[Redacción]
Durante la eucaristía Gustavo Moreno se acercó al féretro para bendecirlo y en un hecho inédito para el recinto se permitió que la canción Amar y querer se escuchara, lo que provocó una total emoción
Entre aplausos de la gente, el féretro chapado de oro que tiene las cenizas de José José llegó a la Basílica de Guadalupe, con lo que se cumplió la última voluntad de “El Príncipe de la Canción”; a las 14:13 horas la misa en el templo Mariano arrancó para pedir que el cantante descanse y la felicidad entre la gente fue total porque se logró que viniera al país.
El encargado de ofrecer la liturgia fue Monseñor Gustavo Moreno Bravo, canónigo de la Basílica de Guadalupe, quién dio lectura al evangelio según San Lucas, en el que analizó la muerte y encomendó al Padre el alma de El Príncipe de la Canción, cuyos restos estaban de frente a la imagen de la Virgen.
Durante la eucaristía Gustavo Moreno se acercó al féretro para bendecirlo y en un hecho inédito para el recinto se permitió que la canción Amar y querer se escuchara, lo que provocó una total emoción, a las afueras una vez más las porras se apoderaron de toda la atención, porque resonaban en todo el templo.
Marysol Sosa, con el permiso de las autoridades eclesiásticas cantó la alabanza Cara a cara, de Marco Vidal, que causó los aplausos y expresiones de cariño de los reunidos, lo que hizo que la hija de José José se mostrara agradecida, con la gente, pero también con los integrantes de la Estudiantina de la Universidad Lasalle que la acompañó.