[Redacción]
Además causa ansiedad, depresión, falta de concentración y puede ocasionar accidentes, advierte especialista
Villahermosa, Tabasco.- Debido al uso de dispositivos electrónicos, los adolescentes duermen sólo de cuatro a cinco horas por día, es decir solo la mitad del tiempo que requieren para su correcto desarrollo, expuso Margarita Reyes, especialista de la Secretaría de Salud.
Indicó que un estudio reciente realizado en Estados Unidos, reveló que la mayoría de mensajes de texto que envían los jóvenes lo hacen de las 8 de la noche a las 5 de la mañana, e indicó que quienes utilizan dispositivos electrónicos por las noches suprimen la secreción de melatonina, lo que retrasa el inicio del sueño.
En entrevista, hizo hincapié en la importancia de dormir adecuadamente, tanto en calidad como en cantidad, para tener un buen equilibrio mental y metabólico; de lo contrario, dijo, repercute en el estado de ánimo: hay irritación, poca tolerancia y se actúa de manera impulsiva.
Detalló que el insomnio está asociado con el incremento de riesgos de accidentes, trastornos de ansiedad o depresión, disminución de la atención, memoria y concentración, así como con mayor posibilidad de obesidad y problemas cardiovasculares.
Reyes refirió que, en casi una década, ha crecido seis veces la cantidad de consultas por estos problemas; los principales motivos son trastornos respiratorios del dormir, apnea obstructiva, hipo-ventilación (asociada a la obesidad y enfermedades neuromusculares), narcolepsia y el síndrome de piernas inquietas.
Una tercera parte de los casos es en menores de edad, la mayoría por apnea obstructiva del sueño a causa de amígdalas grandes, lo que provoca que tengan pausas en la respiración, abundó.
Por tal motivo, recomendó vigilar que todos los integrantes de la familia duerman las horas que les corresponden por grupo de edad: los niños en edad preescolar, entre 10 y 12 horas, con siestas intercaladas; en edad escolar, entre 9 y 11 horas; en la adolescencia, de ocho a diez; las personas de 18 a 60 años, entre siete y nueve horas, y los adultos mayores de siete a ocho horas.
Margarita Reyes advirtió que no es normal tener dificultades para dormir, despertarse durante la madrugada y no poder conciliar el sueño o tener somnolencias diurnas, y aclaró que cuando una persona ronca no está durmiendo profundamente como se cree popularmente, sino que es una señal de alerta y puede estar asociada a la apnea.