos de sembrando vida, créditos a la palabra, pago económico y enceres por inundaciones, pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores y demás programas sociales que en el pasado eran llamados pretenciosamente, artificios para coaccionar el voto.
A manera de cierre De acuerdo al análisis de Integralia, Nuevos Partidos 2020, los partidos políticos recién formados perderán el registro después de uno o dos procesos electorales, es claro que todas las agrupaciones que esperan el aval de partido, fincaron sus esperanzas en organizaciones o fuerzas políticas vigentes o que perdieron su registro, así las cosas, en la nación asida a una pandemia global; que cayó como anillo al dedo al México trasformador.