[Redacción]

Esta fruta forma parte de la familia de los cítricos: naranjas, mandarinas, limas y limones

Ciudad de México.- Proveniente de la isla Barbados, la toronja es una de las frutas más saludables. Sus componentes: vitamina C, vitamina A, minerales, flavonoides y ácido fólico, nos ayudan a reducir el colesterol, bajar de peso, hidratar la piel y a prevenir enfermedades. Asimismo, ayuda a evitar el desarrollo del envejecimiento prematuro.

A la toronja le han otorgado un poder: el adelgazante ya que sus altos contenidos de potasio y enzimas, facilitan la eliminación de grasas, además está constituida en un 90 por ciento de agua, por lo que combaten de forma natural los padecimientos del sistema urinario.

En la industria farmacéutica y cosmética la toronja tiene varios usos, por ejemplo, su intenso aroma se utiliza en la producción de aceites esenciales para aromaterapia. El extracto de sus semillas es utilizado como remedio contra los hongos y la infusión preparada con sus flores como tratamiento para el insomnio.

Existen distintas variedades de toronja, clasificadas por la tonalidad de su pulpa que puede ser blanca, rosa y roja, pero en general, sin importar el color de la toronja, una taza aporta aproximadamente 85 calorías, un gramo de proteína y tres gramos de fibra.

México ocupa, en el mundo, el 4º lugar de producción de toronja con poco más de 424 mil toneladas. Esto quiere decir que una de cada 20 toneladas de este cítrico proviene del campo mexicano. El estado líder en producción de toronja es Veracruz.

Para disfrutar todos los nutrientes de este delicioso y dietético cítrico, es necesario elegir de entre todas las toronjas las más coloridas y las más agradables a la vista.

He aquí algunos consejos para elegir las mejores:

Es preferible escogerlas con piel delgada, lisa, sin imperfecciones y las más pesadas en relación a su tamaño.

Las toronjas deben estar firmes, pero no duras.

Las toronjas deben tener buen color y aroma para garantizar un delicioso sabor.

Al escoger toronjas encontrarás las comunes y las rosadas o pigmentadas, estás ultimas se diferencian por su peculiar sabor agridulce.