Agenda con 7 temas prioritarios, delinea Núñez al asumir Conago

[Redacción]

Ante el Presidente Enrique Peña, el Gobernador de Tabasco llama a reforzar la unidad nacional y a reivindicar el valor y eficacia de la política; ni triunfalismo ni fatalidad ante claroscuros, recomienda

Ciudad de México.- El Gobernador de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez, asumió la Presidencia de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), y delineó una agenda con siete temas prioritarios para revitalizar el trabajo del organismo a favor de la grandeza de México.

Ante el Presidente Enrique Peña Nieto, quien encabezó la 53 Reunión Ordinaria de la Conago, el mandatario tabasqueño llamó a reforzar la unidad nacional y a reivindicar el valor y eficacia de la política.

Sentenció que la buena política es el antídoto contra la fatalidad, y también el mejor instrumento para evitar que los intereses de la antipolítica se impongan en el devenir de los tiempos.

De cara al 2018 y como primer tema prioritario, Núñez Jiménez llamó a sus homólogos a coadyuvar desde el ámbito de sus competencias, al desarrollo de los procesos electorales de 2018, en un marco de respeto a la legalidad, civilidad política, debate propositivo y sin distraerse del cumplimiento de las responsabilidades constitucionales.

Anticipó que otro asunto que el año entrante se promoverá desde la Conferencia Nacional de Gobernadores será la deliberación pública y el diálogo entre las entidades y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para encontrar soluciones a los problemas que enfrenta el federalismo fiscal.

Lo haremos, puntualizó, en el marco de un Sistema Nacional de Coordinación que siga buscando esquemas de “ganar-ganar” para todas sus partes integrantes.

Al dirigir su primer mensaje como presidente del organismo, Núñez Jiménez enfatizó que en la nueva etapa institucional de la Conago se dará seguimiento, pero sobre todo se colaborará, en la constitución de las Zonas Económicas Especiales, que detonarán procesos para lograr un desarrollo sustentable y equilibrado entre las regiones del país, especialmente para abatir el rezago del Sur-Sureste.

De lo que se trata, abundó, es de fortalecer el combate a la desigualdad y la pobreza, e impulsar la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Frente al presidente saliente y jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa; el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el jefe de la Oficina de la Presidencia, Francisco Guzmán Ortiz, Núñez Jiménez señaló que el signo distintivo de las actuales gestiones gubernamentales es el claroscuro.

Junto a avances, realizaciones y logros trascedentes, registramos rezagos ancestrales, problemas de coyuntura y desafíos; ni los primeros nos autorizan al triunfalismo, ni los segundos nos permiten tregua o desánimo y, mucho menos, actitudes fatalistas, advirtió en la reunión efectuada en el Alcázar del Castillo de Chapultepec.

Entre las prioridades que tendrá la Conago en 2018, planteó la reconstrucción en las entidades federativas afectadas por los sismos registrados en septiembre pasado; el fortalecimiento de acciones a favor de migrantes mexicanos radicados en Estados Unidos, y la reanudación de las negociaciones en materia comercial con Estados Unidos y Canadá.

El plan de trabajo incluye la corresponsabilidad de las entidades con la seguridad interior, la seguridad pública y la consolidación del nuevo sistema de justicia penal; el cumplimiento de los 10 compromisos por la legalidad, la transparencia y la rendición de cuentas, y la consolidación del Sistema Nacional Anticorrupción.

Durante los trabajos de la 53 Reunión Ordinaria, los gobernadores suscribieron una alianza estratégica para replicar en las entidades federativas políticas públicas exitosas que permitan generar ahorros y eliminar la llamada “curva de aprendizaje” dentro de la gestión gubernamental.

Aquí el mensaje del Gobernador Arturo Núñez Jiménez, al asumir la Presidencia de la LIV reunión Ordinaria de la Conferencia Nacional de Gobernadores

Señor Licenciado Enrique Peña Nieto, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos: le agradezco en todo lo que vale su presencia el día de hoy y, sobre todo, el apoyo constante y decidido que ha dado a los trabajos de la Conferencia Nacional de Gobernadores. La relación establecida entre el Poder Ejecutivo Federal y los Poderes Ejecutivos de las entidades de la República, es una muestra del espíritu democrático y federalista que se ha ido asentando en nuestro país en los últimos años, al que damos continuidad en uno de los esfuerzos más nobles y fructíferos de la historia política del México contemporáneo.

Saludo por ello también a los integrantes de los Gabinetes Legal y Ampliado que nos acompañan, con quienes hemos establecido compromisos y desarrollado iniciativas y políticas públicas en distintos ámbitos de la agenda nacional y de las propias agendas estatales.

Por supuesto, me congratulo de la presencia y participación de quienes son los actores y responsables fundamentales del trabajo colegiado y de los propósitos que hoy nos congregan, es decir, mi compañera gobernadora y mis compañeros gobernadores, así como del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, el Doctor Miguel Ángel Mancera, quien hoy concluye de manera exitosa su encargo como Presidente de la CONAGO.

Ciertamente, el impulso dado por el Doctor Mancera a los trabajos de la CONAGO, los logros alcanzados y su disposición y voluntad para construir un ambiente de respeto y solidaridad, merecen nuestro reconocimiento público. Gracias, Miguel, por tu liderazgo, tu empeño y tu profesionalismo, así como por tu gentil anfitrionía en esta LIII Reunión Ordinaria.

Honra también a este acto, la presencia de integrantes del Poder Legislativo, tanto de la Cámara de Diputados como de la Cámara de Senadores, así como la de Presidentas y Presidentes municipales, compañeras y compañeros de distintos ámbitos de la administración pública, miembros de organizaciones de la sociedad civil y representantes de los medios de comunicación social.

El federalismo —técnica de organización estatal que protege la libertad, hace viable la convivencia pactada y sirve para distribuir y controlar el poder— constituye una de las decisiones políticas fundamentales consagradas por la voluntad del pueblo mexicano en la Constitución General de la República. En él coexisten dos órdenes jurídico-políticos, el de la federación y el de las entidades federadas que la integran, sin que exista relación alguna de jerarquía entre ellos; en todo caso, las entidades federativas son autónomas en todo lo que concierne a su régimen interior, siempre que no se oponga a las disposiciones constitucionales de la República federal.

Es tal la carta de naturalización y el arraigo que tiene entre los mexicanos el federalismo como forma de organización estatal, que ninguna fuerza política relevante se ha pronunciado en el debate de nuestros días por reemplazarlo por la forma unitaria del Estado, incluso cuando el tema se abordó en el marco de la denominada Reforma del Estado.

Independientemente del debate sobre el origen del federalismo mexicano, sea para los que sostienen que resultó de la imitación extralógica del federalismo americano, o para quienes consideran que surgió de las realidades propias del país al punto que de no haberlo creado el genio del pueblo estadounidense lo hubiese hecho el del pueblo mexicano, lo cierto es que esta forma de Estado se arraigó entre nosotros por derecho propio al prevalecer sobre las pretensiones conservadoras del siglo XIX de adoptar una república centralista.

Tanto hicieron suyo el federalismo los mexicanos que durante el Congreso Constituyente de 1916-1917 no fue objeto de mayor debate, como no fuera el del nombre oficial del Estado al optar por el de Estados Unidos Mexicanos sobre el de República Mexicana.

En relación con el tema del federalismo, la deliberación actual se halla centrada en „federalizar‟ materias en el ámbito normativo en el sentido de descentralizar un mayor número de facultades y más recursos desde el Gobierno Federal hacia los estados y los municipios, en el contexto de sistemas nacionales y leyes generales que distribuyan competencias entre los tres órdenes de gobierno.

Como en muchas ocasiones en el pasado, México vive hoy un momento crucial en su historia social, económica y política. Y son varias las razones que concurren en ello. En estas circunstancias asumo la responsabilidad de presidir los trabajos de la CONAGO, con la que me han distinguido sus integrantes, a quienes agradezco tan honrosa encomienda, comprometiéndome a impulsar la agenda que entre todos nosotros, y con el Gobierno de la República y los gobiernos municipales, venimos desarrollando.

Les doy la bienvenida a los gobernadores que han entrado en funciones en el período comprendido entre la anterior Reunión Ordinaria y ésta. Su contribución será fundamental para dar continuidad a la CONAGO.

Enumero a continuación algunos de los temas prioritarios, entre otros muchos, en los que seguiremos trabajando para bien del todo nacional y de cada una de sus partes:

1°) Coadyuvar, en el ámbito de nuestras competencias, al desarrollo  de los procesos electorales ya en curso, en un marco de respeto a la legalidad, la civilidad política, la consolidación democrática, el debate propositivo y el fortalecimiento institucional. Todo ello sin que nos distraigamos del cumplimiento de nuestras responsabilidades constitucionales;

2°) A partir del reconocimiento a todos quienes contribuyeron a una acción pronta y eficaz ante los desastres naturales vividos por el país, apoyaremos la reconstrucción en las entidades federativas afectadas;

3°) Fortalecer las acciones en apoyo de los migrantes mexicanos en  los Estados Unidos de América y reanudar las negociaciones con ese país en materia comercial —junto con Canadá— y en todos los demás rubros de la amplia y compleja agenda de nuestras relaciones bilaterales, sin menoscabo alguno de la diversificación de nuestra presencia en un mundo crecientemente globalizado. Continuar el diálogo con los gobiernos subnacionales de otros países.

4°) Asumir plenamente la corresponsabilidad que tenemos en todo lo que tiene que ver con la seguridad interior, la seguridad pública y la consolidación del Nuevo Sistema de Justicia Penal, en coordinación con los Poderes Legislativos y Judiciales de la Unión y las entidades federadas, con especial énfasis en el despliegue la Fuerza CONAGO, y siempre en apego irrestricto a la defensa y promoción de los derechos humanos;

5°) Avanzar en el cumplimiento de nuestros “10 compromisos por la legalidad, la transparencia y la rendición de cuentas”, asumidos en Jojutla, Morelos, así como cumplir con la parte que nos corresponde en la implementación del Sistema Nacional Anticorrupción, en una lucha que debe ser auténtica, permanente y frontal, ya que las conductas ilícitas desde el servicio público dañan gravemente las instituciones, la política y el mismo servicio público;

6°) Promover la deliberación pública y el diálogo entre las entidades federativas y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, para encontrar soluciones a los problemas que enfrenta nuestro federalismo fiscal, en el marco de un Sistema Nacional de Coordinación que siga buscando el “ganar ganar” para todas sus partes integrantes; y

7°) Dar seguimiento y colaborar en la constitución de las Zonas Económicas Especiales, que detonarán importantes procesos para lograr un desarrollo sustentable y equilibrado entre las regiones del país, especialmente para abatir el rezago del Sur-Sureste. Fortalecer el combate a la desigualdad y la pobreza e impulsar la Implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

En relación con esta Agenda, y todas las demás que no refiero por razones de tiempo, el signo distintivo de nuestras gestiones gubernamentales es el claroscuro, como corresponde a toda construcción humana. Junto a avances, realizaciones y logros trascendentes, registramos rezagos ancestrales, problemas de coyuntura y desafíos igualmente relevantes. Ni los primeros nos autorizan al triunfalismo alguno, ni los segundos nos permiten tregua o desánimo, y mucho menos, actitudes fatalistas.

En el cometido de salir adelante, tenemos que reivindicar el valor y la eficacia de la política. La buena política —porque tampoco podemos desentendernos de quienes la desprestigian desde los gobiernos o desde las oposiciones— es el mejor antídoto contra la fatalidad. Es, también, el mejor instrumento para evitar que los intereses de la antipolítica se impongan en el devenir de los tiempos.

Todos tenemos que auto contenernos para reforzar la unidad nacional en tiempos que así lo exigen ante los retos que vienen de dentro y de fuera de nuestras fronteras nacionales. Por encima de intereses legítimos, regionales, sociales, ideológicos, partidistas o electorales, sé que sabremos estar en la trinchera de lucha por recuperar, en la casa común, la grandeza mexicana.

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